Página: 1  2  3  4  5  6  7  8  9  10  11

Más fascinante es aún ver la profecía que los Salmos contiene respecto a este primer jinete en lo que refiere al pacto de paz que en el futuro celebrará con Israel como líder europeo.

Dice Salmos 55:20-21

"Extendió el inicuo sus manos contra los que estaban en paz con él;

Violó su pacto.

Los dichos de su boca son más blandos que la mantequilla,

pero guerra hay en su corazón;

Suaviza sus palabras más que el aceite , más ellas son espadas desnudas"

Analicemos ahora, verso por verso este salmo relacionándolo con Mateo 24, Apocalipsis 6 y Daniel 9:27 (coloco los comentarios míos y relación con otros versos en mayúsculas) ....

"Extendió el inicuo sus manos contra los que estaban en paz con él (SEGÚN DANIEL 9:27, APOCALIPSIS 12, ZACARIAS 13:9 y 1 TES 5:3, EL ANTICRISTO PROFANARÁ EL FUTURO TEMPLO JUDÍO A LA MITAD DEL PERIODO DEL TRATADO DE PAZ Y PERSEGUIRÁ A LOS JUDÍOS, DE ALLÍ QUE EXTIENDA SUS MANOS Y QUE LO HAGA CONTRA LOS QUE ESTABAN EN PAZ);

Violó su pacto (SEGÚN DANIEL 9:27 A LA MITAD DEL PERIODO DE TRIBULACIÓN, EL ANTICRISTO PROFANARÁ EL TEMPLO JUDÍO, SEGÚN 2 TES 2:4 SE PROCLAMARA DIOS Y SEGÚN ZAC. 13:9 COMENZARA UNA PERSECUCIÓN CONTRA LOS JUDÍOS, VER TAMBIÉN APOCALIPSIS 12).

Los dichos de su boca son más blandos que la mantequilla (SEGÚN MATEO 24:5 EL ENGAÑO PREVALECERÁ DURANTE EL PERIODO DE LA TRIBULACIÓN, SIENDO MUCHOS LOS QUE SERÁN PERSUADIDOS A NO CREER EN DIOS; SEGÚN DANIEL 9:27 EL PRIMER JINETE SERÁ CAPAZ DE LOGRAR LA PAZ EN MEDIO ORIENTE. LA DIPLOMACIA SERÁ SIN DUDA UNA DE SUS MAYORES APARENTES VIRTUDES),

pero guerra hay en su corazón (APOCALIPSIS 6:3 NOS MUESTRA LA VERDADERA IDENTIDAD DE QUIEN ESTABA SOBRE EL CABALLO BLANCO Y SU VERDADERO MENSAJE: GUERRA Y MUERTE; 1 TES 5:3 DICE QUE CUANDO DIGAN PAZ, ENTONCES VIENE DESTRUCCIÓN. VEMOS AQUÍ QUE SI BIEN ESTE FALSO MESÍAS TRAE PAZ, EN REALIDAD TRAE GUERRA);

Suaviza sus palabras más que el aceite , más ellas son espadas desnudas (LA IMITACIÓN DE CRISTO QUE HARÁ EL PRIMER JINETE QUEDARÁ AL DESCUBIERTO POCO TIEMPO DESPUÉS, CUANDO MUESTRE SUS VERDADERAS INTENCIONES, LAS DE APOCALIPSIS 13)"

De esta forma vemos como maravillosamente armonizan Daniel 9, Mateo 24, Apocalipsis 6, 12,13, Zacarías 13, 1 Tesalonicenses 5, 2 Tesalonicenses 2. Como siempre he señalado, es el contexto el que permite la correcta interpretación del pasaje y es a ese contexto al cual hemos recurrido para identificar el verdadero significado de Apocalipsis 6:2.

En los próximos párrafos, comenzaremos ya el análisis del segundo sello.

Dios los bendiga abundantemente. Reciban a Cristo en su corazón como su Salvador y así serán para siempre guardados en Su templo por la eternidad

Apocalipsis 6:3-4 “Cuando abrió el segundo sello, oí al segundo ser viviente, que decía: Ven y mira. Y salió otro caballo, bermejo; y al que montaba le fue dado poder de quitar de la tierra la paz, y que se matasen unos a otros; y se le dio una gran espada”.

Algunas rápidas anotaciones antes de entrar de lleno a estudiar este versículo:

* El hecho que este segundo jinete tenga “poder de quitar de la tierra la paz” habla de que efectivamente el primer jinete o anticristo había logrado establecer una paz temporal, tal como vimos al analizar Apocalipsis 6:2

* El hecho de que este segundo jinete quite la paz de sobre la tierra, confirma lo dicho al analizar Apo 6:2 en cuanto a que el primer jinete no es Cristo.

Cuando Cristo venga, establecerá la paz duradera y esa paz no será interrumpida como sucederá con la paz del primer jinete. Cuando Cristo venga, comenzará el milenio (Apocalipsis 19); mientras que cuando este jinete venga comenzará una paz breve y luego vendrá guerra.

* La apertura del segundo sello supone ya la ejecución directa de la ira de Dios, por lo que ya desde aquí estamos en presencia del castigo divino. Es Dios, el soberano, el que tiene control sobre todas las cosas, quien le da poder al segundo jinete de quitar la paz de la tierra y que se maten unos a otros y quien le da la gran espada. Desde el momento que es Dios quien está detrás de la apertura del sello y quien le da estos poderes al jinete, entonces esto es ira de Dios y ya la iglesia entonces no está a esta altura en la tierra (1 Tes. 5:9).

* Si bien es en la apertura de este segundo sello que vemos el comienzo de ejecución de la ira de Dios, la tribulación o día del Señor ya habrá comenzado con la apertura del primer sello. Esto porque 1 Tes 5:2-3 dice que “Porque vosotros sabéis perfectamente que el día del Señor vendrá así como ladrón en la noche; que cuando digan paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción repentina, como los dolores de la mujer encinta, y no escaparán”. Como vimos antes, es la aparición del anticristo la que trae esta paz temporal a la que refiere 1 Tes que luego da lugar a la salida del segundo jinete.

Dicho esto, entremos a analizar Apocalipsis 6:3 y 4.

Estos versículos se corresponden en forman armoniosa con la profecía futura de Mateo 24:6-8 que dice “Y oiréis de guerras y rumores de guerras (...) porque se levantará nación contra nación y reino contra reino (...) y todo esto será principio de dolores”.

Los juicios contenidos en la apertura de este segundo sello son, precisamente, este principio de dolores que Cristo profetizó. Todo Apocalipsis 6 está rápidamente profetizado en Mateo 24, siendo estos versículos 6 al 8 de Mateo los que se corresponden con el segundo sello.

Los efectos de la apertura de este segundo sello serán universales, es decir tendrán por escenario toda la tierra. Esto conforma un argumento adicional en contra del preterismo, el cual pretende sostener que esta profecía ya se cumplió. Mal pudo haberse cumplido –entre otros cientos de razones- porque la profecía indica una guerra de alcance mundial con consecuencias tan catastróficas en una magnitud nunca antes vista (Mateo 24:21). El preterismo pretende hacer creer que con la destrucción de Jerusalén se cumplió esta profecía, no viendo así que la profecía en realidad tiene un alcance global y no local como ellos pretenden.

Cabe hacer notar que existe una íntima conexión entre el segundo jinete y el primer jinete. Esto queda de manifiesto por el hecho de que la profecía diga que este segundo caballo es “otro”, con lo cual nos da la idea de que pertenece a la misma especia o género.

Pues bien ¿cuál es esa relación entre el primer jinete –que ya vimos que es el anticristo- y este segundo jinete?

La profecía contenida en Daniel contiene la respuesta a esta pregunta. Daniel nos describe al anticristo como “un cuerno” que al pequeño de su aparición es “pequeño” pero que luego crece (Daniel 7:8, 11, 20). Asimismo, presenta al anticristo sobre una bestia (Daniel 7:8), que es el imperio que este “cuerno pequeño” gobernará y que tiene su asiento geográfico en Europa.

Daniel 7 nos describe la cronología profética de los reinos de la tierra, siendo necesario recurrir a ella para advertir la ubicación de este segundo jinete en esa cronología y entender mejor esta profecía.

consideremos la armoniosa conexión entre el segundo jinete y las profecias de Daniel sobre el "cuerno pequeño".

El imperio babilónico es descrito como un león con alas de águila (Daniel 7:4), el imperio medo persa es descrito como un un oso (7:5), el imperio griego es descrito como un leopardo (7:6) y el imperio romano (último imperio humano) es descrito como una bestia espantosa y terrible (7:7).

Esta profecía de Daniel 7 tiene su paralelo en Daniel 2 y allí en este último capítulo se nos aclara que este último reino –el imperio romano- tiene sucesivas etapas históricas siendo conformada la primera etapa por el viejo histórico imperio romano y la última etapa por el imperio romano revivido, actualmente Unión Europea.

La resurrección del imperio romano es necesaria por cuanto fue el último reino presentado en la profecía y el viejo imperio romano nunca fue “desmenuzado”, que es la forma en la que está profetizado que será destruido (Daniel 2:34) al momento de la futura segunda venida de Cristo.

Será este reino o imperio romano revivido la plataforma político militar del anticristo. Es por ello que la profecía de Daniel lo presenta como un “cuerno” que al principio es “pequeño” pero que luego crece.

Este cuerno es “pequeño” al momento de la apertura del primer sello, cuando el anticristo se manifiesta como un líder político que logra concretar una aparente paz duradera en medio oriente. Pero luego, al momento de la apertura del segundo sello, este cuerno pequeño crecerá, se hará poderoso, hará guerra, conquistará y matará. De allí entonces que la profecía de Daniel 8:24-25 diga respecto al anticristo, o segundo jinete o cuerno pequeño que:

“Y su poder se fortalecerá, mas no con fuerza propia; y causará grandes ruinas y prosperará y hará arbitrariamente, y destruirá a los fuertes y al pueblo de los santos".

Con su sagacidad hará prosperar el engaño en su mano, y en su corazón se engrandecerá, y si aviso destruirá a muchos; y se levantará contra el Príncipe de los príncipes, pero será quebrantado aunque no por mano humana”

Tenemos entonces que este cuerno que al principio nos era descrito como “pequeño” se hace grande, poderoso y destructor. Pues bien, mientras ese cuerno es pequeño y se hace poderoso está representado por el primer jinete, pero cuando comienza a dar cumplimiento a Daniel 8:24-25 entonces está representado por el segundo jinete.

Al abrirse este segundo sello, el anticristo o primer jinete mostrará su verdadera identidad y sus verdaderas intenciones diabólicas iniciando una campaña de conquista militar mundial, persiguiendo a los que se hayan salvado luego del arrebatamiento y comenzando una nueva campaña antisemita (Zacarías 13:8-9).

De esta forma, vemos como la profecía de Daniel sobre el “cuerno pequeño” nos permite establecer una armoniosa relación entre el primer jinete y el segundo jinete.

Este cuerno pequeño crecerá sobre la base de lo que en la antigüedad era el imperio romano y que hoy es la Unión Europea. No es posible establecer si la Unión Europea es o no la última etapa de la profecía sobre el imperio romano o si aún habremos de ver una instancia ulterior de ese imperio, pero de lo que no cabe lugar a dudas es que la Unión Europea conforma una de esas etapas.

Diez serán las naciones ubicadas en el territorio del viejo imperio romano –hoy Unión Europea- que inicialmente le darán respaldo a este segundo jinete o “cuerno pequeño” crecido. Dice Daniel 7:24 “Y los diez cuernos significan que de aquel reino se levantarán diez reyes; y tras ellos se levantará otro (el cuerno pequeño), el cual será diferente de los primeros y a trés reyes derribará”.

Las guerras que este segundo jinete comenzará bien pueden incluir este derribamiento de tres de esos reyes que inicialmente habrán dado su respaldo al anticristo. Es decir que estos tres reyes bien pueden ser derribados cuando sea abierto el segundo sello, siendo su caida parte de esa guerra que el anticristo provocará.

También Apocalipsis 17:12-13 habla de estos 10 reyes o 10 naciones que darán inicialmente respaldo al anticristo: “Y los diez cuernos que has visto son diez reyes, que aún no han recibido reino, pero por una hora recibirán autoridad como reyes juntamente con la bestia. Estos tienen un mismo propósito, y entregarán su poder y su autoridad a la bestia.”

Este segundo jinete encontrará inicialmente su primer respaldo político y militar en estos diez reyes, pero luego se fortalecerá por la voluntad permisiva de Dios. Dice la profecía “Y su poder se fortalecerá, más no con fuerza propia” (Daniel 8:24).

Para que se cumpla la profecía relativa a los diez reyes que respaldarán inicialmente al anticristo no resulta necesario que la actual Unión Europea se reduzca a 10 naciones, como algunos intérpretes han sugerido.

Por el contrario, la Unión Europea o el bloque político que esté de turno al momento de cumplimiento de la profecía podrá estar conformada por 50 miembros o mas o menos sin que ello sea obstáculo. Lo que el cumplimiento de la profecía requiere es que diez naciones le den apoyo al anticristo, sin importar si estas diez naciones forman parte de un bloque político mayor a diez o menor.

Como decía, la apertura de este segundo sello y la aparición del segundo jinete, constituyen o representan el crecimiento de ese cuerno de la profecía de Daniel que en un primer momento era pequeño. Será al abrirse el segundo sello que ese cuerno pequeño comenzará a ejercer el poder con el cual “hablará palabras contra el Altísimo, y a los santos del Altísimo quebrantará, y pensará en cambiar los tiempos y la ley” (Daniel 7:25).

El color del jinete es “bermejo” lo cual habla claramente de la sangre que habrá de correr en todo el mundo como consecuencia de la guerra y muerte que implicará la apertura del segundo sello. La gran espada con la que está armado el segundo jinete o anticristo (en su etapa de conquistador militar) deja ver precisamente ese gran poder con el que estará dotado y del cual hablan las profecías de Daniel que ya vimos. Lo “grande” de la espada bien puede referirse a la magnitud no solamente de su poder sino de las guerras que provocará, las cuales hemos ya visto que tendrán alcancen mundial.
 

Las severas restricciones en el acceso a los alimentos, el fuerte encarecimiento de los mismos y el hambre son las notas que corresponden destacar en este tercer sello. Es natural que luego de una guerra de alcance mundial, como la profetizada en la apertura del segundo sello, siga un hambre también de alcance mundial donde se impone un severo control sobre los alimentos. De allí que quien monte el tercer caballo tenga una balanza y aparezca como quien tiene el control no solo de las fuentes de los alimentos sino también de los que pueden aprovechar los pocos que queden.

Las guerras desatadas en la apertura del segundo sello habrán dejado la situación económica y productiva mundial en un estado de crisis tal que el gobernante mundial o anticristo deberá imponerse también como controlador universal o mundial de los alimentos. Debemos recordar que según Apocalipsis 13:7b el anticristo tendrá un absoluto control y “autoridad sobre toda tribu, pueblo, lengua y nación” y dentro de ese control también estará el de la producción y alimentación mundial.

El color negro del caballo habla precisamente de la hambruna mundial producto de la falta de alimentos y el severo encarecimiento de los pocos que queden.

Tal como se dice en Lamentaciones 4:8, el negro es el color que habla del hambre ....

“Oscuro más que la negrura es su aspecto; no los conocen por las calles; su piel está pegada a sus huesos, seca como un palo”

y se agrega en el verso 9 algo que será una realidad cuando el tercer sello se abra ...

“Más dichosos fueron los muertos a espada que los muertos por el hambre; porque éstos murieron poco a poco por falta de los frutos de la tierra”.

También ayuda a comprender el color negro del caballo el leer Lamentaciones 5:10 ...

“Nuestra piel se ennegreció como un horno a causa del ardor del hambre”

Resulta interesante notar que no solamente es divina la orden de salida del tercer jinete sino que también procede de Dios el establecimiento de las condiciones de la hambruna mundial que viene. Dice la profecía “Y oí una voz de en medio de los cuatro seres vivientes, que decía: Dos libras de trigo por un denario, y seis libras de cebada por un denario; pero no dañes el aceite ni el vino.”

Tenemos entonces que no solo está bajo el mando divino la hora de la hambruna sino también las características de tal hambruna. Aquellos alimentos de mayor precio –representados por el vino y el aceite- no serán afectados, pero ello no disminuirá la severidad de la hambruna puesto que los de mayor necesidad sí serán fuertemente castigados tanto en su producción y cantidad así como en sus precios.

Según podemos concluir de la lectura de Mateo 20:2, un denario era el salario correspondiente a un día de trabajo. Tenemos entonces que un trabajador solo podrá ganar lo suficiente como para alimentarse él diariamente sin que pueda proveer alimento para su familia. Esas son las características del hambre que viene. No es procedente hacer ningún tipo de espiritualización en la interpretación de este pasaje, máxime conociendo que muchas hambrunas se cumplieron al pie de la letra en la forma que establece la profecía ahora.

Noten que el salario diario de un trabajador tendrá tan poco valor adquisitivo que no solamente no alcanzará para su familia sino que tampoco alcanzará para otra cosa que no sea su alimentación personal.

La profecía de Ezequiel nos aporta algunos elementos de importancia para determinar la finalidad que persigue Dios con esta hambruna que viene durante la tribulación. Dice Ezequiel 4:17 “para que al faltarles el pan y el agua, se miren unos a otros con espanto, y se consuman en su maldad”. Y después de esto ¿me van a decir que la iglesia pasa por la tribulación? ¿Dónde dejan entonces el sacrificio de Cristo el cual nos limpió de todo pecado y nos dejó sin mancha si me dicen que la iglesia debe pasar por este periodo de castigo?

Extremadamente penosa será la situación de los cristianos convertidos luego del arrebatamiento de la iglesia. Solo en lo que alimentos refiere, estos cristianos post rapto deberán enfrentar no solamente la mortal realidad de que los alimentos son escasos sino también de que los pocos que queden sólo estarán disponibles para los que hayan aceptado la marca del anticristo (Apocalipsis 13:17).

 

Corresponde hacer respecto al versículo 7 los mismos comentarios realizados en ocasión de analizar Apocalipsis 6:1.

Me refiero a que “Ven” es la orden divina que se le da al jinete para que salga a la escena apocalíptica, mientras que “mira” es la instrucción que se le da a Juan.

El verso 8 confirma esto en tanto que no se advierte que Juan haya “ido” a ningún lado, sino que simplemente “mira”.

Apocalipsis 6:8 “Miré, y he aquí un caballo amarillo, y el que lo montaba tenía por nombre Muerte, y el Hades le seguía; y le fue dada potestad sobre la cuarta parte de la tierra, para matar con espada, con hambre, con mortandad, y con las fieras de la tierra”.

Al avanzar en el estudio de los sellos, hemos advertido que el color de los caballos tiene una fuerte relación con el cometido del jinete o las características del sello.

Así, lo “blanco” del primer jinete habla de la diplomacia del anticristo (Daniel 7:8 al final dice que el anticristo “hablaba grandes cosas” y Daniel 8:25 dice que “con su sagacidad hará prosperar el engaño en su mano”). Lo blanco del primer jinete también habla de la paz aparente que logrará establecer cuando se manifieste (Daniel 9:27 y 1 Tesalonicenses 5:3).

Lo “bermejo” del segundo jinete habla de la sangre que habrá de correr una vez que el anticristo muestre su verdadera hilacha derribando a tres naciones (Daniel 7:20), comience su carrera militar para conquistar el mundo (Mateo 24:7 y Apocalipsis 13:7) y destruya a todo el que se le oponga (Daniel 8:24-25).

El color “negro” que caracteriza al tercer jinete habla de la hambruna sin precedentes que experimentarán quienes hayan quedado sin ser arrebatados.

Este color habla también del deseo que tendrán los moradores de la tierra de haber muerto en la guerra en lugar de morir de hambre (Lamentaciones 4:9) y del espanto que sufrirán (Ezequiel 4:17).

Ahora vemos que el color del cuarto jinete es “amarillo”. Este color habla de muerte, que es lo que sigue naturalmente a la guerra mundial (segundo sello) y a la hambruna mundial (tercer sello). Tenemos generalmente la tendencia de asociar el color negro con la muerte, pero en realidad es el amarillo el que habla de la muerte.

Esto porque es el amarillo o pálido el color de que tienen los esqueletos o los huesos una vez muerta la carne. Los cadáveres abandonados por doquier como consecuencia de la guerra mundial, el hambre y los ataques, harán que el paisaje se vuelva espeluznantemente de color amarillo.

Recuerden que –según vimos en los primeros párrafos- los juicios apocalípticos se suceden con rapidez. Apocalipsis 1:1 dice que lo que se revelará son “las cosas que deben suceder pronto”, y el original griego allí utilizado para “pronto” es “tachy” que denota rapidez, no cercanía o proximidad en el tiempo. “Tachy” habla de que los juicios se sucederán rápidamente una vez que hayan comenzado. Es por ello que el color de la muerte seguirá inmediatamente tanto a la guerra mundial como a la hambruna.

La asociación del color amarillo con la muerte no solo es establecida por el color de los esqueletos una vez muerta la carne. En efecto, la asociación del color con la muerte aparece más clara aún cuando advertimos que quien monta este cuarto caballo es la Muerte y es seguida por el Hades.

La Muerte se encargará de dar su paga a los cuerpos físicos de los hombres y mujeres que estén morando la tierra, mientras que el Hades se encargará del espíritu de estos. Una cuarta parte de la humanidad será aniquilada como consecuencia de este juicio, tal como surge del versículo. Romanos 5:14 personifica también a la muerte de la misma forma que lo hace el versículo en consideración. La personificación de la muerte, así como del Hades tiene su sentido en la medida de que hace que el concepto sea más intenso y se comprenda mejor.

La mención al Hades nos recuerda que la Muerte no es el fin para los injustos, sino que aún luego de la muerte física sigue el castigo en el Hades. Como dije, la Muerte paga en el cuerpo físico el precio del pecado y el Hades lo paga en el espíritu.

La muerte continuará reinando hasta tanto se cumpla lo establecido en 1ª Corintios 15:26 cuando dice “Y el postrer enemigo que será destruido es la muerte”. Veremos más adelante que tan severa llegará a ser la tribulación cuando lleguen los juicios de las trompetas que “en aquellos días los hombres buscarán la muerte, pero no la hallarán; y ansiarán morir, pero la muerte huirá de ellos” (Apocalipsis 9:6). Mientras eso llegue, vemos a la muerte aniquilando a la cuarta de la humanidad en una forma asombrosamente rápida.

¿Cómo será la aniquilación de esta cuarta parte de la humanidad? Como dije, será rápidamente. Y será “con espada, con hambre, con mortandad y con las fieras de la tierra”.

Como vimos, la muerte será primeramente consecuencia de la guerra producto de la apertura del segundo sello (espada) así como también de la escasez de alimentos producto de la apertura del tercer sello (hambre). Tal como dice la profecía, la Muerte hará su trabajo a través de “la mortandad y las fieras de la tierra”.

La “mortandad” refiere a la pestilencia o las pestes profetizadas por Cristo en: Mateo 24:7, capítulo que como vimos es paralelo a Apocalipsis 6. Al igual que como hemos visto sucede con el maremoto de Asia, los cuerpos muertos sin sepultar seguramente producirán tal pestilencia que darán casi tantas muertes como la guerra del segundo sello o el hambre del tercer sello. No se descarta aquí que la peste también sea producto de una guerra bacteriológica.

No nos debe extrañar que la Muerte y el Hades cumplan con su cometido de dar muerte a una cuarta parte de la humanidad también a través de las fieras de la tierra. Eso se cumplirá literalmente en el futuro y debe evitarse por erróneo cualquier intento de espiritualizar la interpretación del pasaje. La Biblia abunda en ejemplos de juicios o castigos literalmente cumplidos a través de animales o insectos. Tal fue el caso de las plagas de Egipto, las plagas a las que refiere Joel 1:4, las avispas mencionadas en Éxodo 23:28, las langostas en Éxodo 10; las serpientes en Números 21:6, etc.

Tengamos en cuenta que la población mundial habrá disminuido considerablemente como consecuencia de las guerras, el hambre y las pestes, con lo que la población animal aumentará sin control. Además, el abandono de cadáveres por doquier sin tiempo suficiente ni recursos suficientes para enterrar atraerá también a los animales, todo lo cual explica la presencia de fieras a la que refiere la profecía.

Las guerras, el hambre, las pestes y las fieras –que son las vías a través de las cuales actuarán la Muerte y el Hades- son llamadas en Ezequiel 14:21 los “cuatro juicios terribles”. Jeremías ofrece varios ejemplos de cómo reiteradamente Dios utiliza la espada, el hambre y la pestilencia (ver por ejemplo Jeremías 29:17 y 14:12) como vías de ejecución de sus juicios e ira.

Habiendo dejado atrás los cuatro jinetes, consideremos ahora el resto de los sellos, continuando con el quinto.

Apocalipsis 6:9-11 “Cuando abrió el quinto sello, vi bajo el altar las almas de los que habían sido muertos por causa de la palabra de Dios y por el testimonio que tenían.

Y clamaban a gran voz, diciendo: ¿Hasta cuando Señor, santo y verdadero, no juzgas y vengas nuestra sangre en los que moran en la tierra?

Y se les dieron vestiduras blancas, y se les dijo que descansasen todavía un poco de tiempo, hasta que se completara el número de sus consiervos y sus hermanos, que también habían de ser muertos como ellos”.

El primer sello implicó la manifestación de un carismático líder mundial que obtiene una paz aparentemente duradera; el segundo sello desnudó la verdadera identidad de ese líder y trajo consigo una guerra sin fronteras; el tercer sello implicó una hambruna sin precedentes y el cuarto sello permitió a la Muerte y al Hades exterminar la cuarta parte de la humanidad.

Resulta interesante notar que mientras que los efectos de la apertura de estos primeros cuatro sellos se verifican en la tierra, la apertura del quinto sello nos traslada al cielo, más específicamente bajo el altar celestial. No obstante, debe tenerse presente que si bien el quinto sello nos lleva al cielo en la visión, lo que allí veremos es consecuencia de algo que sucedió en la tierra mientras se sucedían los primeros cuatro sellos: una persecución contra cristianos.

Debe descartarse la idea de que en el cielo haya más de un altar, por lo que el altar aquí mencionado es el mismo que el de Apocalipsis 8:3. Allí dice que cuando se abrió el séptimo sello: “Otro ángel vino entonces y se paró ante el altar, con un incensario de oro; y se le dio mucho incienso para añadirlo a las oraciones de todos los santos, sobre el altar de oro que estaba delante del trono”. El altar de oro mencionado aquí al final de este versículo no es un segundo altar, sino que también es el mismo altar referido en Apocalipsis 6:9.

Durante la tribulación el altar celestial guarda una íntima conexión con la ejecución de los juicios de Dios sobre la tierra y los hombres. Es desde este altar que se hacen subir a la presencia de Dios el incienso ofrecido conjuntamente con las oraciones de los santos. Y las oraciones de los santos incluyen el pedido a Dios de que haga justicia sobre la tierra y los hombres, que es precisamente de lo que se trata este periodo que estamos analizando y que llamamos gran tribulación.

Cuando analizamos Apocalipsis 5:8 vimos que los 24 ancianos tenían en sus manos copas de oro llenas de incienso que son las oraciones de los santos. Al analizar Apocalipsis 6:9 vemos entonces que esas oraciones se concentran en pedidos de justicia y que son respondidas por Dios mediante la ejecución de los juicios Apocalípticos. De allí la relación que señalé entre el altar en este periodo y los juicios.

Lucas 18:7 aporta un elemento clave para terminar de comprender cómo el altar y las oraciones que suben desde él están en estrecha relación con la ejecución de los juicios. Dice este pasaje: “¿Y acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a él día y noche? ¿Se tardará en responderles?” En el mismo sentido Mateo 5:6, que dice: "Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados" Mateo 5:6

El antiguo testamento proporciona valiosísima información que ayuda a la comprensión de la Revelación. Ya en Éxodo 30:1 y 37:25-28 teníamos una descripción del altar y de su función, que era el servir para la quema de incienso. Habíamos visto que aquí en Apocalipsis el altar también sirve para hacer subir el incienso y que en este caso el incienso son las oraciones de los santos que piden justicia.

También podemos ver en Éxodo 29:12 un pasaje con íntima conexión al que ahora estamos analizando. Allí se ordena que al momento de la consagración de los sacerdotes, la sangre del becerro sea derramada al pie del altar. Vemos aquí en Apocalipsis 6:9-11 que las almas de los muertos como consecuencia de la Palabra se encuentran en el mismo sitio: al pie o debajo del altar, en el mismo lugar donde se derramaba la sangre de los becerros en la consagración.

En párrafos anteriores quedó demostrado que mientras, por un lado, la iglesia forma parte de las “cosas que son”, por otro lado, los juicios apocalípticos forman parte de las “cosas que han de ser después” de la iglesia (Apocalipsis 1:19 y 4:1).

Siendo esto así, es natural entonces concluir que “los que habían sido muertos por causa de la palabra de Dios y por el testimonio que tenían” no son integrantes de la iglesia, sino que son cristianos post arrebatamiento (1 Tes 4:17).

El mismo pasaje de Apocalipsis 6:9-11 proporciona más argumentos para sostener que tales muertos no son parte de la iglesia. En efecto, vemos que las almas de estos muertos “clamaban a gran voz, diciendo: ¿Hasta cuando Señor, santo y verdadero, no juzgas y vengas nuestra sangre en los que moran en la tierra?”. Pero los integrantes de la iglesia que han sido martirizados o muertos no piden venganza sobre sus ejecutores, sino que piden misericordia.

Tal fue el caso de Esteban según se relata en Hechos 7:58-60 “Y echándole fuera de la ciudad, le apedrearon; y los testigos pusieron sus ropas a los pies de un joven que se llamaba Saulo. Y apedreaban a Esteban mientras él invocaba y decía: Señor Jesús, recibe mi espíritu. Y puesto de rodillas, clamó a gran voz: Señor, no les tomes en cuenta este pecado. Y habiendo dicho esto, durmió”

Vemos entonces que quienes conforman la iglesia asumen una actitud diferente de estos que vemos aquí en Apocalipsis 6:9-11. Mientras que la iglesia pide misericordia por sus ejecutores, éstos aquí piden venganza y juicio.

Existen respetables intérpretes que entienden que entre estos que están debajo del altar, además de los muertos salvos post arrebatamiento, también se encuentran los mártires del antiguo testamento. Citan como argumento lo que Cristo dijo en Mateo 23:35 “Por tanto, he aquí yo os envío profetas y sabios y escribas, y de ellos, a unos mataréis y crucificaréis, y a otros azotaréis en vuestras sinagogas, y perseguiréis de ciudad en ciudad, para que venga sobre vosotros toda la sangre justa que se ha derramado sobre la tierra, desde la sangre de Abel el justo hasta la sangre de Zacarías hijo de Berequías, a quien matasteis en el templo y el altar.”

Estos intérpretes también respaldan su opinión citando Salmos 94:1-3 “Jehová, Dios de las venganzas, Dios de las venganzas, muéstrate. Engrandécete, oh Juez de la tierra; Da el pago a los soberbios. ¿Hasta cuando los impíos, hasta cuándo, oh Jehová, se gozarán los impíos?”

Si bien la argumentación es buena, no creo que deba considerarse correcta. Nótese que el versículo en análisis dice “¿Hasta cuando Señor, santo y verdadero, no juzgas y vengas nuestra sangre en los que moran en la tierra?” Esto sugiere que los ejecutores o verdugos de quienes piden justicia aún están vivos, lo que excluiría la posibilidad de que entre quienes piden justicia se encuentren también los mártires del antiguo testamento.

Tal como he señalado, la apertura del segundo sello mostrará los verdaderos planes del primer jinete (Apo 6:1), o anticristo (1 Juan 2:18), o cuerno pequeño (Daniel 7:8).

Entre estos planes estará la del exterminio de los que se conviertan luego del arrebatamiento, tanto gentiles como judíos.

En cuanto a la persecución general, dicen Apocalipsis 13:7 y Daniel 7:21 “Y se le permitió hacer guerra contra los santos y vencerlos” “Y veía yo que este cuerno hacía guerra contra los santos, y los vencía”. Según lo expresado más arriba, los “santos” aquí mencionados son los convertidos luego de la tribulación. Habiéndosele llamado a la iglesia como tal durante tres capítulos seguidos (Apocalipsis 1,23), no se entendería como luego –a partir del capitulo 4- Apocalipsis podría llamar “santos” a la iglesia.

Y en cuanto a la persecución contra los israelitas que hará el anticristo, dice Zacarías 14:8-9 “Y acontecerá en toda la tierra, dice Jehová, que las dos terceras partes serán cortadas de ella, y se perderán, más la tercera quedará en ella. Y meteré en el fuego a la tercera parte, y los fundiré como se funde la plata, y los probaré como se prueba el oro. El invocará mi nombre, y yo le oiré, y diré: Pueblo mío; y él dirá: Jehová mi Dios”. Este remanente de los de Israel que se salve durante la tribulación cumplirá la profecía de Romanos 11:26 cuando dice “luego todo Israel será salvo”.

La muerte de estos que están bajo el altar se producirá mediante la decapitación y por no haber aceptado el sistema religioso impuesto por el anticristo. Dan fe de estas dos afirmaciones Apocalipsis 20:4 y Apocalipsis 13:15: “y ví las almas de los decapitados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios, los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, y que no recibieron la marca en sus frentes ni en sus manos” “Y se le permitió infundir aliento a la imagen de la bestia, para que la imagen hablase e hiciese matar a todo el que no la adorase”.

En la escena que Juan contempla no está la totalidad de los muertos durante la tribulación. A los que allí aparecen, se les dice “que descansasen todavía un poco de tiempo, hasta que se completara el número de sus consiervos y sus hermanos, que también habían de ser muertos como ellos”. Esto se explica por el hecho de que a esta altura de la ejecución de los juicios apocalípticos, recién estamos aproximadamente en la mitad de la tribulación. Debe notarse que en esta escena están únicamente los cristianos muertos por causa de la Palabra; nada se dice allí de los cristianos muertos por efecto de las guerras o pestes de los primeros sellos.

Debe notarse que la persecución contra cristianos salvos post rapto no comienza con la apertura de este quinto sello, sino que comienza antes. Lo que hace la apertura del sello es revelar que la persecución y ejecución de cristianos venía llevándose a cabo mientras se sucedían los primeros cuatro sellos. Es por ello que al abrirse el quinto sello las almas de estos muertos ya están bajo el altar, lo que nos da a entender que habían muerto antes.

Corresponde dejar bien claro que estas almas NO están en el cielo por haber padecido muerte por causa de la Palabra, sino por haber creído en Cristo Jesús. La muerte como consecuencia de su testimonio es algo anecdótico, siendo en verdad la obra de Cristo la que les da derecho a estar allí. El sufrimiento o la muerte NO abren la puerta al cielo, aún cuando sea por causa del Evangelio. No son las obras las que salvan, por más nobles que éstas sean. Es la fe en la obra de Cristo en la cruz lo único que salva. Dice Gálatas 2:16 “sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de Jesucristo”.

Como ya he dicho en algunos otros epígrafes, durante la tribulación la muerte será consecuencia de la salvación, pero no su causa. La causa seguirá siendo como hoy y siempre la fe en la obra de Cristo en la cruz.

Página: 1  2  3  4  5  6  7  8  9  10  11