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Apocalipsis 8:8-9 “El segundo ángel tocó la
trompeta, y algo como un gran monte ardiendo en fuego fue precipitado en el
mar. La tercera parte del mar se convirtió en sangre, murió la tercera parte
de los seres vivientes que estaban en el mar y la tercera parte de las naves
fue destruida.”
El elemento ardiente que cae sobre la tierra confirma lo ya dicho en cuanto
a que este periodo de la tribulación es aún mucho mas severo que el
comprendido en los primeros sellos. Si bien el término empleado por la
profecía para describir el elemento ardiente es “or'-os” o “montaña” lo más
probable es que lo descrito sea un meteorito. Es mucha la similitud que
existe entre un meteorito cayendo a gran velocidad y un monte que se
precipita, por lo que es procedente la interpretación. A esto debe añadirse
que la Revelación NO dice que lo que caerá será un gran monte sino “algo
como un gran monte”, lo que confirma la identificación con un meteorito
antes hecha.
Nuevamente no existen aquí razones para apartarnos de la literalidad, pues
no constituye ningún absurdo afirmar que un meteorito caerá a la tierra
máxime si tenemos en cuenta las decenas de miles de ellos que están
circulando en órbitas próximas a la de la tierra. El fuego que arde en torno
al “monte” bien puede estar describiendo el efecto que produce la entrada de
un meteorito a la atmósfera terrestre, por lo que la literalidad vuelve a
imponerse.
No es posible afirmar con absoluta certeza cual será el mar en el que caerá
el gran monte ardiendo en fuego o meteorito. Sin embargo,
si partimos de la base de que será en la zona del Mar
Mediterráneo donde se estarán desarrollando los eventos políticos con
relieve profético, entonces bien podríamos afirmar que ése será el mar
afectado por la profecía.
Debemos notar que el meteorito será “precipitado” en el mar. El
original griego es “bal'-lo” y denota violencia en la acción. Es el mismo
verbo utilizado en Apocalipsis 8:7 cuando se dice que
“granizo y fuego mezclados con sangre que fueron
lanzados (bal´-lo) sobre la tierra”. Y también es el mismo
verbo usado en Apocalipsis 8:5 para decir que
“Y el ángel tomó el incensario, lo llenó del fuego del
altar y lo arrojó (bal´-lo) a la tierra”. Esto habla a las
claras de que la violencia será un denominador común en los eventos
apocalípticos que observaremos de aquí en adelante.
La tercera parte del mar será efectivamente transformada en sangre.
No hablamos aquí de que el agua se
parecerá a sangre sino que que se volverá literalmente sangre.
La palabra griega que se traduce como “convirtió” es “ginomai” y
literalmente significa venir a ser, pasar a ser, terminar siendo, ser
transformada, todo lo cual habla de una verdadera transformación del agua.
La conversión del mar en sangre y la muerte de los peces nos llevan
nuevamente en la memoria a los tiempos de Israel en Egipto:
Exo 7:20 “Moisés y Aarón hicieron
como lo mandó Jehová. Alzando la vara, golpeó las aguas que había en el río,
en presencia del faraón y de sus siervos, y todas las aguas que había en el
río se convirtieron en sangre”. Exo 7:21 “Asimismo, los peces que había en
el río murieron; el río se corrompió, tanto que los egipcios no podían beber
de él. Y hubo sangre por toda la tierra de Egipto.”
Nuevamente debo hacer notar aquí que la constante referencia y
memoria que la profecía apocalíptica hace del antiguo testamento y de los
tiempos del Israel antiguo, habla a las claras de la íntima conexión que
existe entre este periodo de la tribulación y esa nación.
No resulta difícil adelantar que a pesar de lo catastrófico del evento, los
hombres seguirán con sus corazones endurecidos, al igual que Faraón:
Exo 7:22 “Pero los hechiceros de
Egipto hicieron lo mismo con sus encantamientos, así que el corazón del
faraón se endureció y no los escuchó, como lo había dicho Jehová.” Exo 7:23
“El faraón se volvió y regresó a su casa, sin prestar atención tampoco a
esto.” Muchos adoptarán idéntica actitud que la de Faraón
dejando pasar así una vez más la oportunidad que brinda Dios en su
misericordia para volverse a El. Apocalipsis 9:20 confirma esto, al decir en
relación a otros juicios que más adelante veremos que
“Los demás hombres, los que no fueron muertos con
estas plagas, ni aun así se arrepintieron de las obras de sus manos”
Entre los efectos de la caída del meteorito o gran montaña ardiendo
en fuego está el de la destrucción de la tercera parte de las naves. No
resulta difícil imaginarse tal consecuencia si se tienen en cuenta las
grandes olas que producirá la caída de ese elemento.
Sofonías, cuando describe el Día del Señor, menciona la destrucción de los
peces del mar y precisamente esta profecía de Apocalipsis 8:8-9 colabora en
gran manera al cumplimiento de lo dicho por el profeta veterotestamentario:
Sofonías 1:3 “Destruiré hombres y bestias, destruiré las aves del cielo
y los peces del mar”.
Apocalipsis Rev 8:10-11 “El
tercer ángel tocó la trompeta, y cayó del cielo una gran estrella ardiendo
como una antorcha. Cayó sobre la tercera parte de los ríos y sobre las
fuentes de las aguas. El nombre de la estrella es Ajenjo. La tercera parte
de las aguas se convirtió en ajenjo y muchos hombres murieron a causa de
esas aguas, porque se volvieron amargas.”
El juicio contenido en la tercer trompeta también se ejecuta a través de un
elemento ardiente proveniente del cielo, en este caso mediante la caída de
un meteorito. Un fenómeno similar veremos al analizar Apocalipsis 9:1. El
hecho de que estos elementos provengan desde el cielo debería hacerle ver al
hombre que es DIOS quien está detrás de las catástrofes que suceden, pero el
hombre endurecerá su corazón y buscará en su finita y rudimentaria ciencia
alguna “explicación” al fenómeno.
A través del profeta Jeremías, Dios anunció siglos atrás:
Jer 9:15 “Por tanto, así dice Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: A
este pueblo yo les daré a comer ajenjo y les daré a beber aguas
envenenadas.” y también dijo: Jer 23:15 “Por tanto, esto dice Jehová de los
ejércitos contra aquellos profetas: "Yo les hago comer ajenjos y les haré
beber agua envenenada, porque de los profetas de Jerusalén salió la impiedad
sobre toda la tierra"
El ajenjo es extremadamente amargo y su filtración en las aguas hace que
éstas no se puedan beber bajo ninguna circunstancia. Basta imaginar las
letales consecuencias que una catástrofe de este tipo traería sobre nuestro
planeta, máxime considerando las ínfimas cantidades de agua dulce con las
que contamos en comparación con las cantidades de agua salada. En este
sentido, la profecía es clara en cuanto a que la disolución de la masa
gaseosa del cometa producirá un daño directo a las fuentes de las aguas y
que este daño se traducirá en muerte para los hombres por efecto de la
amargura.
La escasez de agua potable es ya hoy día un problema mundial. Imagínense
cual será el escenario una vez que la tercera parte de lo poco que queda
pierda potabilidad. La interconexión que existe entre todos los canales de
agua permitirá que la contaminación procedente del cometa rápidamente se
expanda por todos los ríos desde el lugar del impacto.
Nada
indica que las aguas vayan a purificarse pasados algunos días después del
impacto del cometa. Recordemos que los juicios apocalípticos se sucederán
con rapidez una vez que comiencen a suceder, por lo que es de esperar que la
condición de las aguas contaminadas dure hasta la venida del Señor de
Apocalipsis 19.
Algunos intérpretes sostienen que la referencia de la profecía a una
estrella cayendo desde el cielo ardiendo como una antorcha, bien puede
referirse a una erupción volcánica con consecuencias devastadoras nunca
antes vistas. Sin embargo, debo señalar que es preferible mantener la
interpretación de que la revelación efectivamente hace referencia a un
elemento cósmico.
La interpretación de que literalmente es una estrella cayendo se deriva de
que: a) la profecía es clara en cuanto a que el
elemento es una estrella o “aster” que es la misma
palabra que se usa en Mat 2:2 “¿Dónde está el rey de los judíos que ha
nacido?, pues su estrella (“aster”) hemos visto” y b)
el astro proviene del cielo o “ouranos” que es la
misma palabra que usa Hechos 1:10 cuando dice “ Y estando ellos con los
ojos puestos en el cielo (ouranos)"
La profecía no nos informa acerca de la cantidad de muertes que la ejecución
de este juicio implicará. Solo se nos dice “muchos hombres murieron”.
El original griego usado allí es “polus polos” y
ese término denota una cantidad abundante, por lo que es de imaginarse que
el impacto y la contaminación generarán una gran mortandad.
La amargura de aguas producto de la caída del meteorito representará la
amargura anunciada por los profetas para este tiempo. Dios dijo por medio de
Sofonías 1:14 “¡Cercano está el día grande de Jehová!
¡Cercano, muy próximo! Amargo será el clamor del día de Jehová; hasta el
valiente allí gritará.” El sabor amargo es relacionado también con el
fin de los pecadores: Pro 5:3-4 “Los labios de la mujer
extraña destilan miel y su paladar es más suave que el aceite, pero su final
es amargo como el ajenjo”
El ajenjo es usado en la escritura también para representar el fruto de la
idolatría, algo que estará aún más presente durante la tribulación. Dice
Deuteronomio 29:18 “no sea que haya entre vosotros hombre
o mujer, familia o tribu, cuyo corazón se aleje hoy del SEÑOR nuestro Dios
para ir y servir a los dioses de aquellas naciones; no sea que haya entre
vosotros una raíz que produzca fruto venenoso y ajenjo.” Y
precisamente la idolatría es una de las notas características de nuestros
días aunque no tenga por destinatarios dioses de madera o metal como en la
época veterotestamentaria. Bien dice Col 3:5 que
la idolatría también es “fornicación, impureza, pasiones
desordenadas, malos deseos y avaricia”. Y eso también será castigado
durante la tribulación. Es por eso que Col 3:6 agrega:
“Por estas cosas la ira de Dios viene sobre los hijos de desobediencia”.
Este juicio saciará de sabor amargo a aquellos acerca de los cuales dijo el
profeta: Isaías 5:20 “¡Ay de los que a lo malo dicen
bueno y a lo bueno malo; que hacen de la luz tinieblas y de las tinieblas
luz; que ponen lo amargo por dulce y lo dulce por amargo!” Y
este juicio también tendrá como especial fin castigar la continua injusticia
que comete el hombre, la cual es identificada con el ajenjo:
Amos 6:12 dice “¿Por qué habéis convertido vosotros el
juicio en veneno y el fruto de justicia en ajenjo?”
Apocalipsis 8:12 “El cuarto ángel tocó la trompeta, y
fue herida la tercera parte del sol, la tercera parte de la luna y la
tercera parte de las estrellas, para que se oscureciera la tercera parte de
ellos y no hubiera luz en la tercera parte del día, y asimismo en la noche.”
El juicio contenido en
el toque de la cuarta trompeta tiene consecuencias directas en el cielo y
sus elementos. Jesucristo profetizó en Lucas 21:25 "Entonces habrá señales
en el sol, en la luna y en las estrellas, y en la tierra angustia de las
gentes, confundidas a causa del bramido del mar y de las olas. Los hombres
quedarán sin aliento por el temor y la expectación de las cosas que
sobrevendrán en la tierra, porque las potencias de los cielos serán
conmovidas.”
No existen obstáculos para relacionar las profecías de Lucas 21 y
Apocalipsis 8:12 desde el momento que ambas tienen momento de cumplimiento
durante la tribulación y contienen referencia a eventos cósmicos que tienen
por finalidad juzgar la humanidad en los días previos a la segunda venida
visible de Jesucristo.
La profecía que analizamos produce como efecto inmediato un oscurecimiento
sobre la tierra que no tiene precedentes en los registros históricos. El
juicio a través del oscurecimiento tiene un antecedente directo en Exo
10:21-23 cuando Dios castigó a Egipto con tinieblas:
“Jehová dijo a Moisés: Extiende tu mano hacia el cielo, para que haya
tinieblas sobre la tierra de Egipto, tanto que cualquiera las palpe.
Extendió Moisés su mano hacia el cielo, y por tres días hubo densas
tinieblas sobre toda la tierra de Egipto. Ninguno vio a su prójimo, ni nadie
se levantó de su lugar en tres días; pero todos los hijos de Israel tenían
luz en sus habitaciones.”
La iglesia tiene
relación directa con la luz y es completamente ajena a las tinieblas, por lo
que bien podría usarse el hecho de que este juicio suponga oscuridad para
desconectar a la iglesia de la tribulación y afirmar que no pasará por ella.
1Th 5:5 dice “Porque todos vosotros sois hijos de luz e hijos del día; no
somos de la noche ni de las tinieblas”
La oscuridad será el primero de los efectos del juicio contenido en la
cuarta trompeta. A la oscuridad seguirá el temor de todos los hombres tal
como lo describió el mismo Cristo al decir en la profecía de Lucas que “Los
hombres quedarán sin aliento por el temor y la expectación de las cosas que
sobrevendrán en la tierra”.
Pero los efectos del juicio no terminan en la simple oscuridad y en el temor
que sobrecogerá a los hombres. En efecto, el juicio supondrá una catástrofe
sin precedente en la historia de la humanidad por los efectos que producirá
la falta de luz solar sobre la tierra. Basta pensar en las consecuencias que
eso traerá en la producción de mareas, las alteraciones en las cosechas, la
duplicación imprevista del consumo de energía eléctrica, los cambios en las
costumbres animales y posibles cambios de comportamiento, etc.
Los efectos de las tinieblas producto de la oscurecimiento del sol, luna y
estrellas, producirán una serie de efectos en cadena que en su conjunto
conformarán una catástrofe mundial. Como dijo el profeta Isaías “Y mirarán a
la tierra, y he aquí tribulación y tinieblas, oscuridad y angustia; y
quedarán sumidos en las tinieblas". Isa 8:22
Los juicios afectan la tercera parte del sol, la luna y las estrellas y no
se extienden a la totalidad de la luz que estos elementos nos proveen porque
de ser así eso traería como consecuencia la extinción de la humanidad. La
finalidad de la tribulación no es extinguir la humanidad, sino dar al hombre
su juicio y una última oportunidad de arrepentimiento.
Este juicio también caerá sobre Israel, quien también será objeto de juicio
y prueba durante la tribulación. Pero como dice la profecía de Isaías:
“Mas no habrá siempre oscuridad para la que está ahora en angustia, tal como
la aflicción que le vino en el tiempo en que livianamente tocaron la primera
vez a la tierra de Zabulón y a la tierra de Neftalí; pues al fin llenará de
gloria el camino del mar, de aquel lado del Jordán, en Galilea de los
gentiles.” Isa 9:1.
No tengan la más mínima duda de que la tribulación producirá el efecto
querido por Dios tanto sobre el mundo como sobre Israel, nación esta que sin
duda saldrá en victoria de estos juicios como lo previó Dios en Isa 60:2
.... “Porque he aquí que tinieblas cubrirán la tierra y oscuridad las
naciones; mas sobre ti amanecerá Jehová y sobre ti será vista su gloria.
Apocalipsis 8:13 “Miré, y oí un ángel que volaba en
medio del cielo y decía a gran voz: "¡Ay, ay, ay de los que habitan en la
tierra, a causa de los otros toques de trompeta que están para tocar los
tres ángeles!"
La
sola visión del ángel ya transmite de por sí una idea de juicio y castigo.
Como hemos visto al venir analizando Apocalipsis, los ángeles están
íntimamente vinculados con la ejecución de la justicia de Dios y con la
aplicación de la ira divina.
El hecho de que el ángel ocupe el centro de la escena apocalíptica que se
nos muestra es por sí solo demostrativo de la idea de juicio que la profecía
nos quiere transmitir.
El ángel no solo ocupa el centro de la escena descrita en el versículo, sino
que ocupa el centro del espacio aéreo, pues su vuelo es “en medio del
cielo”. Ese trayecto trazado por el ángel también es intencionalmente usado
por el texto bíblico para darnos una idea de la importancia del ángel y del
anuncio que este trae consigo y proclama.
Existen algunas traducciones como La Biblia de las Américas que en lugar de
“angel” dicen “águila”. La traducción como “aguila” no es del todo correcta
pues el original griego es “aggelos” y la idea que transmite este término se
aproxima más a la de ángel ya que significa aggelos=mensajero.
Sin embargo, como decía, algunas traducciones han optado por usar “águila”,
y lo han hecho para dar una mejor idea de la resonancia que tendrá el aviso
del mensajero evocando el chillido de esta ave.
La
importancia del ángel que aparece en escena está dada no solo por el hecho
de que vuela por en medio del cielo sino también por el hecho de que su
anuncio es hecho “a gran voz”.
El anuncio que hace está precedido por un triple “ay” que es por demás
informativo y gráfico de la gravedad de los juicios que se aproximan sobre
la tierra.
Los primeros cuatro toques de trompeta tendrán su efecto inicial sobre la
naturaleza y los elementos cósmicos.
La primer trompeta quemará la vegetación, la segunda contaminará el mar y
los peces, la tercera convertirá en ajenjo los ríos y fuentes de aguas y la
cuarta afectará al sol, luna y estrellas.
Pero, a diferencia de los primeros toques de trompeta, veremos que los
restantes tendrán su efecto inicial sobre la humanidad. Es precisamente por
ello que el anuncio del ángel dice “¡Ay, ay, ay de los que habitan en la
tierra”.
Noten que el ángel es claro en cuanto a declarar quienes serán los
destinatarios directos de los juicios que vienen y es por ello que antecede
su anuncio con un triple AY.
Apocalipsis 3:10 es claro en cuanto a que los juicios contenidos en la
profecía serán para probar y castigar a los que moran la tierra y esto es
confirmado por el ángel que ahora vuela por en medio del cielo. Los que
moran o habitan en la tierra son todos los dejados atrás luego del rapto.
La iglesia no tiene su centro de interés en la tierra sino que su ciudadanía
está en los cielos como dice Phi 3:20 “Pero nuestra ciudadanía está en
los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo.”
Esto conforma un argumento adicional para sostener el rapto pretribulación.
Los juicios
apocalípticos se descargarán sobre los que moran o habitan sobre la tierra y
son ellos los advertidos por el ángel acerca de los juicios que vienen.
¿Necesita la iglesia esta advertencia? O mejor aún ¿cabe en los planes de
Dios castigar a la iglesia siendo que ya Cristo fue castigado por ella según
Isaías 53?.
La venganza solicitada por los mártires de Apocalipsis 6 es respecto de los
que habitan o moran sobre la tierra. Rev 6:10 dice
“Clamaban a
gran voz, diciendo: "¿Hasta cuándo Señor, santo y verdadero, vas a tardar en
juzgar y vengar nuestra sangre de los que habitan sobre la tierra?”
Mal podríamos incluir a
la iglesia entre los que moran o habitan sobre la tierra siendo que es sobre
ellos que se pide venganza y más que nada teniendo en cuenta que a la
iglesia se le adjudica ciudadanía en los cielos, como ya demostré.
La profecía dice
“Ante él
tiemblan los montes, y los collados se derriten. La tierra se conmueve en su
presencia, el mundo y todos los que en él habitan.”
Nah 1:5 Nuevamente noten que
según lo dicho allí los destinatarios de los jucios y quienes sufrirán el
terror de los juicios son los moradores de la tierra.
La Biblia es clara en cuanto a que resulta imposible incluir a los salvos
entre los que moran la tierra. Hablando de los grandes de la fe Heb 11:13
dice
“En la fe murieron todos estos sin haber recibido lo
prometido, sino mirándolo de lejos, creyéndolo y saludándolo, y confesando
que eran extranjeros y peregrinos sobre la tierra.”
Y luego agrega Heb
13:14 “porque no tenemos aquí ciudad permanente, sino que buscamos la por
venir”.
Entonces ....
... teniendo la iglesia ciudadanía en los cielos y siendo los salvos
extranjeros en esta tierra y buscadores de la patria celestial ¿cómo pues
podemos decir que la iglesia pasa por la tribulaicón siendo que esta cae
sobre los moradores de la tierra y siendo que la iglesia no forma parte de
ese grupo?
El anuncio del angel es claro en cuanto a que el triple “ay” es pronunciado
como consecuencia de la severidad de los juicios que vienen contenidos en
los restantes 3 toques de trompeta.
Imaginen cual será la severidad a la que llegarán los juicios que hasta para
el ángel dichos juicios merecen ser precedidos en su anuncio con un triple
“ay”.
Rev 12:12 contiene una advertencia similar a la contenida en el versículo
bajo análisis:
“Por lo cual alegraos, cielos, y los que moráis en ellos.
¡Ay de los moradores de la tierra y del mar!, porque el diablo ha descendido
a vosotros con gran ira, sabiendo que tiene poco tiempo".
Resta solamente decir
que la profecía contenida en este versículo supone una pausa en la ejecución
de los juicios apocalípticos que venimos analizando.
Al avanzar en el estudio de Apocalipsis hemos visto que hay escenas como
ésta que suponen una interrupción o detención en el derramamiento de la ira
divina.
La escena de silencio de Apo 8:1 es un claro ejemplo de esto que digo y
también puedo citar la de Apocalipsis 6:9-10.
Tales pausas en la revelación le dan a las escenas que siguen después un
mayor dramatismo y expectación al tiempo que enmarcan la profecía con una
solemnidad indescriptible.
Otras
pausas que ofrece el texto de la revelación además de las mencionadas y que
suponen una detención en la ejecución de los juicios están en:
Apocalipsis 7, cuando se nos revela tocante a los 144.000 y la multitud
vestida de ropas blancas.
Apocalipsis 8 en la parte que describe al ángel con el incensario.
Apocalipsis 10 cuando describe la escena del ángel con el librito.
Apocalipsis 11 en la parte que revela el toque de la séptima trompeta y la
visión del templo abierto en el cielo.
Y hay otras más que las analizaremos a medida que avancemos en el estudio
del texto.
Por lo pronto, cabe simplemente decir que estas pausas no son casuales sino
que contienen una fuerte significación en la revelación que ya habré de
ampliar cuando llegue el momento.
Hasta ahora, como vimos, las pausas a las que nos hemos visto enfrentados
tienen por fin dotar de mayor solemnidad el inicio de juicios sin
precedentes en la historia.
Las pausas
también tienen por efecto establecer divisiones en la revelación de forma de
que esta pueda ser entendida mejor.
Al mismo tiempo, la suspensión temporal de la ejecución de los juicios
parece obrar como una muestra de misericordia de Dios, quien busca también a
través de la tribulación la humillación del hombre y el consecuente
arrepentimiento.
Como ya hemos visto en el avance de este estudio, el arrepentimiento y la
salvación serán posibles en este periodo, pero como dice la Biblia los
hombres optarán por no acceder a ese último estadio de gracia: "Y los otros
hombres que no fueron muertos con estas plagas, ni aun así se arrepintieron
de las obras de sus manos, ni dejaron de adorar a los demonios, y a las
imágenes de oro, de plata, de bronce, de piedra y de madera, las cuales no
pueden ver, ni oír, ni andar; y no se arrepintieron de sus homicidios, ni de
sus hechicerías, ni de su fornicación, ni de sus hurtos (Apo 9:20-21).
Las letales consecuencias que tendrá en ese periodo la aceptación de Cristo
como salvador y el dolor e incomprensión que los hombres experimentarán por
efecto de los juicios, sin duda serán las dos razones más recurrentes para
desechar la salvación.
Apocalipsis 9:1-2 "El
quinto ángel tocó la trompeta, y vi una estrella que cayó del cielo a la
tierra; y se le dio la llave del pozo del abismo. Y abrió el pozo del
abismo, y subió humo del pozo como humo de un gran horno; y se oscureció el
sol y el aire por el humo del pozo."
El análisis de los tres
toques de trompeta que restan entenderemos el por que del triple "ay" que el
ángel que estaba en medio del cielo pronunció sobre los moradores de la
tierra.
El quinto toque de trompeta tiene por efecto la caída de una estrella del
cielo a la tierra.
Cabe preguntarse aquí si la profecía refiere a una estrella literal o si el
concepto debe ser entendido figurativamente. Corresponde que nos hagamos esa
pregunta en virtud de que los versículos atribuyen a la estrella cualidades
que no son propias de las cosas inanimadas. Dice que "se le dio la llave" y
que la estrella "abrió el pozo del abismo", y estas son dos referencias que
solo pueden ser hechas en relación a un ser animado.
En párrafos anteriores he abundado explicando los criterios que deben regir
la interpretación de la profecía y he dado pruebas de que la literalidad es
la regla (puesto que las profecías pasadas así se cumplieron) y que la
interpretación espiritual o figurativa es la excepción.
Solo debemos proceder interpretando espiritualmente cuando la interpretación
literal nos conduzca a un absurdo. Y éste precisamente es uno de esos casos.
Desde el momento que una estrella no puede tener en su poder una llave y
mucho menos abrir el abismo, debemos entender que el término allí es usado
en sentido figurativo y que refiere a un ser animado.
Al estudiar los anteriores toques de trompeta (Apocalipsis 8:10) vimos que
no existía ningún obstáculo en interpretar el término "estrella" (asteres)
en forma literal puesto que no era descabellado ni absurdo que un astro o
meteorito cayera sobre la tierra.
Ahora, la propia profecía nos da elementos que nos permiten apartarnos solo
por un instante de la literalidad. Pero tal apartamento de la literalidad no
puede llevarnos por caminos de interpretación donde domine nuestra
imaginación.
Por el contrario, siempre que usemos un método espiritual o interpretemos
figurativamente, debemos atender a la interpretación que de ese símbolo o
figura hace la propia Biblia.
Por ejemplo, en Apocalipsis 22:16 el mismo Jesús dice que El es "la estrella
resplandeciente de la mañana" y estamos de acuerdo que eso no significa que
El sea un astro.
En Apocalipsis 1:20 se nos dice que las siete estrellas con las que aparece
Cristo en la visión de Juan son los ángeles de las siete iglesias. Igual
sucede en Apocalipsis 2:1 y 3:1.
Estamos de acuerdo que por más que el original griego usado en esos pasajes
sea el mismo: "asteres", allí no se está usando el término en la misma forma
en que por ejemplo se usa en Apocalipsis 6:13 cuando se dice "y las
estrellas del cielo cayeron sobre la tierra"
Lo que quiero decir es que es el término "estrella" debe ser interpretado
según el contexto y sin pasar por alto las reglas de aplicación y
desaplicación de la literalidad que más arriba hemos comentado.
En este caso, ese contexto y esas reglas de interpretación, imponen que
debamos tomar el término "estrella" de Apo 9:1-2 como haciendo referencia a
un ser inteligente capaz de recibir una llave, conservarla y luego usarla en
la forma que dice la profecía.
El ser
inteligente en cuestión recibe la llave del pozo del abismo y hace que nos
preguntemos que cosa es el abismo, quienes habitan allí y donde está
ubicado.
Apocalipsis 20:3 es un pasaje relevante en la búsqueda de las respuestas a
estas preguntas. Este pasaje dice hablando del encadenamiento y prisión del
diablo al comienzo del milenio ...
"Lo arrojó al abismo, lo encerró y puso un sello sobre él, para que no
engañara más a las naciones hasta que fueran cumplidos mil años. Después de
esto debe ser desatado por un poco de tiempo."
Este pasaje de Apocalipsis 20 nos permite ver que la llave que es entregada
a este ser de Apocalipsis 9 corresponde a un lugar de prisión, de detención
de seres o espíritus malignos.
Al analizar Apocalipsis 9:3 veremos que nada bueno sale de ese pozo una vez
que éste es abierto ...
"Del humo salieron langostas sobre la tierra, y se les dio poder, como el
poder que tienen los escorpiones de la tierra."
Veremos también lo poco amistosas que serán estas langostas y como harán que
los hombres deseen y busquen la muerte en forma colectiva como nunca ha
sucedido en la historia de la humanidad.
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