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Apocalipsis 20:1 nos revelará más adelante que otro ser descenderá del
cielo con otra llave, también del abismo.
Pero en ese caso veremos que el ser desciende con una llave que abrirá al
pozo del abismo, pero no para que salgan langostas sobre la tierra, sino
para abrirlo y encerrar allí al diablo. Ese ángel de Apocalipsis 20:1
tendrá, además de la llave, una cadena.
La profecía también menciona el abismo como el lugar de procedencia del
anticristo. Apocalipsis 17:8 dice que "La bestia que has visto era y no
es, y está para subir del abismo e ir a perdición."
Esto de Apo 17:8 no significa que el anticristo vaya a subir de un abismo
sino que es su espíritu el que vendrá de allí, puesto el abismo, como vimos,
es un lugar de estadía de espíritus malignos.
El anticristo estará por excelencia animado por Satanás y de allí que
Apocalipsis 17:8 utilice la expresión "subir del abismo" para denotar
su ascendencia demoníaca. Apocalipsis 11:7 también menciona al anticristo
subiendo del abismo y la interpretación que considero correcta es la que
vengo de mencionar.
Unos versos más adelante, el mismo capítulo 9 nos informa quien es el rey de
ese lugar llamado "abismo".
Dice Apo 9:11 "Sobre ellos tienen como rey al ángel del abismo, cuyo
nombre en hebreo es Abadón, y en griego, Apolión."
Esto ayuda a confirmar lo ya dicho en cuanto a que el abismo es un lugar de
estadía de espíritus malignos. Si el rey del abismo es un ángel, es porque
los súbditos también son ángeles y porque los que habitan allí son
espíritus.
Aún hay más para decir sobre el abismo. Romanos 10:6-7 nos ayuda a confirmar
aún más lo dicho hasta aquí. Dicen estos versos ....
"Pero de la justicia que es por la fe, dice así: "No digas en tu corazón:
"¿Quién subirá al cielo?" (esto es, para traer abajo a Cristo); o, "¿quién
descenderá al abismo?" (esto es, para hacer subir a Cristo de entre los
muertos)".
Estos versos ponen en oposición el concepto de cielo con el concepto de
abismo y sobre este último nos dice que es lugar de habitación de muertos,
todo lo que se opone a la vida que es en Cristo.
El incidente con el endemoniado gadareno relatado en Lucas 8 también pone en
evidencia esto que vengo diciendo en cuanto a que el abismo es un término
usado por la Biblia para designar el lugar de habitación de demonios.
El pasaje en cuestión dice Luk 8:30-31 "Jesús le preguntó (al
endemoniado): ¿Cómo te llamas? Él dijo:--Legión. Muchos demonios habían
entrado en él y le rogaban que no los mandara al abismo."
Noten que los demonios a los cuales Jesús estaba a punto de expulsar del
endemoniado NO querían ir al abismo lo que denota que además de ser
habitación de demonios es un lugar de sufrimiento para éstos.
Hay entonces buenas razones para que los hombres tengan gran cuidado de los
seres que provienen del abismo. Estos no solo vienen de un lugar que está
lleno de demonios sino que además vienen de un lugar donde no quieren estar
y donde sufren o están sometidos a castigo. Estas son buenas razones para
que estos seres ya de por sí malignos estén bastante enojados y con fuerzas
para hacer daño. Gracias a Dios que la iglesia no estará aquí para ese
entonces.
La apertura del pozo
del abismo por parte del ser inteligente que traía la llave tiene una doble
consecuencia:
1.- subirá humo del pozo "como humo de un gran horno" y
2.- se oscurecerá el sol y el aire por el humo del pozo.
El símil usado por la profecía para describir el humo que sube del pozo trae
a la memoria el pasaje de Éxodo 19:18 que describe el descenso del Señor al
monte Sinaí.
En aquella oportunidad también subió humo "como de un horno".
Dice el pasaje "Todo el monte Sinaí humeaba, porque Jehová había descendido
sobre él en fuego; y el humo subía como el humo de un horno, y todo el monte
se estremecía en gran manera".
Pero, si bien en ambos casos el humo es "como de un horno", las diferencias
son abismales.
En el Sinaí el humo que subía era consecuencia del descenso del Señor y de
su presencia gloriosa en el monte.
En cambio, en la tribulación, el humo que sube es consecuencia de la
apertura del lugar de detención de los espíritus malos.
La similitud permite defender la literalidad de estos versículos de
Apocalipsis. Si ya sucedió, y sucedió tal como dice el relato de Éxodo, pues
puede volver a suceder, aunque no sabemos el lugar de ubicación de este
pozo.
Hay algunos
estudiosos que entienden que el humo que sube del pozo del abismo es la
falsa enseñanza, la mala doctrina, la oscuridad, la corrupción y la falta de
moral.
Basan sus conclusiones en algunos pasajes de la Biblia que hablan de la
tarea de las fuerzas del mal de cegar los entendimientos de la gente y dicen
que eso está representado por este denso humo que sube del pozo y oscurece
el sol.
Afirman que el pasaje es simbólico y debe interpretarse figurativamente en
virtud de que allí incluye un "como" ("subió humo del pozo como humo
de un gran horno").
Pero tales afirmaciones son incorrectas porque no se ajustan a un sistema
armónico de interpretación de la Escritura.
La Biblia utiliza el término "como" al referirse al humo para ilustrarnos la
escena y no para indicar que allí hay un símbolo que deba interpretarse
figurativamente.
Adicionalmente, hemos visto que no existe razón para apartarse de la
literalidad del pasaje, máxime teniendo en cuenta que existe otro pasaje que
relata de la misma forma un hecho que ocurrió así en la realidad.
Tampoco procede la espiritualización del pasaje si tenemos en cuenta las
consecuencias que se desprenden de la apertura del pozo y la subida del
humo. El oscurecimiento del sol podría llegar a ser interpretado como una
disminución del conocimiento, pero NO así el oscurecimiento del aire.
A esto agreguen que la falta de moral, la mala doctrina, la corrupción, son
todos males que ya estaban presentes antes de la apertura del pozo del
abismo, por lo que mal pueden venir a ser consecuencia de este suceso que
estamos analizando.
Hacer poesía no es la finalidad del Apocalipsis, sino que su objetivo es
REVELAR el juicio que viene. De allí la insistencia en la literalidad como
regla y en la excepcionalidad de la interpretación figurativa.
Apocalipsis 9:3-5 “Del humo salieron langostas sobre
la tierra, y se les dio poder, como el poder que tienen los escorpiones de
la tierra. Se les mandó que no dañaran la hierba de la tierra, ni cosa verde
alguna ni ningún árbol, sino solamente a los hombres que no tuvieran el
sello de Dios en sus frentes. Pero no se les permitió que los mataran, sino
que los atormentaran cinco meses; y su tormento era como el tormento del
escorpión cuando hiere al hombre.”
Dedicaré algunos
párrafos al análisis de estos 3 versículos que contienen la revelación
acerca de otra de las consecuencias de la apertura del pozo del abismo.
Del pozo del abismo sale un “humo como de un gran horno” que oscurece el sol
y de este humo salen langostas que atacan y atormentan a los incrédulos, sin
llegar a matarlos.
El Antiguo Testamento ofrece algunos antecedentes en relación a estos
versículos que permiten comprender el por qué la Biblia recurre al término
“langostas” y la función específica que habrán de cumplir estos seres.
Las plagas de langostas han sido siempre causantes de gran daño a la
humanidad por los destrozos que producen en las cosechas.
La Biblia siempre se ha referido a ellas para dar la idea de devastación.
Así por ejemplo, en Jueces 6:5 se refiere a los enemigos de Israel como una
nube de langostas para dar idea del daño que estos llegaban a ocasionar:
“Con sus tiendas y sus ganados, subían como una inmensa nube de langostas.
Ellos y sus camellos eran innumerables, y venían a la tierra para
devastarla”.
Los Salmos también han hecho referencia a las langostas como agente
destructor y portador del juicio divino: “Habló, y vinieron langostas y
pulgón sin número” (Psa 105:34).
Pero sin
lugar a dudas es Éxodo 10 el pasaje más íntimamente vinculado a este que
estamos considerando por ser altamente gráfico de los efectos devastadores
que una plaga de langostas puede llegar a provocar. Ese pasaje describe uno
de los juicio que Dios hizo descender sobre Egipto por no dejar libre a
Israel:
“Y si aún rehúsas dejarlo ir, mañana yo traeré sobre tu
territorio la langosta, la cual cubrirá la faz de la tierra, de modo que no
pueda verse la tierra. Ella comerá lo que escapó, lo que os quedó del
granizo; comerá asimismo todo árbol que crece en el campo. Llenará tus
casas, las casas de todos tus siervos y las casas de todos los egipcios,
cual nunca vieron tus padres ni tus abuelos, desde que ellos aparecieron
sobre la tierra hasta hoy".
Éxodo 10:4-6
Pero a pesar de lo terrorífico del anuncio, Faraón se negó a dejar ir a
Israel y Dios ejecutó su juicio:
“Jehová dijo a Moisés: --Extiende tu mano sobre la tierra
de Egipto, para traer la langosta, a fin de que suba sobre el país de Egipto
y consuma todo lo que el granizo dejó. Extendió Moisés su vara sobre la
tierra de Egipto, y Jehová trajo un viento oriental sobre el país todo aquel
día y toda aquella noche; y al venir la mañana, el viento oriental trajo la
langosta. La langosta subió sobre toda la tierra de Egipto y se asentó en
todo el país de Egipto en tan gran cantidad como no la hubo antes ni la
habrá después; cubrió la faz de todo el país y oscureció la tierra; consumió
toda la hierba de la tierra y todo el fruto de los árboles que había dejado
el granizo; no quedó cosa verde en los árboles ni en la hierba del campo en
toda la tierra de Egipto”.
(Éxodo 10:12-15)
Tan severo fue el juicio que Faraón dijo al ver sus efectos:
“Entonces
el faraón se apresuró a llamar a Moisés y a Aarón, y dijo: --He pecado
contra Jehová, vuestro Dios, y contra vosotros.”
Exo 10:16
Este episodio de Éxodo nos aporta la idea de la langosta como agente
portador de ira divina y vehículo destructor. Eso es lo que debemos rescatar
del antiguo testamento a la hora de interpretar estos versos de Apocalipsis
9.
Entiendo que es solo esa idea de la langosta como agente destructor y no
otra cosa lo que debemos rescatar del Antiguo Testamento para interpretar
este pasaje porque, evidentemente las langostas de Apocalipsis 9 no
pertenecen a la misma especie de langostas de Éxodo 10. El versículo 7 de
este capítulo 9 confirma esto que vengo de decir:
“El aspecto de las langostas era semejante a caballos preparados para la
guerra; en las cabezas tenían como coronas de oro, sus caras eran como caras
humanas”.
Adicionalmente, las
langostas de Apocalipsis tampoco pertenecen a la misma especie de langostas
mencionada en el Antiguo Testamento porque mientras las de Apocalipsis
tienen un rey, las langostas comunes y corrientes como las de Éxodo no lo
tienen.
Mientras Proverbios 30:27 dice acerca de las langotas comunes y corrientes:
“las langostas, que no tienen rey, pero salen todas por
cuadrillas”,
Apocalipsis 9:11 dice respecto a las langostas de los últimos días:
“Sobre
ellos tienen como rey al ángel del abismo, cuyo nombre en hebreo es Abadón,
y en griego, Apolión.”
El hecho de que tienen
rey no es la única diferencia, sino que además veremos que son capaces de
recibir poder, ejercerlo, elegir el objeto de su ataque y medir sus
consecuencias.
La Revelación dice que a las langostas "se les
dio poder" y eso es indicativo de tres cosas:
1) que las langostas son capaces de administrar un poder que les es
encargado y que por tanto no son langostas comunes y corrientes como las que
vimos en el episodio de Éxodo;
2) que las langostas tienen una misión especial, para cumplir la cual
es que se les da ese poder;
3) que las langostas son agentes o portadores de juicio de Aquel que
les da el poder.
La Palabra usa una comparación para darnos una idea de la magnitud que tiene
ese poder que reciben las langostas. Dice que ese poder es "como el poder
que tienen los escorpiones de la tierra".
Y los "escorpiones" son con frecuencia utilizados en la terminología
bíblica, precisamente, para dar idea de la severidad de un castigo
determinado.
Así por ejemplo, Roboam el hijo de Salomón amenazó a sus súbditos diciendo:
"Ahora, pues, mi padre os cargó de pesado yugo, mas yo añadiré a vuestro
yugo; mi padre os castigó con azotes, mas yo os castigaré con escorpiones"
(1 Reyes 12:11)
Pero, estas langostas tienen poder como escorpiones sino que además se
parecen en su aspecto a escorpiones. Así lo confirma la misma revelación
cuando en Apocalipsis 9:10 dice "tenían colas como de escorpiones, y también
aguijones".
Consideremos también Apocalipsis 9:6-11 ...
"Y en aquellos días los hombres buscarán la muerte,
pero no la hallarán; y ansiarán morir, pero la muerte huirá de ellos. El
aspecto de las langostas era semejante a caballos preparados para la guerra;
en las cabezas tenían como coronas de oro; sus caras eran como caras humanas
tenían cabello como cabello de mujer; sus dientes eran como de leones;
tenían corazas como corazas de hierro; el ruido de sus alas era como el
estruendo de muchos carros de caballos corriendo a la batalla; tenían colas
como de escorpiones, y también aguijones; y en sus colas tenían poder para
dañar a los hombres durante cinco meses. Y tienen por rey sobre ellos al
ángel del abismo, cuyo nombre en hebreo es Abadón, y en griego, Apolión."
Hasta aquí tenemos que estos seres:
1) son llamados langostas pero no son langostas de alguna especie que
conozcamos. La Biblia les llama langostas para evocarnos la idea de
cantidad, de plaga, de destrucción, tal como vimos.
2) tienen poder como escorpiones, pero no son escorpiones. Se nos
dice que tienen poder como escorpiones para darnos una idea del dolor que su
daño provoca. La Palabra nos confirma esto cuando dice más adelante "su
tormento era como el tormento del escorpión cuando hiere al hombre.”
3) se parecen a escorpiones, pero no son escorpiones. La referencia
es simplemente descriptiva.
Asistimos así en esta escena a la invasión de la tierra por parte de seres
que no conocemos ni nunca vimos y de los cuales la Palabra no registra
antecedentes.
¿De quien reciben el poder que tienen?
Este poder lo reciben de la única fuente de poder conocida: Dios. Este poder
lo tienen en virtud de la voluntad permisiva de Dios y es en virtud de ese
poder que se les permite usar que harán su labor de daño y juicio.
Esta parte del versículo que dice "se les dio poder" me recuerda lo que
comenté al analizar Apocalipsis 6:2 "Y miré, y he aquí un caballo blanco; y
el que lo montaba tenía un arco; y le fue dada una corona, y salió
venciendo, y para vencer."
En aquella oportunidad comenté que quien le da el arco y la corona al
anticristo representado por este jinete, es Dios. No hay nada que no
provenga de Dios, ya sea a través de su voluntad ejecutiva o permisiva.
El accionar de estos seres apocalípticos del capítulos 9 estará condicionado
por seis limitantes:
1) No pueden dañar la hierba de la tierra, ni cosa verde alguna ni
ningún árbol.
2) Solo pueden dañar a los hombres.
3) Dentro de los hombres, solo pueden dañar a aquellos que no tienen
el sello de Dios en sus frentes.
4) No tienen permitido matar a estos hombres.
5) Solo pueden atormentarlos.
6) No pueden prolongar su accionar por más de 5 meses.
¿Quienes podrán ser atormentados? Todos los hombres, excepto los
sellados con el sello de Dios. ¿Quienes son estos? Apocalipsis 7 nos revela
que son los 144.000 los que tendrán este sello que los protegerá del
tormento que estos seres estarán produciendo a toda la humanidad por 5
meses. Estos mismos 144.000 son los que aparecen luego en Apocalipsis 14.
Estos 144.000 posiblemente sean librados del tormento no solo por la
misericordia de Dios sino además para que puedan cumplir sin estorbo con su
labor evangelística durante la tribulación.
Esto me trae a la memoria Lucas 10:19
cuando dice
"He aquí os doy potestad de hollar serpientes y
escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará."
Vaya si estos 144.000 necesitarán de
pasajes como estos en ese periodo.
El tormento al cual estarán sometidos los hombres no solo provendrá de los
aguijones que estas langostas poseen sino además del aspecto de los mismos.
La profecía es bastante descriptiva de estas langostas y ello por sí solo ya
es suficiente para imaginar el terror que producirá el solo ver a estos
seres.
Resulta interesante ver el discernimiento con el cual estarán provistos
estos seres. Podrán diferenciar entre quienes tienen la marca de la bestia y
quienes tienen el sello de Dios y solo podrán actuar contra los primeros.
Tendrán un rey sobre ellos: Apolión o Abadón, el cual también es el rey del
abismo del cual provienen estas langostas y que fue abierto por el ser que
consideramos al comienzo de este capítulo.
A tal punto llegará el dolor y terror que producirán estos seres, que los
hombres buscarán la muerte, "pero no la hallarán; y ansiarán morir, pero
la muerte huirá de ellos"
Apocalipsis 9:12 "El primer ay pasó; he aquí,
vienen aún dos ayes después de esto."
El versículo cumple una doble función:
En primer lugar es informativo de que los juicios contenidos en la
quinta trompeta ya pasaron y de que aún el derramamiento de la ira divina no
ha llegado a su fin.
En segundo lugar, el versículo hace las veces de advertencia en
virtud de la mayor severidad que tendrán los juicios contenidos en la sexta
trompeta y en el resto de los juicios que aún restan por cumplirse.
Los seres a los que el Apocalipsis llama langostas y que vinieron como
consecuencia del toque de la quinta trompeta solo podían "atormentar", pero
los seres que serán enviados como consecuencia de la sexta trompeta vendrán
a matar.
De allí allí que esta advertencia contenida en Apo 9:12 sea muy oportuna,
aunque será desatendida por los hombres, como veremos más adelante.
Si bien los juicios están animados por la retribución o castigo también lo
están por la misericordia divina. Cada juicio desatado sobre el mundo, tiene
por finalidad dar al hombre su paga, pero también moverlo al
arrepentimiento.
Apocalipsis
9:13-16 ...
"El sexto ángel tocó la trompeta, y oí una voz de entre
los cuatro cuernos del altar de oro que estaba delante de Dios, diciendo al
sexto ángel que tenía la trompeta: Desata a los cuatro ángeles que están
atados junto al gran río Eufrates. Y fueron desatados los cuatro ángeles que
estaban preparados para la hora, día, mes y año, a fin de matar a la tercera
parte de los hombres. Y el número de los ejércitos de los jinetes era
doscientos millones. Yo oí su número."
El versículo 12 ya nos advirtió acerca de la severidad del juicio de la
sexta trompeta y del horror que su toque produciría sobre todos los hombres.
Recuerden que el toque de esta sexta trompeta se produce en un momento en el
cual los hombres de todo el mundo vienen de ser atormentados durante 5 meses
por las "langostas".
El tormento producido por las langostas "era como tormento de escorpión
cuando hiere al hombre". Esto nos da la idea de que los hombres recibirán
esta sexta trompeta en el peor momento.
No se nos dice de quien es la voz que da la orden al sexto ángel para que
toque la sexta trompeta. Solo podemos especular que es la voz de Dios o de
algún ser celestial subordinado y encargado por Dios mismo de dar esa orden.
La orden es de liberar a cuatro ángeles atados junto al Eufrates. Estos
ángeles no son los ángeles que vimos al analizar Apocalipsis 7. En
oportunidad de analizar ese capitulo, vimos que había cuatro ángeles que
detenían los juicios de Dios mientras se sellaban a los 144.000.
Esos ángeles de Apocalipsis 7 eran ángeles de Dios ejecutores de ira divina,
pero estos ángeles de Apocalipsis 9 no son de Dios, sino malignos, cargados
del deseo de dar muerte a los hombres. Estos ángeles caídos o malignos están
atados allí junto al Eufrates esperando que llegue su "hora" para actuar.
El Eufrates no es un río cualquiera y el hecho de que los ángeles estén
atados allí junto a ese río también tiene una significación especial.
El Eufrates
era uno de los limites establecidos por Dios para la tierra prometida. Dice
Génesis 15:18
"En aquel día hizo Jehová un pacto con Abram, diciendo: A
tu descendencia daré esta tierra, desde el río de Egipto hasta el río
grande, el río Eufrates".
También era en las
proximidades del Eufrates donde según el Génesis estaba ubicado el paraíso.
Y eso es de gran importancia. El paraíso es el símbolo de la victoria de
Satanás sobre el hombre o, dicho de otra forma, el símbolo de la elección
que el hombre hizo de dejar a Dios y seguir al pecado en favor de Satanás.
Por ello no es de extrañar que ese lugar sea de predilección para ángeles
caídos y que precisamente estos ángeles estén encadenados allí.
Mas adelante, al estudiar Apocalipsis 16, veremos que este río se secará
para permitir el paso de un ejercito que hará frente al anticristo desde
oriente: Apocalipsis 16:12
"El
sexto ángel derramó su copa sobre el gran río Eufrates; y el agua de éste se
secó, para que estuviese preparado el camino a los reyes del oriente".
Babilonia, la antigua
ciudad, se levantaba en las proximidades del Eufrates y Apocalipsis 18:2
dice al respecto ... "Y clamó con voz potente, diciendo: Ha caído, ha caído
la gran Babilonia, y se ha hecho habitación de demonios y guarida de todo
espíritu inmundo, y albergue de toda ave inmunda y aborrecible".
Esta especial atracción de los ángeles caídos por la región del Eufrates a
raíz de la antigua ubicación del paraíso allí y esto que dice la palabra
respecto a Babilonia como habitación de demonios, nos confirman que ese
lugar esta particularmente relacionado con espíritus malignos y de alguna
forma nos ayuda a entender por que estos cuatro ángeles están atados allí.
Estos ángeles han sido encadenados allí y "preparados para la hora, día, mes
y año". Judas 6 habla de ángeles que están encadenados en prisiones oscuras
y seguramente la referencia incluye a estos ángeles que están por entrar a
la escena apocalíptica ...
"Y a los ángeles que no
guardaron su dignidad, sino que abandonaron su propia morada, los ha
guardado bajo oscuridad, en prisiones eternas, para el juicio del gran día"
La
Revelación nos informa que los ángeles que van a ser desatados estaban
"preparados para la hora, día, mes y año".
Eso debe darnos una completa seguridad acerca del control divino de los
eventos que ocurrirán durante esos 7 años de tribulación. Dios no permitirá
que nadie ni nada vaya más allá de los límites por El puestos.
Esos ángeles no podrán actuar antes de tiempo ni podrán hacerlo más allá del
momento en que Dios lo permita.
La voluntad permisiva de Dios, presente durante toda la tribulación, será lo
que permitirá al Diablo y a estos ángeles actuar. Satanás alcanzará durante
la tribulación el zenit de su poder. No habrá prácticamente nada que Satanás
no pueda hacer.
La propia revelación nos dice que el anticristo tendrá poder sobre toda
tribu, pueblo, lengua y nación y que podrá dar muerte a todo el que no le
adore. Eso será el poder de Satanás en su más plena manifestación y en su
mayor grado de acción.
Sin embargo, ese poder solo podrá actuar dentro de la voluntad permisiva de
Dios, la misma voluntad que fija este día, hora, mes y año de actuación de
estos cuatro ángeles. Es esta misma volunta de Dios la que NO permite que
las langostas que venimos de ver unos versículos más arriba maten a los
hombres y que solo puedan atormentarlos.
Estos ángeles estarán al mando de un ejército compuesto por 200 millones.
Algunos intérpretes defienden la postura de que este ejército es China y se
apoyan para eso en que justamente el ejército de este país alcanza esa
cifra. Sin embargo, alcanza ver la descripción que la propia revelación hace
de estos jinetes para advertir que no son hombres, sino seres celestiales
Apocalipsis 9:17 dice: "Así
vi en visión los caballos y a sus jinetes, los cuales tenían corazas de
fuego, de zafiro y de azufre. Y las cabezas de los caballos eran como
cabezas de leones; y de su boca salían fuego, humo y azufre. Por estas tres
plagas fue muerta la tercera parte de los hombres; por el fuego, el humo y
el azufre que salían de su boca. Pues el poder de los caballos estaba en su
boca y en sus colas; porque sus colas, semejantes a serpientes, tenían
cabezas, y con ellas dañaban. "
El hecho de que
-casualmente- China tenga 200 millones de soldados en su ejército no creo
que constituya una razón suficiente para aplicarle este pasaje, máxime
cuando la descripción en nada ayuda a decir que es un ejercito de hombres.
Sin embargo, SI hay argumentos para sostener que los ejércitos de China
aparecen mencionados en Apocalipsis, pero en el capítulo 16 ... "12
El sexto ángel derramó su copa sobre el gran río Eufrates;
y el agua de éste se secó, para que estuviese preparado el camino a los
reyes del oriente".
China sin duda se
encuentra entre los reyes de oriente que harán frente al anticristo en el
fin de los tiempos, pero la descripción de Apocalipsis 9 no le aplica.
Otros intérpretes han sostenido que la descripción que hace Apocalipsis 9
aplica a las armas modernas de destrucción con la que cuentan muchos
ejércitos hoy. Concretamente, han dicho que la descripción que hace este
pasaje se asimila en mucho, por ejemplo, a helicópteros.
El punto es que tal asimilación, si bien parece atractiva, no tiene sustento
bíblico que permita hacer la afirmación sin tener dudas. Estos seres no
tienen antecedentes en la escritura, por lo que tampoco nos podemos ayudar
de otros pasajes para interpretar este.
En este contexto, lo que corresponde decir es que probablemente estos seres
sean seres celestiales malignos y que, en todo caso, será llegado el momento
en que estos seres aparezcan que sabremos si se corresponden o no con armas
o vehículos militares. Juan pudo haber visto armamento de nuestros días y
pudo haberlo descrito en esta forma, pero no lo sabemos y donde no hay base
bíblica para hacer una afirmación que no deje lugar a dudas, pues hay que
decir que hablamos en base a especulaciones.
En
Apocalipsis 7 vimos que eran cuatro los ángeles que aparecían en la escena
apocalíptica para detener los juicios mientras se sellaban a los 144.000.
Aquí vemos nuevamente cuatro ángeles y eso no es simplemente una casualidad.
Los cuatro ángeles de Apocalipsis 7 detienen los juicios de Dios sobre TODA
la tierra. Al ser cuatro, cubren los cuatro puntos cardinales de la tierra.
De la misma forma, los cuatro ángeles de Apocalipsis 9 que están atados al
lado del Eufrates son cuatro precisamente para cubrir los cuatro puntos
cardinales, es decir toda la tierra.
Cada ángel saldrá a cumplir su misión de muerte hacia el punto cardinal que
le corresponda cubriendo así toda la tierra. Eso -junto a otros elementos
que no viene al caso tratar ahora- nos confirma la universalidad de los
juicios apocalípticos. Así como el anticristo tendrá control sobre todo el
mundo según Apocalipsis 13, así los juicios de Dios llegarán a todo el
mundo.
Hago esta aclaración porque hay quienes entienden que cuando la Biblia habla
del mundo o de la tierra se está refiriendo a lo que en aquel momento se
conocía como "el todo". Pues no. Los juicios apocalípticos, al igual que el
dominio del anticristo, no tendrán límite sobre la tierra y alcanzarán cada
punto del planeta. Los cuatro puntos cardinales serán cubiertos por estos
cuatro ángeles de la muerte que ahora mismo están atados allá esperando el
permiso divino de actuación.
La
revelación nos informa que "Y el número de los ejércitos de los jinetes era
doscientos millones. Yo oí su número" y esto es sumamente importante pues
aporta elementos claves de interpretación profética.
En Apocalipsis 7 Juan no puede contar la multitud vestida de ropas blancas.
Dice allá que la multitud era incontable y de toda tribu lengua y nación.
Sin embargo, en el mismo Apocalipsis 7 Juan sí puede contar o sí se le
informa respecto a la cantidad de sellados: 144.000. Y aquí sí puede contar
o se le informa respecto a la cantidad de los ejércitos de jinetes: 200
millones.
¿Que significa esto? Pues que esos 200 millones deben ser interpretados
literalmente y como 200 millones. 200 millones no significa una cantidad
incontable o muchos, pues si así fuera la revelación hubiera usado la misma
fórmula que usó en Apocalipsis 7 y nos hubiera dicho que la cantidad de
jinetes era incontable.
Lo mismo sucede con los ángeles que aparecen alabando en el capítulo 5 de
Apocalipsis. Allí no se nos da el número de ángeles sino que se nos dice que
es una cantidad incontable.
Cuando una cantidad es humanamente incontable, pues Apocalipsis dice que es
incontable. Y cuando es algo que se puede contar, pues no da el numero
exacto. Esto lo aclaro porque hay muchos estudiosos que interpretan
simbólicamente o figurativamente los números de la profecía y eso es
incorrecto, al menos en este caso.
La misma argumentación también vale para la cantidad de muertos producto de
este juicio. La revelación dice Apocalipsis 9:18-19 "Por
estas tres plagas fue muerta la tercera parte de los hombres; por el fuego,
el humo y el azufre que salían de su boca. Pues el poder de los caballos
estaba en su boca y en sus colas; porque sus colas, semejantes a serpientes,
tenían cabezas, y con ellas dañaban".
Cuando allí dice que los muertos ascenderán a 3/4 de la humanidad que viva
en ese momento, eso significa literalmente esa cantidad pues no hay razón de
texto ni contexto para interpretar otra cosa o para interpretar que en
realidad lo que la profecía dice es que morirán "muchos" o en gran cantidad.
Esto es clave para interpretar los números en Apocalipsis.
Continuaremos -Dios mediante- analizando el verso 20 " Y
los otros hombres que no fueron muertos con estas plagas, ni aun así se
arrepintieron de las obras de sus manos, ni dejaron de adorar a los
demonios, y a las imágenes de oro, de plata, de bronce, de piedra y de
madera, las cuales no pueden ver, ni oír, ni andar!"
Apocalipsis 9:20-21 “Y los otros hombres que no fueron
muertos con estas plagas, ni aún así se arrepintieron de las obras de sus
manos, ni dejaron de adorar a los demonios, y a las imágenes de oro, de
plata, de bronce, de piedra y de madera, las cuales no pueden ver, ni oír,
ni andar; y no se arrepintieron de sus homicidios, ni de sus hechicerías, ni
de su fornicación, ni de sus hurtos”.
Los versículos son reveladores de una verdad: durante la tribulación, luego
de la finalización del periodo de la iglesia, el arrepentimiento y la
salvación aún seguirán siendo posibles, pero no serán aprovechados por el
hombre pues el castigo divino habrá endurecido su corazón.
Digo que el arrepentimiento y la salvación seguirán siendo posible aún en
ese período básicamente por dos razones:
a) si el arrepentimiento y la salvación no fueran posibles durante la
tribulación entonces los versículos en cuestión no dirían “ni aún así se
arrepintieron”. Si el arrepentimiento no fuera posible, pues esa aclaración
de que los hombres no se arrepintieron estaría de sobra pues sería algo
obvio. Si la Palabra señala que no se arrepintieron es porque tal
posibilidad existirá, pero no será aprovechada.
b) la tribulación no tiene por única finalidad el castigo a la humanidad por
vía del derramamiento de los juicios divinos, sino que también tiene por
objetivo dar la última oportunidad de salvación al hombre. La misericordia
de Dios estará presidiendo todo este período por más que la terrible cadena
de juicios y catástrofes hagan pensar los contrario.
Los hombres sabrán que los juicios apocalípticos son producto de la voluntad
de Dios y que las plagas, muerte, guerra, hambre y catástrofes naturales son
permitidas por el Señor. Apocalipsis 6:17 señala que los hombres dirán en
aquel tiempo “el gran día de su ira ha llegado; ¿y quien podrá sostenerse en
pie?”.
En lugar de arrepentirse de sus malas obras, los hombres endurecerán sus
corazones contra Dios. Y este endurecimiento de los corazones contra Dios
será conciente. ¿Por qué digo que es un endurecimiento conciente? Pues
porque los hombres sabrán que es Dios quien está detrás de la cadena de
desastres y, sin embargo, en lugar de retractarse y pedir perdón,
blasfemarán contra el e inclusive descargarán su ira contra aquellos que se
hayan convertido al cristianismo en ese período decapitándolos.
Por el contrario, ¿cuál será la reacción de los hombres ante las catástrofes
y sufrimientos apocalípticos? Dice el texto en consideración que continuarán
adorando a los demonios y demás ídolos. El pasaje no dice que comenzarán a
adorar a los demonios e imágenes de oro, plata y madera, sino que “ni
dejaron de adorar”. Es decir que lo venían haciendo y lo continuarán
haciendo aún cuando estarán concientes de que están expuestos a la ira
divina por sus obras y por su desviada adoración.
La dureza del corazón humano impide a la tribulación cumplir uno de sus
objetivos ... mover al hombre al arrepentimiento y a que se vuelva a Dios.
No es que Dios fracase en su intento de volver al hombre, pues el hombre
está provisto del libre albedrío. Dios cumple con los designios de su
misericordia dándole al hombre la oportunidad.
Las imágenes que los hombres adoran son de todos los tipos y materiales:
imágenes de oro, de plata, de bronce, de piedra y de madera. Lo que el texto
sugiere es que la adoración al diablo está asentada en todos los niveles
sociales. Hay quienes concretan su adoración al diablo concentrando su vida
en cosas costosas (oro, plata) y quienes la canalizan a través de cosas no
tan costosas (bronce, piedra, madera), pero igualmente alejadas de Dios.
Cabe anotar aquí que la idolatría no se concreta necesariamente en adoración
a imágenes, sino a todo aquello (material o no) que no es el Señor.
Según Apocalipsis 13 el falso profeta creará una imagen del anticristo para
la cual reclamará adoración so pena de muerte. Esa no es la imagen a la que
refiere este pasaje. La imagen o imágenes aquí referidas bien pueden ser las
posesiones materiales a las cuales se aferran los hombres. Estas posesiones,
si bien tienen distinto valor (desde oro a madera), alejan irremediablemente
de Dios si la persona se aferra a ellas.
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