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La
llave para entender APOCALIPSIS
Por: MiguelG (Miguel
Gallegos, Uruguay)
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Jesucristo, el autor de la revelación contenida en Apocalipsis, nos dio la llave
para entender la profecía de Apocalipsis en una forma clara y sencilla.
Contrariamente a lo que muchos creen y enseñan, Apocalipsis no es un libro
confuso, ni mucho menos oscuro. Apocalipsis viene del griego
“Apokalypsis” y significa “revelación”.
Como “revelación” que es, Apocalipsis no pretende
ocultar la profecía detrás de simbología ni visiones desordenadas. “Apokalypsis”
significa correr el velo, poner a la vista de todos, quitar la
cubierta. Apocalipsis, por ende, debe ser un libro claro, ordenado.
Siendo Apocalipsis una “revelación”, la profecía contenida en el libro no debe
interpretarse espiritualmente ni alegóricamente, sino literalmente.
Interpretar Apocalipsis en forma espiritual o alegórica solo nos llevaría a
esconder la profecía, ocultarla, cuando en realidad Apocalipsis es una
“revelación” (Apocalipsis 1:1).
Cuando Apocalipsis utiliza un símbolo así se aclara por la profecía y el propio
autor de la revelación nos da su interpretación, la cual debe ser tomada
literalmente.
Es en este contexto de “revelación” que su autor, Jesucristo (Apocalipsis 1:1),
nos dio en la misma profecía la clave, la llave, la estructura de la misma, el
orden de los acontecimientos, para que podamos interpretarla correctamente.
Esta es la llave .... Cristo le dice al apóstol Juan:
”Escribe las cosas que has
visto, y las que son, y las que han de ser después de estas”
(Apocalipsis 1:19).
Esta es la clave, la cronología, el orden bajo la cual se suceden los eventos
proféticos contenidos en la revelación.
Vayamos por orden.
Apocalipsis 1:19 anuncia que el libro se divide en 3 partes:
1) Las cosas que has visto
(capítulo 1)
2) Las cosas que son
(capítulos 2 y 3)
3) Las cosas que han de ser después
de estas (capítulos 4 al 22).
¿Qué son cada una de estas cosas? ¿Dónde comienzan y donde terminan cada una de
ellas? Lo veremos en el próximo post de este estudio.
1) Las cosas que has visto (capítulo 1)
¿Qué fue lo que Juan había visto cuando Cristo le dice esto en Apocalipsis 1:19
"Escribe
las cosas que has visto,
y las que son, y las que han de ser después de estas"?
Pues Juan tuvo una visión de Cristo glorificado al comienzo de la revelación que
está contenida en el Capítulo 1 de Apocalipsis, más concretamente en Apocalipsis
1:10–18 ...
"10 Yo estaba en el Espíritu en el día del Señor, y oí
detrás de mí una gran voz como de trompeta,
11 que decía: Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el último. Escribe en un
libro lo que ves, y envíalo a las siete iglesias que están en Asia: a Efeso,
Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardis, Filadelfia y Laodicea.
12 Y me volví para ver la voz que hablaba conmigo; y vuelto, vi
siete candeleros de oro,
13 y en medio de los siete candeleros, a uno semejante al Hijo del Hombre,
vestido de una ropa que llegaba hasta los pies, y ceñido por el pecho con un
cinto de oro.
14 Su cabeza y sus cabellos eran blancos como blanca lana, como nieve;sus ojos
como llama de fuego;
15 y sus pies semejantes al bronce bruñido, refulgente como en un horno; y su
voz como estruendo de muchas aguas.
16 Tenía en su diestra siete estrellas; de su boca salía una espada aguda de dos
filos; y su rostro era como el sol cuando resplandece en su fuerza.
17 Cuando le vi, caí como muerto a sus pies. Y él puso su diestra sobre
mí, diciéndome: No temas; yo soy el primero y el último;
18 y el que vivo, y estuve muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los
siglos, amén. Y tengo las llaves de la muerte y del Hades."
Estas cosas que se describen en el capítulo 1 y que vengo de citar son
“las cosas que has visto”
y refieren a la visión que Juan tuvo de Cristo glorificado.
Esta es la primera parte del libro, la primera división, y representa
el PASADO
al momento en el cual Juan recibió la revelación. En ese momento, mientras Juan
recibía la revelación en la isla de Patmos y escribía, venía de ver a Cristo.
2) "Las cosas que son" (capítulos 2 y 3)
La segunda parte del libro, la segunda división, está comprendida en los
capítulos 2 y 3 de Apocalipsis.
¿Por qué razón “las cosas que son” deben identificarse con los capítulos 2 y 3?
Pues muy sencillo y claro, porque los capítulos 2 y 3 es lo que sigue al
capítulo 1 de Apocalipsis. Como les comenté al principio, Apocalipsis está muy
lejos de ser un libro confuso o desordenado. Apocalipsis 1:19 le da una perfecta
estructura al libro.
Noten por favor que “las cosas que son” (capítulos 2 y 3) siguen, vienen
después, ocurren luego de “las cosas que has visto” (la visión del capítulo 1).
¿A que refieren los capítulos 2 y 3 de Apocalipsis?
A la iglesia, considerada en todos sus tiempos y en todas sus características,
representadas a través de las iglesias de Efeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira,
Sardis, Filadelfia y Laodicea.
Estos dos capítulos contienen mensajes del Señor Jesucristo a 7 iglesias que
existían en la época en que fue dada la revelación.
Pero también deben considerarse como una representación de la Iglesia a través
de todos los tiempos, desde el día de Pentecostés (Hechos 2)
hasta el arrebatamiento (1 Tesalonicenses 4:13-18).
Las 7 cartas contienen una revelación de características de Cristo así mensajes
de reprensión, aliento, promesa, advertencia y, en algunos casos elogios, a
todas las iglesias e integrantes existentes en todos los tiempos.
Así por ejemplo, estas 7 contienen:
* revelaciones de los atributos de Cristo:
"El primero y el postrero, el que estuvo muerto y vivió"
(Apocalipsis 2:8). "He aquí el Amén, el testigo fiel y verdadero, el principio
de la creación de Dios" (Apocalipsis 3:14).
Y pueden ver más de estas características de Cristo reveladas en las cartas en
2:1; 2:12; 2:18; 3:1; 3:7.
* advertencias a la iglesia y sus integrantes acerca
de la mirada constante del Señor y su examen continuo: "Yo
conozco tus obras" (Apo. 2:9; 2:2; 2:19; 3:8, etc.).
"Yo reprendo y castigo a todos los que amo; sé, pues, celoso, y arrepiéntete"
(Apo. 3:19).
* amonestaciones: "Tengo contra
tí, que has dejado tu primer amor. Recuerda, por tanto, de dónde has caído y
arrepiéntete, y haz las primeras obras" (Apo. 2:4).
"Tienes ahí a los que retienen la doctrina de Balaam" (Apo. 2:14); "No he
hallado tus obras perfectas delante de Dios" (Apo. 3:2); "Por cuanto eres tibio,
y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca" (Apo. 3:16),etc.
* reconocimientos: "Yo conozco
(...) tu arduo trabajo y paciencia; y que no puedes tolerar a los malos, y has
probado a los que dicen ser apóstoles, y no lo son, y los has hallado
mentirosos, y has sufrido y has tenido paciencia" (Ap. 2:2-3).
"Retienes mi nombre, y no has negado mi fe, ni aún en los días en que Antipas mi
testigo fiel fue muerto entre vosotros" (Ap. 2:13); "Pero tienes unas pocas
personas en Sardis que no han manchado sus vestiduras; y andarán conmigo en
vestiduras blancas" (Ap. 3:4).
* promesas a la iglesia y sus integrantes:
"Al que venciere le daré a comer del árbol de la vida"
(Apo 2:7); "El que venciere, no sufrirá daño de la segunda muerte" (Apo 3:11);
"Al que venciere le daré a comer del maná escondido" (Apo. 3:17); "Al que
venciere y guardare mis obras hasta el fin, yo le daré autoridad sobre las
naciones" (Apo. 2:26)".
"Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de
la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los
que moran sobre la tierra" (Apo. 3:10); "Al que venciere, yo lo haré columna en
el templo de mi Dios" (Apo 3:12); "Al que venciere le daré que se siente conmigo
en mi trono" (Apo. 3:21).
Entonces, estos dos capítulos hablan de la Iglesia y sus integrantes como las
“cosas que son” ahora, en la actualidad, hoy. La iglesia es el PRESENTE al
momento en que Juan está recibiendo la revelación y es el PRESENTE hoy.
Todas estas cartas a las 7 iglesias están dirigidas a todas las iglesias e
integrantes de todos los tiempos, independiententemente de que sus destinatarias
originales fueron 7 iglesias que existían en la época en que Juan recibió la
revelación.
Noten por favor el caracter universal de las cartas y aplicación a todos los
tiempos en lo que dice la propia profecía ...."El que tiene
oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias" (2:7).
Esto que aparece en Apocalipsis 2:7, se repite en todas las cartas, con lo cual
queda claro que todas ellas se aplican a todas las iglesias en todos los
tiempos: 2:11; 2:17; 2:29; 3:6; 3:13; 3:22.
Finalmente, esta segunda división del libro, la que representa el PRESENTE
contiene una invitación de Cristo a todo aquél que todavía no le ha recibido,
pues AHORA hay tiempo todavía de ser parte de su esposa:
"He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz
y abre la puerta entraré a él, y cenaré con él y él conmigo" (Apo. 3:10)..
Ahora, mientras lees este mensaje, Cristo te está diciendo a
tí esto. El tiempo es ahora.
Con esto, ha quedado presentada la segunda parte del libro, la segunda división,
que representa el PRESENTE, es decir la era de la Iglesia.
3) Las cosas que han de ser después
de estas (capítulos 4 a 22).
Estos capítulos
4 al 22
comprenden la tercera parte en la cual se divide
el libro de Apocalipsis. Estos capítulos revelan el
FUTURO,
lo que sigue a la era de la iglesia de los capítulos 2 y 3.
Para entender qué son son “las cosas que han de
ser después de
estas”,
antes debemos determinar ¿a que cosas se llama
“estas”
en la profecía?
Las cosas que la revelación llama
“estas” son los capítulos 2 y 3,
es decir el presente,
la era de la Iglesia.
Son los capítulos 2 y 3 los que anteceden inmediatamente a los capítulos 4 al
22.
Nótese que allí dice “las cosas que han de ser
después
de estas”.
¿Después de que?
Pues después de los capítulos 2 y 3 que, como ya vimos, representan el PRESENTE,
“las cosas que son”, la Iglesia.
Esto significa que lo que sigue en
los capítulos 4 a 22 son cosas que
seguirán al PRESENTE,
que seguirán a la era de la iglesia y por tanto, son cosas que pertenecen al
FUTURO. Si no fuera así, la profecía no calificaría a los capítulos 4 al 22 como
cosas que serán después de la iglesia.
Por si alguna duda les queda al respecto, presten atención a esto.
Observen con atención de qué forma el comienzo del capítulo 4 confirma
plenamente esto que vengo de exponer y deja en evidencia que lo comienza allí en
el capítulo 4 está en el FUTURO y comienza efectivamente luego que finalice la
era de la iglesia representada por esas 7 iglesias de los capítulos 2 y 3.
Dice Apocalipsis 4:1 .... “Después
de esto
miré y he aquí una puerta abierta en el cielo”.
¿Después de que?
Pues “después de
esto”.
¿Qué es “esto”?
Pues los capítulos 2 y 3 que marcan la era PRESENTE, la era de la iglesia.
El propio Apocalipsis 4:1 anuncia claramente que lo que sigue en la profecía
está cronológicamente ubicado DESPUES DE LA IGLESIA, después de los capítulos 2
y 3.
Y por si alguna duda todavía queda al respecto, en Apocalipsis 4:1 se le vuelve
a decir a Juan “Sube acá, y yo te mostraré las cosas que sucederán
después de estas”.
De nuevo ....¿a qué cosas la profecía llama de
nuevo como
“estas”?
“Estas” son las cosas de las cuales viene de
hablarse en los capítulos 2 y 3, es decir, la iglesia, la era PRESENTE.
Noten que Apocalipsis 4:1 anuncia que lo que se revelará a continuación y en el
resto de los capítulos del libro
“SUCEDERÁN
DESPUES” DE LA IGLESIA.
Y Apocalipsis 4:1 hace esta importantísima
revelación
dos veces,
confirmando así lo que dice Apocalipsis 1:19 en cuanto a
la
división del
libro en tres partes: PASADO (capítulo 1), PRESENTE (caps. 2 y 3) y FUTURO
(caps. 4 a 22).
Tenemos entonces que el propio Cristo nos dio la
estructura de la revelación, el orden de sucesos, la llave para interpretar
Apocalipsis:
1) Las “cosas que has visto”
representan o son el PASADO, están constituidas
por la visión de Cristo glorificado que vió Juan y son el capítulo 1.
2) Las “cosas que son”
representan o son el PRESENTE, están constituidas
por la era de la IGLESIA y son los capítulos 2 y 3 de la revelación. Las 7
iglesias mencionadas en estos capítulos son una imagen de toda la iglesia a
través de los tiempos desde Pentecostés hasta el Arrebatamiento.
3) Las “cosas que han de ser después
de estas”
representan el FUTURO, están constituidas por las
“cosas que sucederán después” de la iglesia, y son los capítulos 4 a 22 de la
revelación. Esto es confirmado por el propio capítulo 4 cuando en su versículo 1
anuncia DOS VECES que lo que sigue son las “cosas que sucederán después” de la
iglesia.
En el próximo post analizaré
qué es lo que divide PRESENTE Y
FUTURO
en esta profecía. Es decir, en que momento se pasa de Apocalipsis 2 y 3 al
cumplimiento de Apocalipsis 4 a 22 y cual es el hecho determinante de que se
produzca tal importante quiebre en el tiempo.
Tengan presente la bendición especial que este libro de Apocalipsis contiene ...
"Bienaventurado el que
lee,
y los que
oyen
las palabras de esta profecía, y
guardan
las cosas en ella escritas; porque el tiempo está cerca" Apocalipsis 1:3.
DEL PRESENTE (caps 2 y 3) AL FUTURO (caps. 4 a 22)
¿Cómo se pasa del PRESENTE, es decir de la era de la Iglesia,
al FUTURO, es decir a la tribulación de 7 años, la venida de Cristo, el milenio
y la eternidad?
¿Qué hecho es el que divide el tiempo de Apocalipsis
entre PRESENTE y FUTURO?
¿Qué evento marca el pasaje desde los capítulos 2 y 3 al capítulo 4 y
siguientes?
¿Qué cosa es lo que marca el fin de la era de la iglesia sobre
la tierra? ¿Qué es la línea que divide el tiempo?
Pues la respuesta está en 1 Tesalonicenses 4:16-17
.....
“Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel,
y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo
resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado,
seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en
el aire, y así estaremos siempre con el Señor”
El arrebatamiento determina el encuentro del Señor con todos los salvos
integrantes de la iglesia desde Pentecostés hasta ese momento.
Los integrantes de la iglesia que estén muertos serán resucitados y los que
estemos vivos seremos transformados.
Ambos grupos serán reunidos con el Señor. Ambos grupos se encontrarán con el
Señor simultáneamente ...
“nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida
del Señor, no precederemos a los que durmieron” (1 Tesalonicenses 4:15).
Mediante el arrebatamiento se cumplirá lo que el Señor anunció en Juan 14:3
cuando dijo ....
“Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez y os
tomaré a mi mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis”.
Este evento del arrebatamiento será lo que marcará el fin de la era de la
iglesia sobre la tierra.
Este es el fin de “las cosas que son”, el fin de lo que es PRESENTE en
Apocalipsis.
Apocalipsis no describe el arrebatamiento, este evento que se ubica entre el fin
del capítulo 3 y el comienzo del capítulo 4, porque el fin de Apocalipsis es
revelar el orden de sucesos que supondrá el día del Señor, es decir la
tribulación, los juicios de Dios y la instauración de su reino sobre la tierra.
El fin de Apocalipsis es revelar como se consumará y como concluirá el plan de
Dios.
El arrebatamiento ocurre mucho antes de todos los eventos descritos en
Apocalipsis y que constituyen la tribulación de 7 años.
La iglesia no está puesta para ira (1 Tes 5:9) por tanto ninguna relación tiene
con los eventos que profetiza Apocalipsis, sino hasta el momento en que se
anuncia la llegada de las bodas del Cordero en Apocalipsis 19.
De allí que el arrebatamiento no se describa. Sin embargo, la estructura dada
por Apocalipsis 1:19 claramente indica que tal evento ocurrirá antes que
comience a sucederse el capítulo 4.
Será este evento, el fin de la era de la iglesia a través del arrebatamiento, lo
que determinará el comienzo del cumplimiento de las “cosas que han de ser
después de estas” (Apocalipsis 1:19) o las “cosas que sucederán después de
estas” (Apocalipsis 4:1).
Toda la revelación dada a partir del capítulo 4 es vista
DESDE EL CIELO. Esto confirma que la iglesia se encuentra en el cielo
mientras se suceden los eventos descritos a partir de ese capítulo.
El hecho de que la iglesia NO VUELVA A SER MENCIONADA
a partir del capítulo 4 también confirma que la Iglesia no está presente en la
tierra mientras se sucede la tribulación de 7 años.
La circunstancia de que sean los 144.000 sellados (Apo 7),
los 2 testigos (Apo 11) y un ángel (Apo 14:6) quienes prediquen el
evangelio mientras se suceden los capítulos 4 a 22 también confirma la ausencia
de la iglesia sobre la tierra.
La iglesia recién vuelve a mencionarse en Apocalipsis 19:7
cuando aparece allí como la esposa del Cordero, lo cual termina de
confirmar que NO está en la tierra mientras se sucede lo que Apocalipsis llama
“las cosas que han de ser después” de la iglesia.
A modo de conclusión ...
Cristo mismo nos dio en su revelación profética la clave, la llave, para
entender Apocalipsis.
El libro se divide en tres partes que se suceden una después de la otra, en
el orden cronológico indicado por la propia profecía:
PRIMERO, lo que SUCEDIÓ: la visión de Cristo que vio Juan y que está
en el PASADO (capítulo 1).
SEGUNDO, lo que SUCEDE: la era de la iglesia (capítulos 2 y 3, desde
Pentecostés hasta el Arrebatamiento).
TERCERO, lo que SUCEDERÁ: la tribulación (durante la cual la iglesia
no estará presente en la tierra), la venida de Cristo en gloria, el milenio
y la eternidad (capítulos 4 a 22).
El arrebatamiento de la Iglesia es lo que marca, lo que define, lo que
determina, lo que fija la línea de tiempo entre el PASADO y el FUTURO en
Apocalipsis, lo que marca la línea de tiempo entre el capítulo 3 y el
capítulo 4 y siguientes.
Todo esto nos da la clave para entender el Apocalipsis.
Todo esto nos permite concluir que la iglesia estará en el cielo cuando
comience Apocalipsis 4 y 5 y, por tanto, no estaremos en la tierra cuando
comience la tribulación que se describe a partir del capítulo 6, sino que
estaremos con el Señor.
“Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras” (1
Tesalonicenses 4:18).
Apocalipsis 4:1 “Después de esto
miré, y he aquí una puerta abierta en el cielo; y la primera voz que oí, como de
trompeta, hablando conmigo, dijo: Sube acá, y yo te mostraré las cosas que
sucederán después de estas”
“Después de esto” significa que lo que sigue a partir
de Apocalipsis 4 y a través de todo el resto del Apocalipsis, son eventos que
sigue a la era de la iglesia, al rapto. No abundaré en detalles sobre esto pues
creo que ha quedado suficientemente esbozado . Bajo esta expresión debemos
entender “después de la era de la iglesia” ya que lo que precede a este
versículo son los capítulos 2 y 3. Todo está en un todo de acuerdo con la
estructura del libro dada en Apocalipsis 1:19.
“He aquí una puerta abierta en el cielo”. Apocalipsis
nos traslada a partir de este momento del estudio al cielo y desde allí es que
serán vistos los acontecimientos que siguen en el resto del libro. Debemos
recordar que la iglesia ya no estará en la tierra cuando Apocalipsis 4:1
comience a suceder. Una vez que Juan sube al cielo, entonces ve el desarrollo de
los acontecimientos apocalípticos desde allí, desde arriba, no desde la tierra.
De igual forma los veremos nosotros, la iglesia, que no aparecemos mencionados a
partir de este momento sino hasta Apocalipsis 19. Este pasaje, pues, nos
traslada en nuestro estudio al cielo y desde allí es que veremos lo que sigue.
“Y la primera voz que oí, como de trompeta, hablando conmigo,
dijo: Sube acá, y yo te mostraré las cosas que sucederán después de estas”.
Hay algunos serios estudiosos de la profecía que ven en este versículo la
descripción del arrebatamiento de la iglesia.
Tienen buenas razones para sostener esto como les mostraré a continuación.
El versículo describe el arrebatamiento de Juan al cielo justo en el momento en
que termina el capítulo 3 y comienza el capítulo 4, es decir justo en el momento
que termina la era de la iglesia.
Dicen además que Juan representa a la iglesia por cuanto Juan es miembro de la
iglesia, Juan es uno de las columnas pilares de la iglesia según Gálatas 2:9 y
aún parte de los cimientos de la iglesia como todos los apóstoles según Efesios
2:20. Dicen estos estudiosos que al revestir Juan todas estas características,
entonces Juan no puede ser separado de la iglesia. Consecuentemente, señalan que
el arrebatamiento de Juan al cielo descrito en 4:1 es en realidad también el
arrebatamiento de toda la iglesia.
Existen más argumentos para sostener que el rapto de Juan descrito en 4:1 es el
rapto también de la iglesia.
En efecto, el verso 4:1 habla de una voz como de trompeta y eso coincide con la
trompeta que sonará cuando ocurra el rapto según 1 TES 4:16 y 1 COR 15:52. Bajo
esta interpretación, quienes seamos arrebatados escucharemos al momento del
rapto la voz del Señor diciendo esto mismo que dice Apocalipsis 4:1 “sube acá”.
El llamado es repentino, la voz es como de trompeta, está ubicado justo después
de la era de la iglesia, Juan es un miembro de la iglesia, por lo tanto bien se
podría decir que es el llamado que ser hará a la iglesia cuando suceda el rapto.
Sin embargo, si bien reconozco que la interpretación de que el rapto de Juan es
el rapto de la iglesia es defendible y tiene buena base bíblica, debo
confesarles que no creo que podamos defenderla sin dejar lugar a la duda.
Es una interpretación que considero muy seria, pero debemos tener en cuenta
varias cosas:
1) 4:1 solo nos habla de Juan y no de la iglesia;
2) cuando Apocalipsis quiere referirse a la iglesia la llama “iglesia” o
“esposa” tal como podemos ver en los capítulos 2, 3 y 19.
3) 4:1 deja claro en todo momento que la voz le habla a Juan y que la
orden de que subiera es a los efectos de que se le fueran mostrado las cosas que
seguirían a la era de la iglesia.
4) Ese rapto de Juan es un rapto que tiene una finalidad distinta a la
del rapto de la iglesia. La iglesia será raptada antes de la tribulación para
estar con Cristo según Juan 14:3, ser librada de la hora de la prueba según
Apocalipsis 3:10, ser juzgada ante el Tribunal de Cristo según Romanos 14:10 y
celebrar las bodas del Cordero según Apocalipsis 19:7. En cambio, el rapto de
Juan tiene por finalidad mostrarle a Juan la revelación de lo que sigue a la era
de la iglesia.
Entonces, si bien identificar el rapto de Juan con el rapto de la iglesia tiene
cierta base bíblica, considero que estas cuatro cosas que vengo de anotar deben
dejar lugar a la duda. Podemos adoptar la interpretación que vengo de esbozar,
pero debemos ser prudentes y tener en cuenta las cuestiones anotadas en los
puntos 1 a 4.
De lo que no hay duda es que al comienzo de este capítulo la iglesia ya no
estará en la tierra al igual que no lo estará mientras se desarrollan los
capítulos 4 en adelante. Ello fue abundantemente fundado y no considero que
debamos volver sobre ello. También oportunamente ya expliqué que considero que
el rapto de la iglesia no está descrito en Apocalipsis. Sabemos que se
cronológicamente se ubica entre el final del capítulo 3 y el comienzo del
capítulo 4. Es el rapto de la iglesia lo que marca el pasaje de la era presente
(capítulos 2 y 3) al futuro (capítulos 4 a 22). El rapto es la línea de tiempo
que separa el presente del futuro y lo que disparará el cumplimiento de los
capítulos 4 a 22 de Apocalipsis. El rapto no puede ocurrir en otro momento que
no sea antes del comienzo del capítulo 4 pues así lo impone la estructura dada
en Apocalipsis 1:19 y todo el contexto bíblico.
Apocalipsis 4:2
“Y al instante yo estaba en el Espíritu; y he aquí, un trono
establecido en el cielo, y en el trono, uno sentado.”
Lo que ocurre aquí es consecuencia directa del “sube acá” que vimos en el
versículo anterior. Juan vio una puerta abierta en el cielo y fue llamado a
subir.
El efecto inmediato de ese llamado es que Juan se encuentra en el Espíritu, es
decir se encuentra transportado al cielo espiritualmente. Si bien las versiones
habla del “Espíritu” con mayúsculas y ello podría hacer pensar que la referencia
es al Espíritu Santo, parece más prudente sostener que en realidad Apocalipsis
4:2 habla del espíritu de Juan y no del Espíritu Santo.
En Apocalipsis 1:10 Juan también nos menciona que estaba en el Espíritu al
comenzar a recibir la revelación y parece más razonable pensar que el versículo
habla de un traslado del espíritu de Juan, una situación espiritual a tal nivel
que resultaba apta para recibir la revelación. Pablo había experimentado una
situación similar según podemos ver en 2 Corintios 12:2-4 donde se relata que
fue arrebatado hasta el tercer cielo y donde relata que se le revelaron cosas
que no puede revelar.
Debemos tener en cuenta que las revelaciones de Dios no caben en ninguna mente
humana. Es por ello que es necesario que Juan estuviera en una situación
espiritual especial para recibir la profecía de Apocalipsis. Eso explica la
razón por la cual Juan estaba en el espíritu cuando comenzó a recibir la
revelación en Apo 1:10 y por qué también lo estaba ahora en Apo 4:2.
El trono establecido en el cielo del cual habla el versículo, es el trono de
Dios. El profeta Ezequiel había tenido la misma visión según podemos leer en
Ezequiel 1:26-27 donde dice “Y sobre la expansión que había
sobre sus cabezas se veía la figura de un trono que parecía de piedra de zafiro;
y sobre la figura del trono había una semejanza que parecía de hombre sentado
sobre él”.
El trono nos da la idea de absoluta soberanía de Dios y en este contexto
apocalíptico nos da principalemnte la idea de juicio. El ver el trono a esta
altura de la revelación ya nos da la idea de que Dios está a punto de intervenir
y sus juicios están a punto de desatarse, tal como sucederá a partir del
capítulo 5 y siguientes.
Dice el Salmo 9:7 “Pero Jehová permanecerá para siempre; ha
dispuesto su trono para juicio”, con lo cual se reafirma esta idea que
expresé antes de que el trono así como se nos muestra nos sugiere el pronto
comienzo de los juicios. Esta escena que se nos presenta me recuerda lo que dice
Zacarías 3:13 “Calle toda carne delante de Jehová; porque él se ha levantado de
su santa morada”. El panorama que tenemos ante nuestros ojos de un trono
establecido y a Dios sentado en él, nos habla de juicio, de que Dios está listo
para comenzar a desencadenar la serie de eventos finales, de la tribulación que
vendrá y que se desarrollará en los capítulos 6 en adelante.
Dios siempre ha estado y estará en su trono absoluto y soberano. Pero el hecho
de que aquí ese trono se nos muestre nos habla de una pronta acción de Dios
sobre la tierra y la creación.
Apocalipsis 4:3 "Y el aspecto
del que estaba sentado era semejante a piedra de jaspe y de cornalina; y había
alrededor del trono un arco iris, semejante en aspecto a la esmeralda."
La profecía
continúa describiéndonos el trono, centrando ahora nuestra atención sobre quien
está sentado en él, es decir, Dios.
Juan no da una descripción detallada de Dios y ello por varias razones. Primero
porque Dios está cubierto de luz que impide una descripción. Dice 1 Timoteo 6:16
que Dios habita en luz inaccesible y que ninguno de los hombres ha visto ni
puede ver. Y dice el Salmo 104:2 que Dios se cubre de luz como vestidura.
Segundo, Juan no puede describir en detalle porque sencillamente no hay palabras
para describir a Dios.
Entonces lo que hace la profecía revelada a Juan es establecer semejanzas. Dice
que el aspecto de Dios es semejante a piedra de jaspe. Esto coincide con
Apocalipsis 21:11 donde dice hablando de la nueva Jerusalén y de la gloria de
Dios "Y su fulgor era semejante al de una piedra preciosísima, como piedra de
jaspe, diáfana como el cristal". La piedra jaspe es de color blanco y se
caracteriza por su brillantez. El jaspe puede interpretarse como símbolo de
pureza y santidad, los cuales son atributos por excelencia de YHWH. Si leemos
Apocalipsis 21:19 veremos que esta piedra, el jaspe, es el primer cimiento de la
nueva Jerusalén.
A diferencia del jaspe, la cornalina es roja. Según Apocalipsis 21:20 es el
sexto de los fundamentos de la nueva Jerusalén. Simboliza la ira de Dios y los
juicios a través de los cuales esta ira se ejecuta.
En este contexto de preparación de juicio apocalíptico en el cual nos estamos
adentrando, tiene fundamento decir que el jaspe y la cornalina en el trono de
Dios, nos están hablando de que la ira de Dios está a punto de derramarse, los
juicios están por comenzar (cornalina) y que esos juicios serán justos y santos
(jaspe), tal como es propio de nuestro Dios. Tal como dice Apocalipsis 19:2 los
juicios (cornalina) son "verdaderos y justos" (jaspe).
El arco iris que aparece alrededor del trono representa algo maravilloso, la
paciente y grande misericordia de Dios. El arco iris nos recuerda el pacto que
Dios hizo con Noé respecto a que no volvería a destruir la tierra mediante
diluvio según está escrito en Génesis 9:13-16. El arco iris es un símbolo de la
fidelidad de Dios en el cumplimiento de sus pactos, es un símbolo de su amor, de
su misericordia. La Biblia dice que "es tardo para la ira y grande en
misericordia y verdad" (Éxodo 34:6).
El color del arco iris es de color esmeralda, es decir un color similar al
verde, lo cual viene a atemperar en parte el color de la cornalina. Es decir, la
misericordia de Dios viene a atemperar su ira. La significación de esto es
enorme teniendo en cuenta que estamos en el contexto de los juicios
apocalípticos. Esto nos habla de que Dios tendrá misericordia (arco iris) aún
una vez que haya sido quitada la iglesia de la tierra y hayan comenzado los
juicios apocalípticos (cornalina y jaspe). La salvación seguirá siendo posible
aún luego del arrebatamiento de la iglesia, siempre claro está a través de la fe
en la obra de Cristo en la cruz, pero tal salvación luego del rapto tendrá como
consecuencia la persecución y la muerte del creyente (Apocalipsis 20:4).
En síntesis, el versículo en cuestión nos da una enseñanza acerca de la pureza,
la santidad, la ira y el juicio de Dios y por sobre todo, nos enseña que Dios
seguirá siendo misericordioso mientras se ejecuten los juicios apocalípticos,
porque El es el mismo ayer, hoy y siempre !!!!! (Hebreos 13:8).
Al tratar el próximo versículo nos encontraremos con 24 ancianos que rodean este
trono. Analizaremos si son la representación de la iglesia o, si por el
contrario, son seres celestiales especiales diferentes a la iglesia. Este es un
tema bastante discutido, pero creo que la Escritura aporta suficientes elementos
como para que podamos tener tranquilidad de tener una interpretación correcta,
no privada, sino proveniente del Espíritu.
Apocalipsis 4:4 “Y alrededor del
trono había veinticuatro tronos; y vi sentados en los tronos a veinticuatro
ancianos, vestidos de ropas blancas, con coronas de oro en sus cabezas”.
Como les
adelanté en el último post, este versículo ha dado lugar a dos interpretaciones.
Hay quienes entienden que estos 24 ancianos representan a la iglesia y quienes
entienden que son seres celestiales que revisten determinada jerarquía.
Rápidamente les daré los argumentos que existen a favor de cada una de estas
interpretaciones y les comentaré cual entiendo que es la que tiene mayor base
bíblica y es más prudente sostener. Les pido que por favor lean el post con una
Biblia a mano, como siempre debe ser, así pueden leer las citas bíblicas que
pongo.
A favor de que los 24 ancianos son la iglesia tenemos:
· Estos 24 ancianos cantan una canción de salvación, alabando a Cristo por haber
sido redimidos (pueden ver esta alabanza en Apocalipsis 5:8-10).
· Están sentados en tronos y a la iglesia precisamente se le prometieron tronos
según vemos en Mateo 19:28 y Apocalipsis 3:21.
· Tienen coronas y coincide conque a la iglesia se le prometieron coronas según
lo dice Apocalipsis 2:10 (corona de la vida) y 3:11 y 1 Pedro 5:4 (corona
incorruptible de gloria).
· Se dice de ellos que son reyes y sacerdotes según podemos ver en Apocalipsis
5:10 y eso coincide con el hecho de que los integrantes de la iglesia también
somos reyes y sacerdotes según 1 Pedro 2:5 y 9 (sacerdotes) y Apocalipsis 1:4
(reyes y sacerdotes).
· El número 24 es simbólico del llamado de la iglesia al sacerdocio. El
sacerdocio judío se dividía en 24 turnos según podemos comprobar leyendo 1
Crónicas 24:1-19. Otra explicación para el número 24 sería que representa tanto
las 12 tribus de Israel como los 12 cimientos de la iglesia que son los
apóstoles.
Ahora bien, estos argumentos que vengo de enumerar parecen ser bastante
convincentes como para sostener que los 24 ancianos son la iglesia. Sin embargo,
hay algunas cuestiones que esta interpretación no ha podido resolver y que me
han llevado últimamente a rechazar la idea de que esos 24 ancianos sean la
iglesia.
Ello no afecta en lo más mínimo la verdad bíblica ya comprobada y establecida de
que la iglesia no estará en la tierra cuando comience Apocalipsis 4.
Estas razones que últimamente me han llevado a entender que la interpretación
más prudente y correcta es que estos 24 ancianos no son la iglesia, sino 24
seres celestiales de jerarquía, son las siguientes:
· Al comenzar el capítulo 4, si bien la iglesia ya está en el cielo, todavía no
ha sido galardonada como para que ya esté en posesión de coronas.
· Cuando Apocalipsis usa símbolos así lo deja claro y nos da su interpretación o
nos remite a otro pasaje para que obtengamos su interpretación. En este caso se
nos habla de 24 ancianos sin que la profecía deje lugar a entender que se está
hablando de un símbolo de la iglesia, por ejemplo. Son 24 ancianos literalmente.
· Si decimos que los 24 ancianos son simbólicos, entonces también deberemos
volver simbólicos otros pasajes de Apocalipsis y eso entorpecería el
entendimiento de la profecía. Como les dije en el post 1, Apocalipsis es
Revelación, es correr el velo, hacer luz, y como tal es clara.
· Si analizamos el contexto de todo Apocalipsis, veremos que la profecía no nos
da a entender que estos 24 ancianos sean un grupo simbólico. Podemos ver en
Apocalipsis 7:14 que Juan se dirige a uno de los ancianos hablándole como a UN
individuo y no a un grupo. Si leemos Apocalipsis 5:5 y 7:13 también podremos
comprobar allí que los ancianos actúan en forma individual y no conjuntamente
como símbolos de una colectividad.
Por estas últimas razones, es más prudente decir que estos 24 ancianos en
realidad son lo que la profecía dice que son: 24 ancianos y no un símbolo. La
iglesia ya estará en el cielo cuando la profecía llegue a este momento, pero no
representada en estos 24 ancianos. Lo más prudente es interpretar este versículo
refiriéndose a 24 seres celestiales a los cuales se les llama ancianos por su
jerarquía celestial.
Veremos en el versículo 6 que se nos habla de cuatro seres vivientes y allí
entenderemos que también estos seres forman parte de la jerarquía celestial. Ya
sabemos que existe una jerarquía de ángeles, arcángeles, serafines, querubines.
Por tanto nada impide que exista otra categoría y jerarquía de seres celestiales
y que estos 24 ancianos al igual que los 4 seres vivientes sean parte de esa
categoría de seres.
Se vuelve aún más razonable y prudente sostener que estos 24 ancianos son seres
celestiales de jerarquía si tenemos en cuenta que este versículo se encuentra en
un contexto de descripción del cuadro de jerarquía celestial.
Apocalipsis 4:5 “Y del trono salían
relámpagos y truenos y voces; y delante del trono ardían siete lámparas de
fuego, las cuales son los siete espíritus de Dios”.
Los
relámpagos y truenos que Juan vio y escuchó bien pueden estar anunciando el
juicio de Dios que está por comenzar y que se concreta en los sellos, trompetas
y copas que veremos más adelante. Es el presagio del juicio que viene, que está
a punto de comenzar.
En Apocalipsis 4:3 se menciona la cornalina para describir el aspecto de Dios en
el trono y vimos que el color de la cornalina habla de juicio. También vimos que
el arco iris habla de la misericordia de Dios (recordar pacto de Dios con Noé),
la cual estará presente aún mientras se estén ejecutando los juicios.
Dice Hebreos 4:16 hablando del trono “Acerquémonos, pues, confiadamente al trono
de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno
socorro”. El comienzo de los 7 años de tribulación hace que el trono de gracia
del cual habla este pasaje de Hebreos vaya tomando aspecto de un trono de
juicio.
El significado de las siete lámparas de fuego está dado por la misma profecía.
Se nos dice que son los siete espíritus de Dios. Estos siete espíritus son el
Espíritu Santo, el cual también se nos presenta conformando este trono de juicio
de Dios. Apocalipsis 1:4 habla de estos siete espíritus y aporta más elementos
para poder afirmar sin temor a equivocarnos que efectivamente son el Espíritu
Santo. Efectivamente, si leen Apocalipsis 1:4-5 verán como allí se nos habla de
la trinidad y como el pasaje no deja lugar a dudas de que los siete espíritus
son la tercera persona de la trinidad, es decir, el Espíritu Santo.
Comparen la descripción que nos da Apocalipsis 4:5 con la dada en Apocalipsis
22:1 respecto a este mismo trono que es el trono que se nos describe en la
eternidad ... “Después me mostró un río limpio de agua de vida, resplandeciente
como cristal, que salía del trono de Dios y del Cordero”. Podemos ver como
después de los juicios y el milenio, el trono de Dios deja su aspecto de juicio
y retoma su aspecto de bendición y gracia representados por este río que
resplandece como cristal.
Apocalipsis 4:6 “Y delante del trono
había como un mar de vidrio semejante al cristal; y junto al trono, y alrededor
del trono, cuatro seres vivientes llenos de ojos delante y detrás”.
Apocaipsis 4:7 “El primer ser
viviente era semejante a un león; el segundo era semejante a un becerro; el
tercero tenía rostro como de hombre; y el cuarto era semejante a un águila
volando”
Apocalipsis 4:8 “Y los cuatro seres
vivientes tenían cada uno seis alas, y alrededor y por dentro estaban llenos de
ojos; y no cesaban día y noche de decir: Santo, santo, santo es el Señor Dios
Todopoderoso, el que era, el que es, y el que ha de venir”
Empecemos por el “mar de vidrio semejante al cristal”.
Noten que la profecía habla de algo “como” un mar de vidrio. No dice que sea un
mar, sino algo que parece un mar. El hecho de que sea de vidrio habla de
limpieza, claridad, pureza. Un mar generalmente es oscuro, difícil de penetrar
con la vista. Sin embargo este mar es transparente. Esto nos habla de que
delante de Dios no hay secretos, nada se le oculta, nada permanece oculto para
El. Esto trae a mi mente aquello que Cristo nos dice “Yo conozco tus obras” (en
Apo 2:2 y todas las otras cartas a las iglesias). También me recuerda Jeremías
11:2 cuando dice que Dios escudriña el corazón y la mente de los hombres. Nada
le es oculto a Dios y el mar de vidrio también nos habla de eso.
Más adelante en la profecía, veremos como este mar de vidrio de Apo 4:6 se
mezcla con fuego en cuando estén sobre el los que hayan “alcanzado la victoria
sobre la bestia y su imagen” (Apo 15:2).
Sigamos con los cuatro seres vivientes, los cuales
veremos que son seres con jerarquía en el cielo. Puede establecerse algún
paralelismo entre estos cuatro seres vivientes de Apocalipsis y los seres que se
mencionan en Ezequiel 1:4-28 y 10:15,20. Si bien uno puede sentirse tentado a
decir que Apocalipsis y Ezequiel hablan de los mismos seres, debemos notar que
si bien hay grandes similitudes también hay grandes diferencias. Los cuatro
seres de Apocalipsis tienen seis alas, mientras que los de Ezequiel tienen
cuatro alas. Los seres de Ezequiel tienen cuatro rostros, en cambio los de
Apocalipsis solo tienen uno, y otras diferencias.
Estos seres vivientes están “llenos de ojos delante y detrás”.
El hecho de que estén “llenos” nos da una idea de completitud. Y si esto lo
combinamos con que están completos de “ojos”, entonces tenemos que son seres que
tienen una visión completa, visión que nos habla de conocimiento, capacidad de
discernimiento, de que nada se les oculta, de que conocen todo. Apo 4:8 nos
agrega que también estaban llenos de ojos por dentro, lo cual reafirma la idea
de que todo lo ven, absolutamente todo.
Isaías 6:2 nos habla de los serafines y dice: “Por encima de él (habla del
Señor) había serafines; cada uno tenía seis alas; con dos cubrían sus rostros,
con dos cubrían sus pies, y con dos volaban”. Estos cuatro seres vivientes de
Apocalipsis 4 tienen en común con los serafines de Isaías el número de alas,
aunque en el caso de los seres de Apocalipsis no se nos dice cual es la función
de sus alas.
No son serafines, pero parecen corresponder a una categoría de seres muy alta en
la jerarquía de seres celestiales. Salmos 80:1 nos habla de que Dios habita
entre querubines, lo cual nos da la idea de que alrededor de su trono
efectivamente hay seres que lo rodean, que lo sirven, lo adoran. Estos cuatro
seres vivientes parecen formar parte de esa jerarquía de seres celestiales que
están al servicio directo de Dios.
Cada uno de los cuatro seres vivientes tienen características particulares que
lo diferencian del otro.
El ser viviente semejante a un león. Cuando la Biblia
nos habla del león, destaca su fuerza. Proverbios 30:30 dice “El león, fuerte
entre todos los animales, que no vuelve atrás por nada”.
El ser viviente semejante semejante a un becerro.
Sobre esto no es necesario abundar ya que todos sabemos que el becerro habla de
sacrificio, de servicio, de servidumbre, sumisión.
El ser viviente con rostro como de hombre. El hombre
fue el ser inteligente creado por Dios para ejercer autoridad sobre la creación
(Génesis 1:28-30), por lo que en este tercer ser se destaca la capacidad de
ejercer autoridad, la inteligencia.
El ser viviente semejante a un águila volando. Las
virtudes que se destacan en un águila son la visión, agilidad, altura. A los
efectos de este versículo debemos destacar también de que el águila nos habla de
ejecución de juicios. En tal sentido podemos ver Habacuc 1:8 que nos habla que
los caldeos cuando fueron utilizados para castigar a Judá volaron como águilas
que se apresuran a devorar. Jeremías 4:13 relaciona las águilas con la ejecución
de juicios.
Entonces tenemos que cada uno de estos seres presenta una particularidad. Cada
uno tiene una característica que lo hace el superior de su clase. Nadie más
fuerte que el león, nadie más sacrificado que un becerro, nada más inteligente
sobre la tierra entre lo creado por Dios que el hombre y nadie que vuele más
alto y con mayor visión que un águila.
Ya hice mención a las alas de estos cuatro seres vivientes y vimos como nos
ayudan a diferenciarlos de los seres mencionados por Ezequiel.
La profecía nos dice que estos seres vivientes “no cesaban
día y noche de decir: Santo, santo, santo es el Señor Dios Todopoderoso, el que
era, el que es, y el que ha de venir”. Al mencionar el tema de las alas
de estos cuatro seres vivientes veíamos Isaías 6:2. Este mismo pasaje contiene
una alabanza similar a esta de Apo 4:8.
La alabanza “santo, santo, santo” está dirigida a la Trinidad, una alabanza al
Padre, a Cristo y el Espíritu Santo.
Como podemos ver, la adoración es en todo momento, día y noche, y continúa, ya
que no cesan en tal actividad. Que lección podemos aprender de esto. Hoy mismo
podríamos empezar a imitar a estos cuatro seres vivientes y alabar en la misma
forma. ¿Por qué no empezamos ahora a alabar al que es Santo, santo, santo, Señor
Dios Todopoderoso? ¿Por qué no lo hacemos? ¿Por qué no tomamos nota de cómo se
le adora a Dios en el cielo y lo hacemos aquí desde ya mismo?
La adoración destaca que Dios es Todopoderoso y que El es el que era, el que es,
y el que ha de venir, el eterno. Ese es nuestro Dios, el único Dios, el que todo
lo puede, el que siempre existió y existirá, el que nunca cambia, el que
permanece.
Apocalipsis 4:9-11 “Y siempre que
aquellos seres vivientes dan gloria y honra y acción de gracias al que está
sentado en el trono, al que vive por los siglos de los siglos, los veinticuatro
ancianos se postran delante del que está sentado en el trono, y adoran al que
vive por los siglos de los siglos, y echan sus coronas delante del trono,
diciendo: Señor digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder; porque tú
creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas”
Nuevamente la profecía se confirma aquí como una excelente guía para nuestra
alabanza a Dios.
Como señalé en el post anterior ¿qué esperar para adorar a Dios? ¿Por qué no lo
hacemos desde ahora mismo y en todo momento? ¿Por qué al hacerlo no nos sumamos
a la alabanza de los cuatro seres vivientes y de los 24 ancianos y alabamos como
ellos?
Hagamos como se hace en el cielo, demos honra, gloria, acción de gracias,
postrémonos delante de El, resaltemos su poder, su eternidad, su santidad.
Apocalipsis es una excelente guía para nuestra alabanza, no dejemos pasar las
enseñanzas que también nos provee al respecto. Y estos versos, son un claro
ejemplo de eso y que deberíamos seguir.
Si comparamos con detención la alabanza de los cuatro seres vivientes (Apo 4:8)
con la de estos 24 ancianos notaremos que son diferentes o, mejor dicho, que
destacan otros atributos de Dios.
Los cuatro seres vivientes destacan la santidad, el poder y la eternidad de
Dios. Los 24 ancianos concentran su alabanza en Dios como creador y destacan el
hecho de que Dios haya creado todo como lo que le hace digno de recibir la honra
y la alabanza.
Al ver Apocalipsis 4:4 vimos a los 24 ancianos sentados en tronos. Aquí los
vemos postrándose delante del trono para alabar a Dios. En Apocalipsis 4:4 vimos
a los 24 ancianos con coronas en sus cabezas. Aquí los vemos poniendo esas
coronas delante del trono. Todo ello nos da la pauta de la sumisión de estos
seres delante de Dios y nos enseña como debemos proceder nosotros ante aquél que
es autor de todo lo que existe.
Como señalé antes, la alabanza de los 24 ancianos es una alabanza que obedece a
una causa: a que Dios es creador de todo. La alabanza de los 24 ancianos destaca
varias cosas:
a) que absolutamente todo es producto de la creación de Dios,
b) que la creación responde a la voluntad o propósito de Dios,
c) nos recuerda que todo vino a existir por la creación, es decir un acto de
Dios, no un proceso como sugieren los evolucionistas y
d) que Dios es digno de ser alabado también por ser Creador.
Al concluir el análisis del capítulo 4, aprovecho a decirles algo que ya he
advertido. Cada versículo de Apocalipsis, así como todo versículo de la Biblia,
debe ser entendido en su contexto. Cuando hablo de contexto, no hablo solamente
del capítulo en el cual está el versículo sino también de todo el libro que
estemos estudiando y aún más ... en el contexto de toda la Biblia.
Apocalipsis 5:1 “Y vi en la mano derecha del que estaba sentado en el trono un
libro escrito por dentro y por fuera, sellado con siete sellos”.
El “Y” con el cual
comienza este capítulo conecta la revelación aquí contenida con la del capítulo
4. Habíamos visto que el capítulo 4 comenzaba con un “después de esto miré”, lo
cual nos daba la idea de continuidad con los capítulos 2 y 3. Aquí, pues, vemos
que ese “Y” nos da la idea de continuidad entre los capítulos 4 y 5. Los eventos
que aquí se nos revelan son una continuación de lo que venimos de ver.
Como ven, Apocalipsis se sigue mostrando precisamente como una “revelación”,
está lejos de ser un libro oscuro o confuso. El propio libro nos permite
entender que lo que viene a continuación seguirá a lo que se nos reveló en el
capítulo anterior.
El capítulo 4 centró la revelación en el trono, mientras que el capítulo 4
centra la revelación en el Cordero y en el rollo sellado con siete sellos que
tiene Dios en su mano derecha. El Cordero se nos mostrará como el único digno de
abrir el libro sellado.
El libro sellado nos trae a la memoria el pasaje de Isaías que dice:
“Y os será toda visión
como palabra de libro sellado, el cual si dieren al que sabe leer y le dijeren:
Lee ahora esto; el dirá: No puedo porque está sellado” (Isaías 29:11).
Traigo este pasaje aquí simplemente
para que tengamos presente de que el hecho de que el libro esté sellado
significa que su contenido está oculto. Será la apertura progresiva de los
sellos por Cristo en los capítulos que siguen la que nos dará a conocer su
contenido.
El hecho de que el libro esté escrito
“por dentro y por fuera”
da la pauta de completitud del
libro. Lo que contiene el libro es todo lo que debe contener, nada le falta ni
nada le sobra. Y precisamente, como veremos más adelante, lo que contiene este
libro son los siete sellos de los juicios de Dios. Contiene los juicios que
tendrán lugar durante la tribulación, el juicio de Dios sobre los hombres
injustos. Veremos que los juicios contenidos en los sellos darán paso a los
juicios de las trompetas y estos a los de las copas.
Son diversas las interpretaciones que se han dado en cuanto a la identificación
de este libro sellado.
Hay quienes, por ejemplo, señalan que este libro es el que contiene el nuevo
pacto de Dios con los hombres, dado a través de Jesucristo. Quienes
sostienen esto pasan por alto que este libro de Apocalipsis 5 está sellado y que
sus sellos todavía no se han abierto. El nuevo pacto, en cambio, está abierto a
todo aquel que invite a Jesús a su corazón (Apocalipsis 3:20). Por tanto, no
podría identificarse este libro con el nuevo pacto.
Por otro lado, están quienes enseñan que este libro vendría a ser el título
de propiedad que da derecho a Cristo sobre la tierra y el universo como Rey de
Reyes. Se basan para ellos en el hecho de que solo Cristo es digno de abrir
ese libro tal como lo dice Apocalipsis 5:5. Pero estos hermanos no toman en
cuenta los efectos que produce la apertura del sello. Es cierto que dentro de
los efectos que trae la apertura de este sello está el de que los reinos vendrán
a ser de Cristo según Apocalipsis 11:15. Pero para identificar este libro
debemos tener en cuenta sus efectos inmediatos y, como veremos, estos efectos
inmediatos son juicios.
Otros estudiosos dicen que este libro es una especie de testamento dejado por
Dios para nosotros sus hijos. Es cierto que como hijos de Dios somos
herederos de El y coherederos con Cristo tal como lo dice Romanos 8:17. Pero
cuando los sellos se abran veremos que este libro no trata precisamente de lo
que estos estudiosos dicen.
En fin, son varias las interpretaciones que se han dado tendientes a identificar
este libro. Debemos entender que para identificar este libro debemos recurrir
a los efectos que la apertura de los sellos produce. Solo viendo esto
podremos identificar al libro. Veremos que Juan se entristeció mucho hasta que
se le reveló que Cristo podía tomar el libro y abrir sus sellos (Apocalipsis
5:4). Eso nos da la pauta de que su contenido era algo oculto para Juan y en ese
contexto no se puede decir que el libro fuera la Biblia, como dicen algunos, o
el pacto nuevo, o un testamento.
Veremos que es la apertura de los sellos la que produce juicio y prueba sobre la
tierra, y que con su apertura comienza la hora de la prueba de la que habla
Apocalipsis 3:10 y comienzan a sucederse toda la cadena de eventos que
culminarán con el glorioso retorno de Cristo para iniciar su reino milenial y la
eternidad, según Apocalipsis 19 y 20. Cuando se abra el primer sello veremos que
este primer sello no revela el contenido total del libro, sino que lo que hace
es comenzar a ejecutar los juicios en el libro contenidos. Estos juicios se
ejecutarán progresivamente, en el orden indicado por la profecía: sellos,
trompetas y copas.
El propio Apocalipsis nos revela entonces que es este libro: son los juicios de
Dios, los cuales estuvieron ocultos hasta su revelación a Juan, y estarán
detenidos hasta tanto Cristo abra el libro. Veremos de que Cristo es el único
digno de tomar el libro y desatar sus sellos, lo cual nos da la pauta de que es
la obra de Cristo en la cruz lo que le da derechos a ejecutar tales juicios. El
se ofreció por todos como expiación por los pecados (Jn 3:16), con lo cual solo
El tiene derecho a juzgar y es solo a través de El que somos salvos. Cristo es
el único con derechos porque El hizo toda la obra y su obra fue suficiente para
redimirnos y juzgar a quienes no le aceptan.
La apertura de este libro determinará que comiencen a correr los últimos 7 años
de reino humano sobre la tierra. Su apertura determinará la inauguración y
cumplimiento de la semana setenta de la que habla Daniel 9:27. Esta semana son
los últimos 7 años de los 490 años profetizados sobre Israel y Jerusalén según
Daniel 9:24.
Hechos 1:6 dice
“Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha
sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo”.
Y precisamente la sucesión
de juicios que comenzará con la apertura de este libro sellado concluirá con la
gloriosa venida de Cristo según Apocalipsis 19, el cual vendrá con su iglesia
que habrá sido arrebatada antes de la apertura del libro.
Digo que este libro sellado contiene toda la cadena de juicios porque, si bien
el libro solo contiene siete sellos, es el último sello el que da lugar a los
juicios de las siete trompetas (Apocalipsis 8) y es la última trompeta la que da
lugar a las siete copas (Apocalipsis 10:7, 11:15 y 15:1) Esto significa que la
apertura del libro, del primer sello, es lo que desencadena la totalidad de los
juicios.
De esta forma vemos una maravillosa conexión entre los capítulos 4 y 5. El
capítulo 4 nos presentó el trono de juicio (trono de Dios) y el capítulo 5 nos
muestra a quien es digno de ejecutar esos juicios (Cristo) y cual será la acción
que dará lugar al inicio (la rotura de los sellos del libro sellado). El
capítulo 6 nos mostrará esos juicios en ejecución con la apertura del primer
sello.
Los juicios irán ejecutándose y el contenido del libro revelándose, a medida que
los sellos vayan abriéndose. El hecho de que el libro esté sellado con siete
sellos nos da la pauta de que dichos juicios todavía no han comenzado y que su
ejecución es potestad exclusiva de Dios.
Muchos difunden malas doctrinas (amilenaristas, postmilenaristas) diciendo que
hoy día vivimos ya Apocalipsis, que tal o cual guerra es ejecución de tal o cual
sello, que tal o cual terremoto es el profetizado en Apocalipsis, etc. Pero
pasan por alto que el inicio de los juicios apocalípticos supone:
A) el previo arrebatamiento de la iglesia,
B) la rotura del primer sello,
C) la manifestación del anticristo,
D) la sucesión de los juicios en el orden cronológico estrictamente marcado por
Apocalipsis y
E) que una vez que comiencen a sucederse los juicios apocalípticos, estos
ocurrirán rápidamente y en un periodo de 7 años.
Apocalipsis 5:2 “Y vi a un ángel
fuerte que pregonaba a gran voz: ¿Quién es digno de abrir el libro y desatar sus
sellos?”
Vemos aquí
un ángel que aparece en la escena celestial que le fue revelada a Juan. Este no
es un ángel común y corriente sino que se caracteriza por ser “fuerte”. Esta
característica del ángel no habilita en absoluto a identificarlo con Nuestro
Señor ya que –como veremos mas adelante- El aparece en el versículo 6
identificado como el Cordero.
No tenemos, entonces, mayores datos identificatorios de este ángel y lo único
que se nos revela es que es “fuerte” y su actividad consistía en pregonar con
grandes voces preguntando quien era digno de abrir el libro que venimos de
considerar en Apocalipsis 5:1.
Aparentemente la actividad del ángel se prolongó por un tiempo, no limitándose a
hacer la pregunta una sola vez. El hecho de que se nos diga que “pregonaba” nos
da la pauta de que su actividad fue continua por un tiempo.
La pregunta del ángel es formulada entonces bajo una triple característica:
(a) es hecha a gran voz
(b) es hecha varias veces
(c) es escuchada por todos lados.
El hecho de
que la pregunta hecha por el ángel cumpla simultáneamente con estas tres
características es importantísimo. De esta forma tenemos plena seguridad de:
1) que la pregunta se escuchó en todos lados,
2) que nadie dejó de escucharla y
3) que quien se presente como digno de abrir el libro y desatar sus sellos será
realmente considerado el único en todo el cielo y en toda la tierra.
Veremos más adelante en el verso 4 de que manera Juan se entristece sobremanera
–antes de que Cristo aparezca como el único digno-. La tristeza de Juan se
explicará precisamente porque habiéndose hecho la pregunta a gran voz, varias
veces y en todos lados, nadie aparece o responde como digno.
Habiendo sido el llamado tan difundido, Juan aparentemente no guardaba esperanza
que alguien apareciera. Gracias a Dios que Cristo es digno, como veremos en el
verso 5.
Al ver el versículo 1 de este capítulo analizamos que la apertura de este libro
y sus sellos supone el desencadenamiento de una serie de juicios divinos sobre
la tierra sin igual en toda la historia
(Mateo 24:21).
Los sellos
darán lugar a las trompetas y estas a las copas y así se consumará el día de la
ira de Dios. La pregunta hecha a gran voz por el ángel deja de manifiesto que
solo alguien altamente calificado y reconocido por Dios puede poner en marcha
esa cadena de juicios sin igual tomando el libro y abriendo sus sellos. Solo
Cristo es digno de juzgar ... vean
Juan 5:22-23 cuando dice “Porque el Padre a nadie juzga, sino
que todo el juicio dio al Hijo para que todos honren al Hijo como honran al
Padre”
Apocalipsis 5:3 “Y ninguno, ni en el
cielo ni en la tierra ni debajo de la tierra, podía abrir el libro, ni aún
mirarlo”.
Esto viene a
confirmar lo que decía al comentar 5:2. Efectivamente la pregunta del angel fue
hecha y se escuchó en todo lugar, en el cielo, en la tierra y hasta debajo de la
tierra. Nadie quedó sin escuchar el llamado y no hubo lugar adonde la pregunta
no se escuchara. Y sin embargo, no hubo nadie digno. Como veremos más adelante
en el verso 5 solo Cristo es digno por su obra redentora en la cruz y fuera de
El nadie es digno.
El hecho de que se nos mencione el cielo, la tierra y debajo de la tierra nos da
la pauta de que nadie fue hallado en todo lo creado. No quedó lugar de la
creación donde no se hubiere buscado alguien digno. Eso hace incomparable a la
persona de Cristo, pues cuando El aparezca en el verso 7 como el único digno,
pues entonces tendremos confirmación de que efectivamente el es el ÚNICO digno
en el cielo, en la tierra y debajo de la tierra y que NINGUNO es como EL.
Nadie en el cielo es digno. Lo cual significa que ningún ser celestial está a la
altura de Cristo ni tiene los méritos de Cristo. Nadie en la tierra es digno. Lo
cual significa que ningún humano está a la altura de Cristo ni tiene la dignidad
de Cristo ni los méritos de Cristo. Tampoco hay ningún digno debajo de la
tierra. Solo Cristo, como veremos después y como nos lo enseña
Mateo 28:18 .... “Toda potestad me es dada en el cielo y en
la tierra”.
Apocalipsis 5:4 “Y lloraba yo mucho,
porque no se había hallado a ninguno digno de abrir el libro, ni de leerlo ni de
mirarlo”.
Notamos aquí
que nadie fue digno ni siquiera de mirar el libro. Originalmente la pregunta del
angel fue quien era digno de abrir el libro y desatar sus sellos. Pero no
solamente no se encontró a alguien digno de abrirlo y desatar sus sellos, sino
que no se encontró a nadie digno ni siquiera de mirarlo. Esto porque el libro
contiene juicio, el mayor juicio de toda la historia, y el juicio es de Cristo
según vimos en Juan 5:22-23 porque su obra en la cruz le dio ese derecho.
El llanto de Juan se explica por dos razones:
1) llora porque hasta ahora no se halló a nadie digno de abrir el libro siendo
que la pregunta del angel recorrió cielo y tierra, y
2) llora porque al no haberse encontrado a nadie seguramente creyó que la
revelación concluiría allí dado que los sellos no se abrirían y de esa forma el
juicio que veía que se preparaba (recordemos que el trono fue presentado como de
juicio) no se iba a ejecutar.
Veremos que la profecía nos confirmará a Cristo como digno de abrir el libro y
desatar sus sellos, el único digno. La gloria y honra sean a El. Alabemos junto
con los 4 seres vivientes
“Santo, santo, santo es el Señor Dios Todopoderoso, el que
era, el que es, y el que ha de venir”
(Apo 4:8) y junto
con los 24 ancianos
“Señor digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder;
porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas”.
Apocalipsis
4:11
Apocalipsis 5:5 que dice "Y uno de los ancianos me dijo:
No llores. He aquí que el León de la tribu de Judá, la raíz de David, ha vencido
para abrir el libro y desatar sus siete sellos".
En el último
post habíamos visto que Juan había llorado en el verso 4 por cuanto nadie había
respondido al llamado del ángel fuerte,
"no
se había hallado a ninguno digno de abrir el libro, ni de leerlo ni de mirarlo”.
Esto provocó
gran tristeza en Juan porque en caso de no encontrarse a nadie entonces el libro
no podía ser abierto y los juicios no podían ser ejecutados.
Quien llama la atención de Juan en este versículo es uno de los 24 ancianos que
vimos en Apocalipsis 4.
El hecho de que sea un anciano el que llame la atención a Juan constituye una
prueba a favor de que estos 24 ancianos no son la iglesia. Este es un tema que
ya hemos debatido con hermanos muy sabios en este epígrafe, por lo que seré
breve ahora.
Simplemente quiero señalar que si estos 24 ancianos fueran una representación de
la iglesia, entonces no podría aparecer uno de los ancianos asumiendo
individualidad y hablando con Juan.
Si los ancianos son un símbolo, entonces no podría darse esto de que uno de
ellos se dirigiera a Juan. Esto viene a confirmar que estos 24 ancianos son
efectivamente 24 ancianos, seres celestiales de determinado rango celestial. Uno
de estos 24 es el que se dirige a Juan para calmar su tristeza y aclararle que
SI había alguien digno de tomar el libro, abrirlo y desatar sus sellos.
El León de
la tribu de Judá no es otro que Cristo, quien venció en la cruz y en la
resurrección. Cristo es el cumplimiento de la profecía mencionada en Génesis
49:9 cuando dice:
"Cachorro de león, Judá;
De la presa subiste, hijo mío.
Se encorvó, se echó como león,
Así como león viejo: ¿quién lo despertará?
No será quitado el cetro de Judá,
Ni el legislador de entre sus pies,
Hasta que venga Siloh;
Y a él se congregarán los pueblos."
La raíz de
David es otro de los nombres que recibe nuestro Señor y que nos recuerda su
ascendencia real con su consecuente derecho al trono. El propio Apocalipsis da
fe de esto cuando en 22:16 dice:
"Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas
cosas en las iglesias. Yo soy la raíz y el linaje de David, la estrella
resplandeciente de la mañana."
La
ascendencia real de Cristo, su derecho al trono como descendiente de David, está
a la vista en Mateo 1 y es en Isaias 11 donde consta la profecía:
"Saldrá una vara del tronco de Isaías, y un vástago retoñará
de sus raíces.
Y reposará sobre él el Espíritu de Jehová; espíritu de sabiduría y de
inteligencia, espíritu de consejo y de poder, espíritu de conocimiento y de
temor de Jehová.
Y le hará entender diligente en el temor de Jehová. No juzgará según la vista de
sus ojos, ni argüirá por lo que oigan sus oídos; 4 no que juzgará con justicia a
los pobres, y argüirá con equidad por los mansos de la tierra; y herirá la
tierra con la vara de su boca, y con el espíritu de sus labios matará al impío.
Y será la justicia cinto de sus lomos, y la fidelidad ceñidor de su cintura"
Dios
prometió a David en 2 Samuel 7:16-17 que su trono nunca estaría falto de rey y
Cristo precisamente es la raíz de David ... "Y será afirmada tu casa y tu reino
para siempre delante de tu rostro, y tu trono será estable eternamente. Conforme
a todas estas palabras, y conforme a toda esta visión, así habló Natán a David."
La dignidad de Cristo, provista por su obra en la cruz, su muerte y su
resurrección, es la que le da derecho a abrir el libro y desencadenar así la
serie de juicios que culminarán con la instauración del reino sin límite de
Cristo, primero en el milenio y luego en la eternidad.
El llamado hecho por el ángel en todos lados a gran voz y el hecho de que nadie
haya respondido ni nadie hubiera sido hallado digno de ejecutar los juicios, nos
confirma una vez más que solo Cristo es digno de hacerlo. Es El quien tienen
plenos derechos tal como lo dice Mateo 28:18 .... “Toda potestad me es dada en
el cielo y en la tierra”
Retomo
el resumido estudio de Apocalipsis versículo por versículo, luego de algunos
inconvenientes de falta de tiempo para hacer los comentarios.
Apocalipsis 5:6 “Y miré, y ví que en
medio del trono y de los cuatro seres vivientes, y en medio de los ancianos,
estaba en pie un Cordero como inmolado, que tenía siete cuernos, y siete ojos,
los cuales son los siete espíritus de Dios enviados por toda la tierra”.
La profecía describe lo que sigue al consuelo que el anciano dio a Juan. Juan
había llorado porque a nadie se había encontrado digno de mirar el libro y
muchos menos tomarlo y abrir los sellos de los juicios. El anciano le había
dicho a Juan que no llorara porque el León de Judá es digno de hacerlo.
La profecía nos dice que una vez que el anciano hubo dicho esto, Juan miró y he
aquí que vio un Cordero. Noten que el anciano venía de decirle a Juan que el
León es digno y he aquí que Juan mira y ve un Cordero. Quizás Juan se haya
sorprendido porque seguramente luego de lo que le dijo el anciano, Juan esperaba
ver algo dotado de mucho poder, fuerza y hasta majestuosidad. Pero sin embargo,
ve un Cordero.
Esto nos trae una importante lección. Pues la majestuosidad, la dignidad, el
poder, la fuerza, no se encuentran en lo externo, como lo sería un León que era
lo que Juan quizás esperaba ver. Toda esa fuerza, dignidad, majestuosidad, se
encuentran en un Cordero, es decir en algo que es HUMILDE. Por eso digo que el
pasaje nos acerca una importantísima lección sobre la humildad. El que ha
vencido es Cristo como Cordero.
Esto me trae a la memoria el pasaje de Juan 1:29 donde dice
“He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo”.
También me recuerda a 1 Pedro 1:18-19 donde dice “sabiendo que
fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de
vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre
preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación”.
He allí la victoria del Cordero que hace digno a Cristo de mirar, tomar y abrir
el libro y los sellos. La victoria consiste en que su obra fue perfecta,
venciendo al pecado, quitándolo de nuestros corazones, rescatándonos para Dios,
y todo ello en un ministerio sin mancha y sin ninguna contaminación.
Decía entonces que la apariencia de Cristo como cordero nos revela humildad,
mansedumbre, servicio, incondicionalidad para la obra que Dios le encomendó. Y
tales características en nada impiden que también sea llamado León de Judá.
Cristo es perfecto y reune a la perfección las características de ambas figuras,
Cordero y León.
La profecía nos señala que el Cordero está en medio de toda la escena que
venimos de contemplar. Está en medio del trono, de los ancianos, de los cuatro
seres vivientes. Ocupa el lugar central, tal como es digno de Cristo, quien
según Apocalipsis 1:8 es el “Alfa y la Omega, principio y fin,
dice el Señor, el que es y que era y que ha de venir; el TODOPODEROSO”.
Vemos entonces al Todopoderoso que aparece ahora como Cordero y esto tiene su
explicación en 1 Corintios 1:25 cuando allí dice “Porque lo
insensato de Dios es más sabio que los hombres, y lo débil de Dios es más fuerte
que los hombres”.
Así que vayamos aprendiendo como son las cosas para Dios y que Dios se maneja
con parámetros que hoy podemos no comprender totalmete porque nuestra mente es
finita. El Cordero, si bien es humilde, también es Todopoderoso.
Y eso quizás no entra en nuestras cabezas o no llegamos a comprenderlo
totalmente, porque como dice en Isaías 55:8 “Porque Mis
pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo
Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más
altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.”
Vemaos algo más sobre el Cordero. La figura del Cordero se opone fuertemente a
la de bestia, que es la que aparece y veremos más adelante en Apocalipsis 13. La
bestia es representación de lo satánico, mientras que el Cordero es
representación de lo divino con todos los atributos que ya vimos. Conviene desde
ya dejar sentada esta oposición de imágenes que la profecía de Apocalipsis
contiene.
El hecho de que la profecía diga que el Cordero es visto por Juan
“como inmolado” tiene directa relación con el
sacrificio de Cristo en la cruz. Como decía hoy, fue ese sacrificio, esa obra
redentora, la que marcó la victoria de Cristo sobre el pecado, la que le da
derecho a juzgar el mundo, la que le da toda potestad sobre cielo y tierra, la
que le da derecho a mirar, tomar y abrir el libro y sus sellos. Es el Cordero
inmolado lo que hace posible la reconciliación del hombre con Dios. Dice sobre
esto Efesios 2:13 y 16 que Cristo nos ha hecho cercanos
a Dios mediante el derramamiento de su sangre y que mediante la cruz nos
reconcilió con Dios. Y Colosenses 1:20 nos ilustra aún más esto al decir
respecto a Cristo que “ agradó al Padre que en él habitase
toda la plenitud y por medio de él reconciliar consigo todas las cosas, así las
que están en la tierra como las que están en los cielos, haciendo la paz
mediante la sangre de su cruz”. He allí entonces la trascendencia de que
el Cordero aparezca ante Juan como inmolado. Gracias a Dios que Cristo, el
Cordero, venció y fue inmolado. Porque en caso contrario, no tendríamos
salvación.
La enorme profecía de Isaías 53 habla por sí sola respecto a Cristo como Cordero
inmolado por Dios para remisión de nuestros pecados y nuestra reconciliación con
el Padre:
"Despreciado y desechado entre los hombres, varón de
dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de él el rostro, fue
menospreciado, y no lo estimamos.
Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y
nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido.
Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el
castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.
Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino;
mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros.
Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al
matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su
boca.
Por cárcel y por juicio fue quitado; y su generación, ¿quién la contará? Porque
fue cortado de la tierra de los vivientes, y por la rebelión de mi pueblo fue
herido.
Y se dispuso con los impíos su sepultura, mas con los ricos fue en su muerte;
aunque nunca hizo maldad, ni hubo engaño en su boca.
Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole a padecimiento. Cuando haya
puesto su vida en expiación por el pecado, verá linaje, vivirá por largos días,
y la voluntad de Jehová será en su mano prosperada.
Verá el fruto de la aflicción de su alma, y quedará satisfecho; por su
conocimiento justificará mi siervo justo a muchos, y llevará las iniquidades de
ellos.
Por tanto, yo le daré parte con los grandes, y con los fuertes repartirá
despojos; por cuanto derramó su vida hasta la muerte, y fue contado con los
pecadores, habiendo él llevado el pecado de muchos, y orado por los
transgresores."
Pero Cristo no solamente fue inmolado, sino que -como dice la parte final de la
profecía citada de Isaías- también venció en la resurrección.
No solamente fue sacrificado por nuestros pecados y murió por nosotros, sino que
resucitó ¡! Y es de ello que nos habla la profecía cuando nos dice
“estaba en pie un Cordero como inmolado”. El hecho de
que el Cordero como inmolado esté EN PIE nos habla de que Cristo vive, que está
victorioso, que la muerte no pudo con El.
Al señalarnos la profecía a Cristo como inmolado y al mismo tiempo a Cristo de
pie, nos está hablando directamente de Cristo como el Mesías profetizado en todo
el antiguo testamento: el Sacrificio de Dios por nuestros pecados, el
cumplimiento de la profecía, el cumplimiento de lo que quienes vivieron bajo la
ley veían como un símbolo de lo que vendría cuando realizaban los sacrificios.
Cristo fue el sacrificio anunciado durante todo el antiguo testamento (Cordero)
y además es la victoria sobre la muerte (está DE PIE), es decir que es EL
MESÍAS.
Agrega el versículo que el Cordero “tenía siete cuernos, y
siete ojos, los cuales son los siete espíritus de Dios enviados por toda la
tierra”.
Los siete cuernos son una alusión directa al poder del Cordero el cual, si bien
aparece como inmolado y cumpliendo las descripciones de Isaías 53, es también el
TODOPODEROSO. El cuerno por sí solo es símbolo de poder, y el hecho de que sean
siete, habla de esa plenitud, de lo todopoderoso que es propio y exclusivo de
Cristo según Apocalipsis 1:8.
Los siete cuernos nos hablan entonces de la omnipotencia de Cristo. Pero Cristo
no solamente es omnipotente, sino que también es omnisciente, es decir que tiene
la plenitud del conocimiento y la sabiduría. De eso es de los que nos hablan los
siete ojos que describe la profecía. El hecho de que se nos diga que estos siete
ojos son los siete espíritus de Dios enviados por toda la tierra también nos
habla del absoluto control que Cristo tiene sobre todo lo que sucede y del cual
la Biblia da abundante testimonio.
Los siete espíritus de Dios nos hablan asimismo del Espíritu Santo, el cual
ejerce una incesante actividad en todo el mundo. En este momento al cual la
profecía está haciendo referencia y que es la tribulación, el Espíritu Santo
también tendrá una fortísima actividad en la tierra. Si bien durante la
tribulación la iglesia no estará sobre la tierra, el Espíritu Santo –es decir
estos siete espíritus de Dios enviados por toda la tierra- igualmente ejercerá
su ministerio.
En la tribulación, si bien el Espíritu Santo habrá permitido la manifestación
del anticristo, tal cual lo dice 1 TES 2:7, desarrollará su ministerio
protegiendo a los 144.000 sellados de Apo 7 y a todos los salvos post rapto como
consecuencia de la prédica de estos sellados, los dos testigos y el Angel que
predica según Apocalipsis 14.
Entonces, este pasaje también nos deja una lección sobre la omnisciencia de
Cristo, la cual se traduce no únicamente en que El conoce nuestras obras
(Apocalipsis 2:2,9,19), sino que en que sabe y conoce y está bajo el control
absoluto de todo, inclusive de los juicios que pronto veremos que se desatarán y
que darán lugar a la tribulación de la cual seremos liberados si estamos
preparados en Cristo (Apo.3:10)
Apocalipsis 5:7 “Y vino, y tomó el libro de la mano derecha
del que estaba sentado en el Trono”.
La brevedad de este versículo me hizo pensar si no era mejor comentarlo junto
con los versículos que siguen.
Pero, luego de meditar en el pasaje, advertí que el versículo aunque es pequeño
por sí solo contiene un mensaje impresionante y que es digno de ser analizado en
forma particular, aunque sea brevemente.
Esto es lo que tiene de maravillosa la Escritura, y especialmente Apocalipsis
que es el libro que nos ocupa.
Cada versículo es un manantial de vida, alimento espiritual de la mejor calidad,
que llena nuestras vidas.
Un versículo, por breve que sea, tiene una finalidad para estar allí y no la
brevedad no es un obstáculo para que el versículo esté cargado de bendición.
El versículo es descriptivo y breve, pero no por ello está desprovisto de un
mensaje realmente hermoso.
Jesús, el Cordero, el único Digno, entra en acción en esta escena celestial que
se nos está revelando. Jesús no solamente es el Cordero y el León, sino que
Jesús actúa, Jesús toma la iniciativa, se acerca al Trono de Dios, es el único
digno de mirar el libro y revestido de esa dignidad va hacia el Trono y TOMA el
libro directamente de la mano derecha de Dios.
Quiero que por un instante imaginan esa gloriosa escena, tan solemne que es
imposible que quepa en nuestra mente una imagen tan gloriosa. Nadia había sido
encontrado digno ni siquiera de mirar el libro y he aquí que CRISTO JESÚS es
digno y como digno que es va a actuar.
Decididamente se dirige al Trono y TOMA el libro. Confirma con esto la dignidad
de la que esta revestido, dignidad que se la dio el haber vencido en la Cruz.
Ese es nuestro Mesías, el Cristo en el cual creemos, el Hijo de Dios, el único
Digno, el que vendrá a juzgar al mundo, el que tomará el libro y por su dignidad
hará que se ejecuten los juicios preparados por Dios para probar a los que moran
la tierra y desatar la ira de Dios (Apocalipsis 3:10 y
Romanos 5:9).
¿No es acaso esta parte del pasaje que dice que Cristo “vino y tomó el libro”
una de las escenas celestiales de mayor magnitud y solemnidad que hemos
presenciado hasta ahora en la revelación del Apocalipsis.
El único Digno confirma su dignidad, toma la acción y decididamente decide
comenzar el juicio, cosa que es permitida por la victoria que obtuvo sobre el
pecado en la cruz y sobre la muerte en la resurrección.
Nuestro Cristo es digno y procede como tal. El está al control de todo y es él
que decidirá cuando comenzarán los juicios y es por venir y tomar el libro que
los juicios serán comenzados.
Solo mediten un momento en esta escena. Recuerden la importancia del libro y sus
sellos. Ese libro contiene los juicios que serán desatados sobre el mundo
instrumentándose así a través de ellos la ira de Dios de la cual será salva la
iglesia, pero la cual habrá de sufrir el mundo por su pecado. Y Cristo, el
digno, el Todopoderoso, toma el lugar que le corresponde, se acerca al Trono de
Dios, y tiene allí comienzo de ejecución la tribulación, la cual culminará como
lo dice el propio Apocalipsis 11:15 con la declaración
maravillosa de que “LOS REINOS DEL MUNDO HAN VENIDO A SER DE NUESTRO SEÑOR Y DE
SU CRISTO; Y EL REINARÁ POR LOS SIGLOS DE LOS SIGLOS”.
Esa es la finalidad del Apocalipsis, de los juicios y eventos contenidos en esta
maravillosa profecía. El centro de Apocalipsis es Jesucristo y el cumplimiento
de Apocalipsis concluye en Cristo y su Iglesia reinando. Gloria a Dios. La
profecía es un regalo maravilloso y cada versículo, por más breve que sea, es
fuente de agua viva, alimento impresionante para el alma. Como dice
Apocalipsis 19:10 “EL TESTIMONIO DE JESÚS ES EL ESPÍRITU
DE LA PROFECÍA”. Por eso amo la profecía. ¿Uds.?
Cristo viene y te hace una invitación HOY a vos en el propio Apocalipsis
“He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi
voz y abre la puerta, entraré a él y cenaré con él, y el conmigo” Apocalipsis
3:20.
No te demores, el próximo minuto quizás sea demasiado tarde. Abre la puerta.
Cristo no la tirará abajo, sino que simplemente se limita a golpear. En vos está
la decisión de si abrir o no. Cristo está ahí, amándote y esperando que abras.
Si le abres, hará todo nuevo. Si no le abres, te habrás perdido la oportunidad
de salvarte y VIVIR para siempre en la presencia de Dios. El Pastor de mi
iglesia un día dijo, hablando de este pasaje, que esa puerta de la que habla
Apocalipsis 3:20 es una puerta que solo tiene un picaporte y ese picaporte está
del lado de adentro, de tu lado. De tu lado está entonces la decisión de abrir o
no. De tu lado está entonces la decisión de ser feliz para siempre o estar para
siempre alejado de Dios.
El hecho de que Cristo venga y tome el libro en ese acto tan solemne y glorioso
me trae a la memoria el Salmo 46:10 cuando dice "Estad
quietos, y conoced que yo soy Dios; seré exaltado entre las naciones; enaltecido
seré en la tierra"
Estemos quietos, velemos, perseveremos, observemos, aprendamos, Cristo hará,
Cristo nos vendrá a buscar, Cristo tomará el libro, desatará los sellos y
consumará el misterio de Dios. Cristo y solo Cristo.
Apocalipsis 5:8 "Y cuando hubo tomado el libro, los cuatro seres vivientes y
los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero; todos tenían arpas,
y copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones de los santos"
Este es un momento sublime. Cristo, el único digno, ejerció su derecho y TOMÓ el
libro que nadie ni siquiera podía mirar y mucho menos tomar y abrir. Y es un
momento sublime porque allí se le reconoce a Cristo honra, gloria, adoración por
parte de toda la jerarquía celestial. Tanto los cuatro seres vivientes, como los
24 ancianos se postran ante Cristo para adorarle, reconociendo así su poderío,
su derecho y hasta elevando una acción de agradecimiento por haber tomado el
libro.
Tanto los 24 ancianos como los 4 seres vivientes habíamos visto que adoran al
que está sentado en el Trono, a Dios. Apocalipsis 4:9-11 dice al respecto
"Y siempre que aquellos seres vivientes dan gloria y honra
y acción de gracias al que está sentado en el trono, al que vive por los siglos
de los siglos, los veinticuatro ancianos se postran delante del que está sentado
en el trono, y adoran al que vive por los siglos de los siglos, y echan sus
coronas delante del trono, diciendo: Señor, digno eres de recibir la gloria y la
honra y el poder; porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y
fueron creados".
Los cuatro seres vivientes y los 24 ancianos reconocen y ofrecen igual adoración
y alabanza a Cristo, confirmando así su divinidad. Por esto digo que este
momento que nos revela la profecía como un momento sublime, porque nos confirma
que Cristo es Dios, que Cristo es el Hijo de Dios, que Cristo es divino.
Hechos 8:35-37 nos relata el bautismo del etiope y siempre recuerdo la confesión
que éste hizo antes de bautizarse "Entonces Felipe,
abriendo su boca, y comenzando desde esta escritura, le anunció el evangelio de
Jesús. Y yendo por el camino, llegaron a cierta agua, y dijo el eunuco: Aquí hay
agua; ¿qué impide que yo sea bautizado? Felipe dijo: Si crees de todo corazón,
bien puedes. Y respondiendo, dijo: Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios."
Esta es una declaración sublime, la declaración que debe presidir nuestra mente
y corazón en todo momento y precisamente Apocalipsis 5:8 nos habla de ello. El
hecho de que toda la jerarquía celestial se postre ante Cristo nos habla
precisamente de esto, de que Cristo es el Hijo de Dios. Y como Hijo de Dios y
Redentor y único digno, también es el Rey de Reyes y Señor de Señores como lo
dice Apocalipsis 19.
Y la confirmación y reconocimiento de la divinidad de Cristo por parte de los 24
ancianos y los 4 seres vivientes va acompañada de alabanza. Las arpas son un
símbolo de eso. 2 Samuel 6:5 dice "Y David y toda la casa
de Israel danzaban delante de Jehová con toda clase de instrumentos de madera de
haya; con arpas, salterios, panderos, flautas y címbalos." Salmos 33:2
dice "Aclamad a Jehová con arpa; Cantadle con salterio y decacordio." Salmos
71:22 dice "Asimismo yo te alabaré con instrumento de salterio, Oh Dios mío; tu
verdad cantaré a ti en el arpa, Oh Santo de Israel."
Y estos 24 ancianos tienen en sus manos copas de oro llenas de incienso. Tal
como dice Salmos 141:2 las oraciones de los santos suben como incienso delante
de Dios "Suba mi oración delante de ti como el incienso,
El don de mis manos como la ofrenda de la tarde."
Mas adelante veremos como estas oraciones siguen teniendo protagonismo en el
transcurso de la tribulación. Apocalipsis 8:3 dice "Otro
ángel vino entonces y se paró ante el altar, con un incensario de oro; y se le
dio mucho incienso para añadirlo a las oraciones de todos los santos, sobre el
altar de oro que estaba delante del trono".
Y Apocalipsis 8:4 dice " Y de la mano del ángel subió a la
presencia de Dios el humo del incienso con las oraciones de los santos."
Recuerden lo que dice Lucas 18:7 sobre nuestras oraciones y verán la conexión
maravillosa que existe entre ellas y los juicios apocalípticos que están a punto
de comenzar a ejecutarse apenas Cristo abra los sellos del libro. Dice Lucas
"¿Y acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que
claman a él día y noche? ¿Se tardará en responderles?".
Y también recuerden el Sermón del Monte en la parte que Cristo dice
"Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia,
porque ellos serán saciados" Mateo 5:6
Entonces, estas oraciones nuestras tienen una íntima conexión con los juicios
apocalípticos, están presentes en todo momento, ya sea cuando Cristo toma el
libro y los 4 seres vivientes y 24 ancianos como así también durante la
ejecución de los juicios.
1 Timoteo 2:1-6 nos dice "Exhorto ante todo, a que se
hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias, por todos los
hombres; por los reyes y por todos los que están en eminencia, para que vivamos
quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad. Porque esto es bueno y
agradable delante de Dios nuestro Salvador, el cual quiere que todos los hombres
sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad. Porque hay un solo Dios, y un
solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre, el cual se dio a sí
mismo en rescate por todos, de lo cual se dio testimonio a su debido tiempo."
Aprendamos también de este versículo entonces que nuestras oraciones son
escuchadas y que además son respondidas, y son también cumplidas en los juicios
de Dios. De nuevo me veo aquí en la necesidad de recordarles a Lucas y Mateo
"¿Y acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a
él día y noche? ¿Se tardará en responderles?" (..) "Bienaventurados los que
tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados".
Apocalipsis 5:8 entonces nos habla de la divinidad de Cristo, de su
reconocimiento por toda autoridad celestial, de la sumisión de toda autoridad
ante El, del importante protagonismo de nuestras oraciones, hoy y durante la
ejecución de los juicios de Dios, de que las mismas son respondidas, y están
siempre presentes subiendo como incienso ante Dios. Cristo es Dios, Cristo hará
juicio, Cristo saciará la sed de justicia, Cristo tiene presente muy presente
nuestras oraciones. Como ven Apocalipsis 5:8, aunque es un solo versículo, nos
revela muchísimo y constituye por sí solo un motivo más -entre los infinitos que
tenemos- para decirle a Dios GRACIAS !!!
Apocalipsis 5:9 “y cantaban un nuevo cántico,
diciendo: Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tu fuiste
inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y
pueblo y nación”
No hay duda que los 24 ancianos son quienes toman parte en este cántico nuevo.
Quizás pueda quedar alguna duda respecto a si los 4 seres vivientes que también
se mencionan en el versículo anterior formaban parte o no de este coro, pero de
lo que no cabe duda es que era entonado por los 24 ancianos.
El pasaje tiene una íntima conexión con la profecía de Isaías 42:9-10 no
solamente porque en ambos pasajes hay referencia a un cántico nuevo, sino
principalmente porque suponen un nuevo estado de las cosas.
Es cierto que podemos relacionar este cántico nuevo de Apocalipsis 5:9 con
pasajes como Salmos 149:1 donde dice “Cantad a Jehová cántico nuevo” o Salmos
40:3 que dice “Puso luego en mi boca cántico nuevo, alabanza a nuestro Dios”.
Pero no creo que esta sea la relación que haga honor al pasaje que estamos
considerando, pues Apocalipsis 5:9 –como ya he señalado- más bien tiene como
supuesto un nuevo estado de cosas. Cuando consideremos el versículo 6
entenderemos mejor esto que ahora estoy esbozando ya que allí veremos que se nos
habla de la Iglesia ejerciendo funciones reales y sacerdotales, lo cual deberá
interpretarse literalmente y supondrá un nuevo estado de cosas, un nuevo orden,
el del reino físico de Cristo.
Dice Isaías 42:9-10 -que es el pasaje cuya conexión con el versículo que estamos
considerando me parece más apropiada- ....
“He aquí se cumplieron las cosas primeras, y yo anuncio cosas nuevas; antes de
que salgan a la luz yo las haré notorias. Cantad de Jehová un nuevo cántico, su
alabanza desde el fin de la tierra; los que descendéis al mar, y cuanto hay en
él, las costas y los moradores de ellas”.
Lo nuevo del cántico está dado no solamente por su correspondencia a un nuevo
estado de cosas, sino porque responde a un hecho que ya hemos considerado y cuya
importancia hemos intentado establecer: el que Cristo haya aparecido como digno
de tomar el libro y efectivamente lo haya tomado y esté dispuesto a desatar sus
sellos, introduciéndonos así en los juicios de Dios, en la hora de la prueban
que vendrá sobre este mundo según Apocalipsis 3:10. Noten que la primera parte
de la alabanza es “Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos”
El cántico nuevo es entonado con gozo, pues sabido es que la apertura de los
sellos del libro desencadena la serie de juicios cuyo fin será el
establecimiento del reino de Cristo sobre la tierra tal como lo podemos ver más
adelante en Apocalipsis 19 y 20.
Por tanto, imaginemos por un instante la fuerza de ese cántico y el gozo de
quienes lo están entonando al saber que las cosas nuevas pronto serán hechas tal
como se nos en Apocalipsis 21:5 “Y el que estaba sentado en el trono dijo: He
aquí, yo hago nuevas todas las cosas”.
El Señor es digno de abrir el libro y abrir sus sellos y –como ya vimos al
avanzar en este estudio- también es digno de recibir la gloria y la honra y el
poder; porque El creó todas las cosas y por su voluntad existen y fueron creadas
(Apocalipsis 4:11). Son estas muy buenas razones para tener en cuenta en
nuestras alabanzas al darle honra el Señor.
El cántico nos da las razones de la dignidad que se le reconoce al Señor en ese
momento para tomar el libro y abrirlo: su obra expiatoria en la cruz del
calvario para la salvación de nuestras almas y el completo pago de nuestras
deudas con Dios como consecuencia de nuestros pecados.
Es bueno recordar aquí lo que dice Isaías 53:7 (la más detallada profecía
mesiánica de todo el AT): “Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como
cordero fue llevado al matadero y como oveja delante de sus trasquiladores,
enmudeció, y no abrió su boca”. Fue esa obra, la que venimos de ver profetizada
en Isaías y cumplida en los evangelios, la que le da la dignidad al Señor para
tomar el libro y abrir sus sellos, y ahora le hace destinatario de este nuevo
cántico que estamos considerando.
Este versículo tiene una sección que es bastante sensible, más que nada por las
implicancias que supone en cuanto a la identidad de los 24 ancianos.
Dice la sección del versículo en cuestión “con tu sangre nos has redimido para
Dios”. La RV 1960 traduce allí “NOS” has redimido lo cual es un argumento para
sostener que los 24 ancianos son la iglesia, pues la redimida por la sangre de
Cristo es la iglesia.
Sin embargo, serios estudiosos del Apocalipsis que manejan los manuscritos
griegos originales, afirman que en realidad la correcta traducción debió haber
sido “y con tu sangre HAS redimido para Dios”, con lo cual el cántico no trata
de enfatizar la redención de quienes lo están entonando sino de destacar la
salvación que Dios ha puesto a disposición a través de Cristo en forma general y
sin relación a persona o grupo de personas en particular.
De ser esto correcto, y ser una traducción más fiel “HAS redimido” que “NOS has
redimido”, entonces tendríamos un argumento adicional a favor de lo que he
estado sosteniendo en este epígrafe respecto a que estos 24 ancianos no son la
iglesia, si bien la iglesia ya está en el cielo cuando esto ocurre.
De todas formas, considero que este tema de los 24 ancianos y su probable
representación de la iglesia ya ha sido considerado suficientemente. Simplemente
quería dejar asentado esa cuestión de traducción que vengo de señalar y que como
verán algunas otras versiones han corregido ....
Veamos otras versiones
Nueva Versión Internacional (NVI)...
Y entonaban este nuevo cántico: "Digno eres de recibir el rollo escrito y de
romper sus sellos, porque fuiste sacrificado, y con tu sangre compraste para
Dios gente de toda raza, lengua, pueblo y nación.
Dios Habla Hoy ...
"Tú eres digno de tomar el rolloy de romper sus sellos, porque fuiste
sacrificado; y derramando tu sangre redimiste para Dios gentes de toda raza,
lengua, pueblo y nación"
La Biblia de las Américas (LBLA)
Y cantaban* un cántico nuevo, diciendo: Digno eres de tomar el libro y de abrir
sus sellos, porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre compraste para Dios a
gente de toda tribu, lengua, pueblo y nación.
La redención a la que refiere el pasaje y la cual supone la obra de Cristo es
una “compra” a cambio de un precio. El objeto de la compra es nuestra alma, el
precio es la sangre de Cristo y quien compra es Dios. De allí que el pasaje diga
“nos has redimido” o “has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y
nación”. Dice 1 Corintios 7:23 “Por precio (LA SANGRE DE CRISTO) fuisteis
comprados; no os hagáis esclavos de los hombres” y dice 1 Corintios 6:20 “Porque
habéis sido comprados por precio; glorificad pues a Dios en vuestro cuerpo y en
vuestro espíritu, los cuales son de Dios”.
Nuestra pertenencia a Dios es absoluta, pues El nos compró. Y los comprados por
la sangre de Cristo somos de todas las nacionalidades, lo cual nos habla de la
universalidad de la obra redentora de Cristo.
Apocalipsis 5:10
“y nos ha hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes y
reinaremos sobre la tierra”.
Este pasaje parece encontrar su paralelo en Apocalipsis 1:6 que dice: “y nos
hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre, a El sea la gloria por los siglos
de los siglos. Amén”.
Digo que "parece" encontrar su paralelo porque en realidad si recurrimos a otras
traducciones diferentes de la RV 1960 encontraremos una traducción diferente del
verso 10 que, además, se ajusta mejor al texto original. Mientras Apocalipsis 1
está en primera persona, Apocalipsis 5:10 debería estar en tercera persona. De
allí que diga que parecen ser paralelos. En realidad lo son, pero la diferencia
está en la persona en la cual debe ser conjugado.
La RV1960 es mi preferida y siempre digo que nací y moriré con ella, y salvo
contadísimas excepciones, es preferible recurrir a otras. Este es el caso de una
de esas excepciones donde otras versiones han hecho una mejor traducción que la
RV1960.
Como verán a continuación, la diferencia es sustancial cuando vamos a otras
versiones ya que mientras la RV1960 traduce el versículo en primera persona del
plural, estas otras versiones lo hacen en tercera persona del plural ....
Nueva Versión Internacional (NVI)
De ellos hiciste un reino; los hiciste sacerdotes al servicio de nuestro Dios, y
reinarán sobre la tierra."
Dios Habla Hoy
De ellos hiciste un reino, hiciste sacerdotes para nuestro Dios, y reinarán
sobre la tierra."
La Biblia de las Américas (LBLA)
Y los has hecho un reino y sacerdotes para nuestro Dios; y reinarán sobre la
tierra.
Castillian (CST-IBS)
y de ellos hiciste para nuestro Dios un reino y sacerdotes, y reinarán sobre la
tierra".
El hecho de que los ancianos canten en tercera persona del plural aporta más
elementos para concluir de que en realidad ellos no son la iglesia. Si los
ancianos fueran la iglesia o un símbolo de la misma, entonces los ancianos no
podrían hablar en tercera persona del plural sino que deberían cantar en primera
persona, tal cual lo traduce la RV1960. Las versiones que traducen este
versículo en tercera persona son posteriores a la RV1960 y han mejorado la
traducción de este versículo.
El cambio que han hecho estas otras versiones, traduciendo el cántico en tercera
persona, en realidad se ajusta mejor al contexto bíblico y aporta elementos para
una mejor interpretación. Como he señalado en este epígrafe, existen varios
argumentos para señalar que los ancianos no son la iglesia, sino seres
celestiales de jerarquía.
En este contexto entonces es mejor que se traduzca entonces el cántico de los
ancianos en tercera persona pues hablan sin lugar a dudas de un tercero que es
la iglesia, cuyos miembros somos reyes y sacerdotes.
La calidad de reyes y sacerdotes que revestimos los miembros de la iglesia está
confirmada por el pasaje que ya cité de Apocalipsis 1:6 que dice: “y nos hizo
reyes y sacerdotes para Dios, su Padre”. En el mismo sentido, Cristo dice en
Apocalipsis 2:26-27 “Al que venciere y guardare mis obras hasta el fin yo le
daré autoridad sobre las naciones y las regirá con vara de hierro”.
El ser reyes se traduce precisamente en eso que vengo de citar de Apo 2 y que es
tener autoridad sobre las naciones y regirlas una vez que comience el reino
terrenal de Cristo sobre la tierra y luego durante la eternidad. El ser
sacerdotes supone ministrar delante de la presencia de Dios y en su templo
cumpliendo unas de las tareas que hasta los ángeles anhelan. 1 Pedro 2:5 nos
ayuda a entender mejor el ministerio sacerdotal que ya hoy llevamos adelante en
el nombre y a través de la obra de Cristo.
Ambas calidades, principalmente la de reyes, a su vez nos coloca en posición de
juzgar. Dice 1 Corintios 6:2 “¿O no sabéis que hemos de juzgar a los ángeles?”
Pablo les hablaba en estos términos a los corintios que parecían ya haberse
apropiado con cierta arrogancia de sus calidades reales “Ya estáis saciados, ya
estáis ricos, sin nosotros reináis. ¡ Y ojala reinases, para que nosotros
reinásemos también juntamente con vosotros” 1 Corintios 4:8
Como decía más arriba, el reino sobre el cual ejerceremos reinado es el reino
milenial que describe Apocalipsis 20 y sobre el cual Isaías abunda en bastantes
detalles. Ese reino milenial de Cristo hará las veces de prólogo e introducirá a
toda la creación en la eternidad, donde existirá el nuevo cielo y nueva tierra
según lo profetiza el propio Apocalipsis.
Apocalipsis 5:10, al dejarnos la promesa y confirmación de que realmente somos
reyes y sacerdotes eternos por ser hoy miembros de la iglesia, nos debería
agregar un motivo más de agradecimiento y alabanza a YHWH, el que era, es y ha
de venir.
Apocalipsis 5:11-12 “Y miré, y oí la voz de muchos
ángeles alrededor del trono, y de los seres vivientes, y de los ancianos; y su
número era millones de millones que decían a gran voz: El Cordero que fue
inmolado es digno de tomar el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza,
la honra, la gloria y la alabanza”.
El contenido de estos versículos está dado por lo que Juan vio y escuchó. La
visión es de ángeles y lo que Juan escucha es una alabanza proveniente de éstos.
Noten por favor que Juan dice que lo que vio fueron “muchos ángeles”. No se nos
da un número que nos permita hacernos una idea exacta de la cantidad de ángeles.
Y esto es muy importante en la interpretación de Apocalipsis. Cuando lleguemos a
Apocalipsis 7 veremos que allí se nos habla de 144.000 sellados y veremos que
hay quienes mal interpretan el pasaje porque lo espiritualizan y dicen que ese
número en realidad es un número simbólico que significa una cantidad incontable.
Estos versículos 11 y 12 nos muestran que en realidad cuando la profecía quiere
hablar de una multitud que no se puede contar así lo dice expresamente. Por
tanto, siendo esto así, cuando la profecía habla de 144.000 en Apo 7 es porque
son exactamente 144.000 y cuando habla de “muchos” o de “multitud” como en el
caso de la multitud de ropas blancas de Apo 7 es porque en realidad son
incontables.
Si los 144.000 de Apocalipsis 7 no fueran una cantidad exacta, entonces la
profecía hubiera recurrido a un giro similar al aquí utilizado en este verso 11
de “millones de millones” o “muchos”.
La visión de estos ángeles y la alabanza que entonan nos ayudan a ir completando
la escena que veníamos contemplando ya desde el capítulo y también el 5.
Resulta interesante notar que la profecía no dice que los ángeles estén
cantando, sino que simplemente dice que los ángeles “decían a gran voz”. Es
imposible imaginar como sonarán en simultáneo todas esas millones de millones de
voces angelicales alabando al Cordero, pero seguramente es algo que sólo en el
cielo escucharemos.
Al estudiar el verso 9 vimos que los cuatro seres vivientes y los veinticuatro
ancianos cantaban un nuevo cántico. De ellos sí se nos dice que cantaban, lo
cual no sucede con los millones de ángeles que tenemos aquí.
Mientras que el cántico de los cuatros seres vivientes y los ancianos habla de
la obra redentora de Cristo y la purificación de pecados a través de su sangre,
esta alabanza de los ángeles habla de los atributos de la gloria de Cristo tales
como el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza y la dignidad para
recibir alabanza. La obra de Cristo en la cruz aparece, sin embargo, nuevamente
mencionada aquí como la razón que hace que el Cordero sea digno de estos
atributos propios de su gloria.
La alabanza del verso 12 es la segunda de las alabanzas que recibe el Cordero,
habiendo sido la primera la del verso 9. En el verso 13 veremos una tercera
alabanza dirigida al Cordero en esta escena que se le está revelando a Juan,
antes de entrar a la apertura del libro de los sellos y estudiar así los juicios
apocalípticos.
El Fuerte de Jacob los guarde la hora de la prueba que viene (Apo 3:10) mediante
el rapto (1 Tes 4).
Apocalipsis 5:13 "Y a todo lo creado que está en el cielo,
y sobre la tierra, y debajo de la tierra, y en el mar, y a todas las cosas que
en ellos hay oí decir: Al que está sentado en el trono, y al Cordero, sea la
alabanza, la honra, la gloria y el poder, por los siglos de los siglos."
El verso 9 contiene la adoración de los cuatro seres vivientes y los
veinticuatro ancianos, los que como vimos son seres celestiales que conforman la
jerarquía celestial, aunque hay algunas interpretaciones que consideran que los
veinticuatro ancianos son la iglesia.
El verso 11, por su parte, contiene la adoración de millones de millones de
ángeles, la cual se constituye en la segunda de las alabanzas que presenciamos
en esta escena celestial.
La tercer alabanza que nos revela este cuadro profético está contenida en este
verso 13 y procede de toda la creación. Con esta alabanza del verso 13 se
completa el cuadro de adoración y tenemos entonces que Dios es alabado por toda
la jerarquía celestial, por los ángeles y por toda la creación y los seres
creados que en ella hay sin importar su ubicación o características.
Los únicos que van quedando fuera de este cuadro de adoración por ahora son los
moradores de la tierra, los no salvos, los cuales se aprestan a recibir los
juicios que vienen de Dios y que están contenidos en los sellos, trompetas y
copas.
Sin embargo, los moradores de la tierra pronto también deberán rendir adoración
a Dios pues como está escrito en Isaías 45:23 y Romanos 14:11 "Vivo yo, dice el
Señor, que ante mí se doblará toda rodilla y toda lengua confesará a Dios".
Y en el mismo sentido podemos citar Filipenses 2:9-11 que dice "Por lo cual Dios
también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre,
para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los
cielos y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que
Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre".
Así pues, según la Escritura, llegará la hora que también los no salvos deberán
sumarse a la adoración a Dios. Por lo pronto, tenemos hasta aquí a toda la
jerarquía celestial, ángeles incluidos, y a toda la creación alabando a Dios.
Los no salvos, mientras se produce este cuadro celestial de adoración y
alabanza, están a punto de recibir los juicios apocalípticos que analizaremos
versículo a versículo más adelante.
Resulta interesante notar que esta adoración proviene de cuatro lugares
diferentes: 1. cielo, 2. tierra, 3. debajo de la tierra, y 4. mar.
Estos cuatro lugares conforman la totalidad de lo creado y por tanto la alabanza
aquí descrita es total, lo cual es lógico si tenemos en cuenta la dignidad de
Cristo que lo hace merecedor de tal alabanza y su carácter de Creador de todo lo
que existe según también podemos leer en Apocalipsis 1:8 "Yo soy el Alfa y la
Omega, principio y fin, dice el Señor, el que es y que era y que ha de venir, el
Todopoderoso".
Los destinatarios de la adoración son El que está sentado en el Trono, y que se
nos describió en Apocalipsis 4:3 y el Cordero, que nos fue descrito en 5:6.
Tanto Dios como Cristo, personas de la Trinidad, son receptoras de la misma
alabanza y adoración lo cual confirma la plenitud de la deidad y gloria de
Cristo, quien es al mismo tiempo Dios.
Este verso 13, en síntesis, nos ofrece un cuadro más de la adoración celestial y
nos provee de inspiración para mejorar la nuestra desde ahora mismo.
Apocalipsis 5:14 "Los cuatro seres vivientes decían:
Amén; y los veinticuatro ancianos se postraron sobre sus rostros y adoraron al
que vive por los siglos de los siglos".
Como vimos al analizar los versículos anteriores, principalmente los del
capítulo 4, los cuatro seres vivientes conforman una creación celestial de un
rango muy importante en la jerarquía celestial. De tal magnitud es la jerarquía
de estos seres que ellos están "junto al trono y alrededor del trono" según Apo
4:6.
Teniendo en cuenta entonces la particular importancia que estos seres tienen en
la jerarquía celestial, resulta sumamente trascendente el "Amén" que estos seres
dicen a la alabanza que proviene de toda la creación. Ese "Amén" proveniente de
seres celestiales tan importantes viene a constituir una suerte de ratificación
de esa alabanza y nos muestra la plena conformidad de los mismos con esa
alabanza. En otras palabras, los cuatro seres vivientes, están de acuerdo con la
alabanza expresada por toda la creación y avalan tal adoración y se suman a ella
diciendo "que así sea".
Apocalipsis 4:8 nos muestra que estos cuatro seres vivientes no cesaban de decir
"Santo, santo, santo es el Señor Dios Todopoderoso, el que era, el que es, y el
que ha de venir" y luego Apocalipsis 5:9 nos muestra a estos mismos cuatro seres
cantando un nuevo cántico de redención junto a los veinticuatro ancianos. En
definitiva, vemos entonces a los cuatro seres vivientes íntimamente relacionados
con la adoración y ahora en este verso 14 los vemos también en relación a la
adoración, pero esta vez dando su ratificación, su aprobación, sellando lo que
la creación expresa al Señor.
El versículo 14 también menciona a los veinticuatro ancianos, a los cuales
habíamos visto en el verso 9 junto a los cuatro ancianos entonando el nuevo
cántico. Pero esta vez, los veinticuatro ancianos no emiten palabra sino que se
limitan a postrarse delante del que está sentado en el Trono y el Cordero, que
son los únicos que merecen y reciben adoración. Dice al respecto el verso "y los
veinticuatro ancianos se postraron sobre sus rostros y adoraron al que vive por
los siglos de los siglos".
La actitud de los veinticuatro ancianos, a pesar de que no emiten palabra, es
también de adoración puesto que el postrarse es una manifestación de alabanza,
respeto, admiración y honra, y el hecho de que lo hagan sobre sus rostros
acentúa enormemente esto.
Analizaremos verso por verso el capítulo 6 y al hacerlo veremos la apertura de
cada uno de los sellos del libro sellado. Como vimos antes, sólo el Señor
Jesucristo es el único digno de abrir y ejecutar los juicios apocalípticos, pues
El fue inmolado y llevó sobre sí nuestros pecados pagando el precio de nuestro
rescate y mereciendo así toda autoridad y derecho a juzgar.
Apocalipsis 6 - Introducción - parte 1
Antes de abordar el estudio el estudio versículo a versículo de Apocalipsis 6,
corresponde hacer una breve introducción al respecto.
Como señalé al principio, resulta vital que cada versículo de Apocalipsis, al
igual que cada versículo de toda la Escritura, sea interpretado contextualmente.
Esa es la única forma de llegar a la verdadera interpretación del versículo.
Doctrinas tales como el preterismo, el amilenarismo, el postribulacionismo y el
midtribulacionismo solo prosperan en terrenos donde el análisis de los
versículos es aislados. Son doctrinas que no resisten un análisis contextual de
los versículos.
Solo la doctrina premilenial pretribulacional puede ofrecer un análisis
contextual que satisfaga todos los versículos bíblicos y eso es lo que estoy
intentando hacer aquí, en este caso con el libro de Apocalipsis.
Así que al continuar ahora con el capitulo 6, vuelvo a reiterar la máxima dicha
antes de que cada versículo debe ser analizado en el contexto de los demás
versículos y en el de toda la Biblia, pues la Escritura es una sola y solamente
ella contiene la llave para su verdadera interpretación.
Apocalipsis 6 se cumplirá en el futuro, al igual que Mateo 24.
Tal como había señalado antes, según Apocalipsis 1:19 este capitulo 6 forma
parte de las "cosas que han de ser después de estas". Es decir que este
capitulo, al igual que todos los capítulos que siguen, contienen profecías cuyo
cumplimiento está establecido para después de la era de la iglesia, la cual está
contemplada en los capitulo 2 y 3 de Apocalipsis.
Como Uds. recordarán, Apocalipsis 1:19 divide el libro en tres partes: 1) las
cosas que has visto: capitulo 1, visión de Cristo, 2) las cosas que son,
capítulos 2 y 3, la era de la iglesia y 3) las cosas que han de ser después de
estas (es decir la iglesia), capítulos 4 y siguientes. Apocalipsis 4:1 confirma
esto por cuanto la revelación que allí comienza claramente establece que refiere
a "las cosas que sucederán después de estas".
Los capítulos 4 y 5 nos ofrecieron la revelación de la preparación de los
juicios apocalípticos, señalándosenos que solamente Cristo es digno que
autorizar el comienzo de los mismos y ejecutarlos (Apocalipsis 5:9). Entiendo
que el versículo 7 del capitulo 5 revela un momento sumamente sublime y soberano
en la profecía por cuanto describe a Cristo ejerciendo su autoridad para tomar
el libro y ejecutar así los juicios apocalípticos contenidos en los siete
sellos, trompetas y copas.
No existen dudas en cuanto al momento de cumplimiento de esta profecía de los
capítulos 6 y siguientes de Apocalipsis. Estos capítulos (hasta el 19 inclusive)
hacen referencia a lo que Cristo llamó en Mateo 24:21 "gran tribulación" por
cuanto "no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá".
La doctrina preterista enfrenta aquí un obstáculo insalvable, por cuanto sus
defensores tratan de sostener que Mateo 24 ya se cumplió. Si Mateo 24 ya se
hubiera cumplido, entonces toda tribulación, catástrofe, persecución, terremoto,
peste, muerte, guerra, etc. que siguió a la era de la iglesia primitiva debió
ser menor que la de los primeros siglos de la era cristiana. Sabemos que ello no
es así, sino que todo lo que siguió a los principios de la era cristiana fue mas
grave, mas catastrófico, mas severo y será aún más severo lo que ocurra cuando
comience a transcurrir el reloj en la hora de Apocalipsis 6.
El preterismo trata de hacer caer la profecía y la Biblia toda en la
obsolescencia, puesto que al sostenerse infundadamente que toda la Escritura ya
se cumplió, pretende hacer entonces que la Biblia carezca de relevancia para la
actualidad.
La tribulación a la que refiere Mateo 24 y que se describe en Apocalipsis 6 es
una tribulación sin precedentes, por lo cual NUNCA pudo haber ocurrido en el
pasado y mucho menos en la era de los primeros cristianos. Además, a esa
tribulación seguirá INMEDIATAMENTE el regreso de Cristo en su segunda venida
visible para todo el mundo, según Mateo 24:29-30 y Apocalipsis 19:11-12,
Apocalipsis 1:7 y Hechos 1:11. Esta segunda venida visible de Cristo NUNCA
ocurrió y siendo que la profecía señala que ocurriría INMEDIATAMENTE después de
la tribulación, entonces tampoco ocurrió la tribulación profetizada en Mateo 24
y Apocalipsis 6.
La visibilidad de la segunda venida de Cristo es incuestionable puesto que la
profecía dice que "todo ojo le verá, y los que le traspasaron, y todos los
linajes de la tierra harán lamentación por el" (Apocalipsis 1:7). Eso nunca
ocurrió, ergo nunca ocurrió la tribulación.
Apocalipsis 6 - Introducción - parte 2
Analicemos ahora el paralelismo Apocalipsis 6 - Mateo 24.
Estos dos capítulos contienen profecías paralelas, ambas reveladas por Cristo
(Mateo 24:4 y Apo 1:1).
Al decir profecías paralelas quiero decir que refieren al mismo hecho,
complementándose ambos pasajes.
Así por ejemplo tenemos que:
1. La tribulación comenzará con una aparente paz traída por un líder.
Apocalipsis 6:2 = Mateo 24:5
2. La tribulación supondrá guerras y muertes. Apocalipsis 6:4 y Mateo
24:6-7
3. La tribulación traerá terremotos, aún más severos que el recientemente
ocurrido en Asia. Apocalipsis 6:12 = Mateo 24:7
4. La tribulación traerá severas restricciones económicas y daños a los
alimentos que se traducirán en un gran hambre mundial. Apocalipsis 6:6 = Mateo
24:7
5. La tribulación acarreará persecución de los que se salven luego del
rapto y de los judíos que acepten a Jesús como Mesías. Apocalipsis 6:9 = Mateo
24:9
6. La tribulación implicará juicios sobre la humanidad mediante la caída
de estrellas, meteoritos y otros eventos cósmicos. Apocalipsis 6:13-14 = Mateo
24:29
Mateo 24 contiene muchísimas otras referencias a la tribulación que están
contenidas en otros capítulos de Apocalipsis y que veremos oportunamente (tal es
el caso de la predicación del evangelio en todo el mundo, la protección de los
escogidos, las falsas señales del falso profeta, la huida de los judíos al
desierto),
La iglesia: ausente de la tierra durante toda la tribulación
Brevemente podemos señalar que la ausencia de la iglesia durante este periodo de
duración de la tribulación es confirmada, entre otras muchas razones, por:
1) la promesa de Apocalipsis 3:10;
2) la estructura que Cristo dio a Apocalipsis en 1:19;
3) la inexistencia de mención a la iglesia en los
capítulos 4 al 19, luego de mencionársele por ese nombre durante 3 capítulos
seguidos al comienzo del libro.
4) la finalidad de la tribulación, la cual es castigar
al injusto, y Dios no castiga justos con injustos según Génesis 18:25.
5)la finalidad de la tribulación, la cual es derramar
la ira de Dios, y la iglesia no está puesta para ira sino que ya Cristo sufrió
por ella (1 Thesal. 5:9). Al leerse este versículo nótese que está inserto en un
contexto en el cual se viene hablando del arrebatamiento. Se explica que el
arrebatamiento, precisamente es consecuencia de que la iglesia no está puesta
para ira.
6)el hecho de que los destinatarios de la profecía de
Mateo 24 son los judíos y NO la iglesia, lo cual queda claro al leer por ejemplo
24:15 (se refiere al templo judío), 24:20 (se refiere al día de reposo), 24:16
(se refiere a Judea).
7)el propósito de Dios con este periodo de tiempo, el
cual es establecer un trato directo y único con Israel que complete los 490 años
profetizados en Daniel 9. 483 años determinados proféticamente en la historia
sobre Israel ya han tenido cumplimiento, restando 7 que serán los que durará la
tribulación.
8) la necesidad de que 3 nuevos agentes sean portadores
del evangelio, ante la ausencia de la iglesia. Estos 3 nuevos agentes son: los
dos testigos de Apo 11; los 144.000 sellados de Apo 7 y el ángel con el
evangelio de Apo 14. Estos tres agentes predicadores desarrollarán su acción
precisamente porque la iglesia, natural destinataria del encargo de predicación
(Mateo 28:19), NO ESTARÁ.
Existen mas razones, pero son suficientes por ahora para fundar bíblicamente la
afirmación de que la iglesia no estará en la tierra mientras se sucedan los
eventos apocalípticos que comentaré.
Apocalipsis 6 - Introducción - parte 3
Breve explicación de la forma válida de interpretación de la
profecía
Algo que viene bien recordar al ingresar a este capitulo 6 es lo atinente a la
forma según la cual se debe interpretar la profecía.
La literalidad es la regla de interpretación que se impone si se quiere
descubrir el verdadero significado de la escritura. La aplicación de tal regla
no es producto de capricho o comodidad, sino una imposición de la propia Biblia
y del análisis de la forma en la cual se han cumplido las profecías pasadas.
Solo debe recurrirse a una interpretación simbólica o espiritual cuando el texto
bíblico así lo autorice y no se pueda aplicar la literalidad, por ejemplo porque
aplicar la literalidad resulte en un absurdo. Solo debemos aplicar la
interpretación simbólica cuando claramente se esté usando un símbolo y en tal
caso debemos interpretar tal símbolo con los elementos que nos proporciona la
misma Escritura.
Cuando Apocalipsis utiliza símbolos, así lo deja ver claramente y también nos
proporciona la interpretación del símbolo para que no andemos haciéndole decir a
la Escritura cosas que son producto de la imaginación de cada interprete. Cito
algunos ejemplos para que vean como la Escritura respalda esto que estoy
diciendo:
A) Apocalipsis 11:8 se refiere a Jerusalén usando como símbolo Sodoma y
Egipto. El propio versículo introduce el símbolo y al mismo tiempo su
significado.
B) Apocalipsis 12:3 utiliza el símbolo de un dragón, pero el mismo
capitulo 12:9 nos aclara que tal símbolo representa a Satanás.
C) Apocalipsis 12:1 describe una mujer vestida del sol, con la luna
debajo de sus pies y una corona de doce estrellas. La profecía también describe
a esta mujer diciendo que está encinta y que está con dolores de parto. La
propia Escritura nos da los elementos para interpretar este símbolo impidiendo
así que hagamos interpretaciones libres, como es propio del preterismo.
Así, la propia Biblia identifica a Israel como mujer que está de parto en
Miqueas 4:10, Isaías 13:8, 26:17,18, 21:3; Oseas 13:13. Y también es la propia
Biblia la que identifica a Israel con el sol, la luna y las estrellas, bastando
para ello leer el sueño PROFÉTICO de José en Génesis 37:9-10.
D) Apocalipsis 4:5 utiliza el símbolo de siete lámparas de fuego, pero
inmediatamente el mismo pasaje se encarga de cortar cualquier posibilidad de que
interpretemos libremente y nos da la interpretación valida: son los siete
espíritus de Dios.
E) Lo mismo sucede con Apocalipsis 7:9-10, donde se utiliza el símbolo de
siete cabezas y se nos da la interpretación de que son 7 reyes.
F) Apocalipsis 17:1 contiene otro símbolo: aguas. El mismo capitulo nos
da la interpretación: las aguas son pueblos, naciones (v. 15).
Y existen más ejemplos, los cuales iremos viendo en la medida que avancemos en
este estudio. Pero, por lo pronto, estos son suficientes para ejemplificar lo
que vengo diciendo y, fundamentalmente, para demostrar que tiene base bíblica.
En consecuencia, la literalidad predomina como regla de interpretación y el
simbolismo solo debe aplicarse cuando la Biblia autorice a reconocer como
símbolo lo que se está leyendo y provea de la interpretación.
De esta forma no existirán nunca dos interpretaciones, que es lo que predomina
en las interpretaciones preterístas, simbólicas o espirituales. La verdad es
solo una, no dos. Por tanto la única regla validad de interpretación es la que
ofrezca solo una interpretación. La literalidad, no solo ofrece una sola
interpretación, sino que ofrece la única valida.
El preterismo y la interpretación simbólica generalizada a veces trata de
fundamentar su doctrina diciendo que todo Apocalipsis es simbólico por cuanto
Juan se vio obligado a ocultar su verdadero significado ante las autoridades.
Al utilizar símbolos, dicen, Juan hizo que el mensaje apocalíptico pareciera
inofensivo, logró que las autoridades lo ignoraran y así protegió a sus
destinatarios.
Sostener esto es absurdo por varias razones:
1) sería subestimar el poder de Dios para proteger a quienes El quiere
proteger y para proteger su Palabra;
2) el propio Juan ya estaba en prisión por causa de la Palabra (Apo 1:9)
por lo que revelar la verdad con las verdaderas palabras no le habría aumentado
su tribulación;
3) el mensaje habría sido inentendible para sus contemporáneos o
destinatarios originales pues no manejaban el código que supuestamente Juan usó;
4) iría contra la naturaleza misma de Apocalipsis, la cual es revelar lo
escondido. Resulta difícil revelar lo que está oculto utilizando símbolos que
son pasibles de tantas interpretaciones como interpretes haya. Apocalipsis en
griego significa: revelación y eso está en consonancia con lo que dice Apo 22:10
en cuanto a que Juan no ocultara la profecía.
En conclusión, NO hay ningún símbolo o interpretación espiritual si la Biblia no
lo indica o lo autoriza y si no nos da el correspondiente significado del
supuesto símbolo, debiendo en tales casos procederse aplicando siempre la
interpretación literal.
Me pareció oportuno hacer este comentario referente a la interpretación ya que
estas reglas adquieren especial relevancia y utilidad al ingresar a este
capitulo 6.
Apocalipsis 6 - introducción - parte 4
El contexto del capitulo
El capitulo 6 revela la sucesión de juicios que sobrevendrán sobre la tierra una
vez que la iglesia haya sido quitada de la tierra en cumplimiento de 1 Tes 4:17
y para que se cumpla Apocalipsis 3:10.
Este ultimo versículo citado revela una de las finalidades que tendrá esta
tribulación: "probar a los que moran sobre la tierra" y revela también el
alcance: "sobre el mundo entero". Y también este versículo es portador de la
promesa del Señor de guardar a su iglesia durante la sucesión de estos juicios a
través del arrebatamiento: "yo también te guardaré de la hora de la prueba" en
consonancia con Romanos 5:9.
La tribulación también tendrá por objetivo la "preparación" de Israel para la
venida del Mesías. Tal como profetiza Romanos 11:26 "todo Israel será salvo". Y
esto tendrá cumplimiento cuando, como consecuencia de la persecución que tendrá
lugar en la tribulación, el remanente judío se vuelva a Cristo y le reconozca
como Mesías.
Esto será también cumplimiento de Zacarías 13:8-9 que predice una persecución a
manos del anticristo que viene que terminará con las 2/3 partes de la población
judía, salvándose 1/3 que será el remanente que cumplirá Romanos 11:26.
Este es el ultimo tiempo de prueba para Israel, el tiempo del cual habló
Jeremías cuando dijo "Ah cuan grande es aquel día ! tanto que no hay otro
semejante a él, tiempo de angustia para Jacob, pero de ella será librado
(Jeremías 30:7).
No solamente el castigo de los no que aceptaron a Cristo, la prueba y la
preparación de Israel serán la finalidad de esta gran tribulación. Sino que
también esta tribulación tendrá por objeto demostrar la misericordia de Dios, la
cual es grande (Éxodo 34.6). Aun durante este tiempo de tribulación estará
abierta la puerta de la gracia, puesto que Dios no quiere que nadie se pierda
sino que todos se arrepientan (2 Pedro 3:9).
La salvación seguirá siendo posible a través del arrepentimiento y la aceptación
de Cristo como único salvador (Apocalipsis 7:14). Dado que la iglesia no estará
en la tierra, quienes se salven no serán integrantes de la esposa de Cristo,
sino que serán invitados o llamados a las bodas (Apocalipsis 19:9).
No obstante, aún cuando la puerta de la gracia estará abierta y aún cuando los
hombres reconozcan que los juicios provienen de Dios, no se arrepentirán
(Apocalipsis 9:20-21).
La sucesión de juicios apocalípticos SIGUE al arrebatamiento (puesto que la era
de la iglesia se agota en los capítulos 2 y 3) y PRECEDE en forma inmediata la
segunda venida visible de Cristo (Mateo 24:29-30, Apocalipsis 19:11)). Cristo
profetizó. Dado que, como dije, esa segunda venida visible nunca se produjo,
tenemos un argumento adicional para sostener entonces que tal tribulación
tampoco nunca ocurrió hasta el momento.
Apocalipsis
6 - Introducción - parte 5
La duración de la tribulación: 7 años
Los juicios apocalípticos se sucederán rápidamente. Apocalipsis 1:1 revela que
la revelación es sobre las "cosas que deben suceder pronto".
El original griego revela que la palabra traducida como "pronto" es "tachy" y
esta palabra significa "rápidamente". Esto significa que las profecías
apocalípticas se sucederán rápidamente una vez que hayan tenido comienzo de
cumplimiento.
"Pronto" en Apo 1:1, por tanto, está lejos de significar que los eventos
apocalípticos fueran a suceder en los tiempos de Juan o poco tiempo después,
como mal interpreta el preterismo ignorando el original griego.
Por el contrario, lo que "pronto" significa es que los juicios caerán
rápidamente, uno tras otro, una vez que hayan comenzado a ejecutarse.
Cristo profetizó en Mateo 24:22 "que si aquellos días no fueran acortados, nadie
sería salvo; mas por causa de los escogidos, aquellos días serán acortados".
Tenemos entonces que la tribulación durará un periodo corto y que la razón de
tal duración es la misericordia de Dios.
Ahora bien ¿cuanto tiempo durará entonces?
La clave está en Mateo 24: 15, donde Cristo relacionó la tribulación con
la profecía de Daniel de las 70 semanas.
Esta vinculación que Cristo hizo entre las dos profecías constituye un argumento
adicional más para tirar por tierra la posición de quienes señalan que ya se
cumplieron las 70 semanas en la persona de Cristo. Lejos de haberse cumplido,
dicha profecía de las 70 semanas está aun pendiente de cumplimiento y éste está
en intima conexión con el tiempo de la tribulación futura.
Las setentas semanas profetizadas en Daniel 9 son un periodo de 490 años.
Rápidamente, la base bíblica para establecer la equivalencia 1 día = 1 año está
dada por lo siguiente:
A) Es el propio contexto de la profecía de Daniel 9 el que nos advierte
que debemos interpretar las semanas como periodos de 7 años. Así por ejemplo
tenemos que Daniel 9:2, es decir lo que origina la profecía, habla de años.
B) El término "semana" históricamente se utilizaba en hebreo para hacer
referencia a un periodo de tiempo de sietes. Decir "setenta semanas" equivaldría
a decir "setenta sietes".
Esto, sumado a que el contexto profético nos ordena a pensar en años (Daniel
9:2) nos lleva a la conclusión de que la profecía refiere a "setenta periodos de
7 años". De allí entonces que hable de 490 años.
C) El análisis de las fechas en que ocurrieron los eventos profetizados
confirma que la expresión "setenta semanas" equivale a "setenta periodos de
siete años".
Así tenemos que se profetizó que las primeras 69 semanas COMENZARÍAN a
transcurrir con la salida de la orden para restaurar y edificar Jerusalén
(Daniel 9: 25) y que TERMINARÍAN inmediatamente antes de que se quitara la vida
al Mesías (Daniel 9:26).
El tiempo transcurrido entre ambos eventos (la orden de edificación de Jerusalén
y la muerte de Cristo) fue de 483 años, con lo cual tenemos que es correcta
entonces la interpretación de que "setenta semanas" equivalen a "setenta
periodos de siete años" puesto que solo contando de esa forma entran estos
eventos en 483 años.
Los restantes 7 años aún están pendientes de cumplimiento. No existe obstáculo
alguno para separar en el tiempo el cumplimiento de estos 7 años del resto de
las semanas. La propia escritura establece que existe un intervalo entre las
primeras 69 semanas y la ultima. Inclusive la propia escritura introduce algunos
eventos dentro de este intervalo, tales como la muerte de Cristo y la
destrucción de Jerusalén a manos de los romanos (Daniel 9:26).
Es durante este intervalo entre las 69 semanas y la ultima que Dios ha extendido
su gracia a nosotros los gentiles, estableciendo así la era de la iglesia a la
cual he hecho referencia al mencionar Apocalipsis 2 y 3 como las "cosas que
son".
Las setentas semanas están determinadas sobre Israel y sobre Jerusalén, a tal
punto que es como si hubieran sido "cortadas" de la historia destinadas a
cumplirse sobre ese pueblo. De allí que la iglesia no aparezca mencionada entre
Apocalipsis 4 al 19 y que todos estos capítulos contengan referencias claras a
este pueblo y al antiguo testamento tales como el templo judío, el arca, altar,
144.000 sellados judíos, trompetas y copas (que se usaban en el templo judío),
plagas, etc.
Es durante esta ultima semana que Dios comenzará a consumar sus planes y
promesas sobre Israel. Es durante esta semana que Israel sufrirá persecución que
le hará volver a Dios y reconocer a Cristo, será probado y quedará un remanente,
será instaurado en la tierra prometida de forma firme y eterna y recién allí se
consumará el propósito de las 70 semanas el cual está descrito en Daniel 9:24.
Mateo 24:15 habla de la abominación desoladora que recaerá sobre el templo judío
durante la tribulación, lo cual establece la conexión entre ambas profecías a la
cual hacía referencia. Y tal abominación no es otra que la profetizada en Daniel
9:27, la cual se producirá cuando el anticristo haga cesar el sacrificio y la
ofrenda en el templo judío que será reconstruido en el futuro.
Según Daniel 9:27 esto ocurrirá a la mitad de la semana, es decir, a los 3 años
y medio de comenzada la tribulación. Será en ese momento a partir del cual el
anticristo tendrá el pleno poder al que refiere Apocalipsis 13:7 y 13: 5. El
anticristo aprovechará ese máximo de poder para irrumpir en el templo judío
reconstruido, hacer cesar el sacrificio y la ofrenda y se proclamará a sí mismo
como dios.
Vemos entonces como Apocalipsis, Mateo
y Daniel se conectan y complementan también en cuanto a lo que a
la duración de la tribulación se refiere.
A) Daniel 9 nos habla de que resta por cumplirse un periodo de 7 años y
que tal periodo tiene un propósito definido en el plan de Dios para Israel, en
el cual no entra o no está contemplada la iglesia,
B) Mateo 24 nos dice que ese periodo se cumplirá en la tribulación y
confirma que tal periodo tiene únicamente conexión con Israel,
C) Apocalipsis, por su parte, nos señala que a partir de la mitad de ese
periodo de 7 años, el anticristo tendrá pleno poder sobre el mundo y por un
periodo de 3 años y medio. La catástrofe en la cual ya se habrá sumido el mundo
entero cuando hayan transcurrido los primeros 3 años y medio de tribulación
serán campo fértil sin duda para facilitarle al anticristo su acceso al poder
pleno.
En consecuencia:
1. La tribulación tiene intima conexión con la profecía de las
setenta semanas, tal cual surge de Mateo 24:15
2. Existe base bíblica para sostener que "setenta semanas" es equivalente
a "setenta periodos de siete años" por lo que la profecía refiere en realidad a
490 años.
3. Está pendiente de cumplimiento una semana, es decir 7 años. Son estos
siete años pendientes de cumplimiento los que se relacionan en forma intima con
la tribulación. Ver Mateo 24:15 y Daniel 9:27, ambos hablan de la abominación
futura sobre el templo judío.
4. Los primeros 483 años se cumplieron sin ninguna conexión con la
iglesia, por lo que los restantes 7 se cumplirán de igual forma. Como sabemos,
la Escritura señala que iglesia será arrebatada antes de que comience la
tribulación, lo cual permitirá librarla de la ira que supone tal tribulación y
además que Dios trate directamente con Israel y se cumpla así o se COMPLETE la
profecía de las setenta semanas.
Para exponerlo en una forma de razonamiento lógico ...
La tribulación dura 7 años porque:
A) La iglesia no estará en la tierra por todo el tiempo que dure
la tribulación.
B) La tribulación durará por todo el tiempo que Dios haya provisto para
la restauración de Israel, la cual es una de las finalidades de la tribulación
además del castigo sobre los injustos.
C) El tiempo provisto por Dios para eso son los 7 años restantes
profetizados por Daniel
De allí que la tribulación dure entonces 7 años.
Apocalipsis 6:1 “Vi cuando el Cordero abrió uno de los
sellos, y oí a uno de los cuatro seres vivientes decir como con voz de trueno:
Ven y mira”.
Habiendo hecho una rápida introducción al capitulo 6, corresponde ahora
considerarlo versículo por versículo, al igual que hemos hecho con los
anteriores capítulos.
El capitulo 6 nos introduce a los juicios apocalípticos, los cuales tienen
comienzo de cumplimiento con la apertura de los sellos que solo el Cordero es
digno de abrir.
El hecho de que nos haya sido revelado el curso futuro de la historia a través
de Apocalipsis, debe generar en nosotros una gratitud inmedible. Es a través de
Apocalipsis que sabemos con certeza absoluta como se sucederá el futuro de la
humanidad y Dios nos lo ha revelado. Dice Apo 1:1 que Revelación contiene
aquellas cosas que deben suceder pronto (“tachy”), es decir rápidamente, y que
es voluntad de Dios que sean reveladas a sus siervos, es decir nosotros.
Los juicios que este capitulo nos describe así como los que siguen con el sonar
de las siete trompetas y el derramamiento de las siete copas de la ira, se
suceden en forma sucesiva, en la forma que van apareciendo a través de la
Revelación. Y no solamente se suceden en el orden preciso establecido en la
revelación sino que además se
Al igual que en muchas partes de la revelación, Juan nos dice “Vi” y “oí”, lo
cual nos habla de que lo que Juan escribe es producto de lo que percibió
directamente a través de sus ojos y oídos, lo cual lo transforma en un testigo
de lo que estaba sucediendo en esta escena celestial.
“Uno de los sellos” refiere sin lugar a dudas al primero de los sellos, el cual
si bien se abre en el cielo producirá, como veremos más adelante, efectos en la
tierra.
Expertos en el texto original griego de Apocalipsis han señalado que el
versículo sólo dice “ven” y que “mira” no debería estar incluido en las
traducciones con las que contamos. “Ven”, señalan estos expertos, según los
originales de la revelación debe ser entendida como una orden y además como una
orden dirigida al jinete del caballo blanco.
De esta forma, entienden estos expertos que cuando uno de los cuatro seres
vivientes pronuncia “ven”, en realidad no se está dirigiendo a Juan sino que le
está dando la orden de que salga al primer jinete que veremos al analizar 6:2.
Esta precisión que hacen los expertos en el texto original parece ser acertada
si tenemos en cuenta que el versículo siguiente (6:2) nos dice que simplemente
Juan miró y no se nos dice que haya ido a ningún lado. Por tanto, “ven” es una
orden dada al jinete y no a Juan.
Así entonces tenemos en este versículo a: 1. Cristo abriendo el primero de los
sellos, 2. uno de los cuatro seres vivientes dándole la orden al primer jinete
para que salga a escena y 3. Juan como testigo de lo que está ocurriendo.
Lo mismo sucedería con los siguientes versículos donde un ser viviente dice
“ven”. En todos esos casos, el “ven” sería una orden dada al jinete
correspondiente para que haga su aparición en el escenario histórico de este
mundo y ejecute el juicio que se le ha encomendado.
Se ha señalado por parte de algunos hermanos midtribulacionistas y
postribulacionistas que en realidad estos primeros sellos no representan la ira
de Dios. Alegan que los eventos consecuencia de la apertura de estos sellos no
provienen de Dios.
Debo señalar que allí hay un error, puesto que efectivamente la apertura de
todos y cada uno de los sellos así como los juicios que ellos suponen, son
consecuencia directa de la voluntad e ira de Dios.
Tanto esto es así que:
1. Es Cristo quien abre los sellos
2. Es uno de los seres vivientes que están alrededor del trono el que da la
orden para que los jinetes salgan
3. Ninguno de los jinetes puede hacer más de lo que Dios ha establecido como su
cometido, siendo Dios quien en todo momento está al control de todo.
En definitiva, cada uno de los sellos es producto de la voluntad de Dios, siendo
por tanto los juicios que veremos producto directo de su ira. La actuación del
diablo en todo momento está sujeta a la voluntad permisiva de Dios.
Una de las valiosísimas enseñanzas que nos deja este versículo es que es Dios
quien está al control de todo y que todo se sujeta a su perfecta y todopoderosa
voluntad. Es Cristo quien tiene el libro, quien abre sus sellos y es un ser
celestial dependiente directamente del trono de Dios quien da la orden.
Por tanto, Apocalipsis reporta muchísimo consuelo a la iglesia en medio de este
mundo que parece no tener rumbo y un futuro incierto. Dios está al control, nos
sacará de aquí a través del rapto antes que estos juicios comiencen y éstos se
sucederán conforme el plan aquí revelado.
La negación de la literalidad y cumplimiento futuro de Apocalipsis supone
negación de la literalidad de la muerte, resurrección de Cristo y ascensión de
Cristo, por cuanto resulta imposible espiritualizar una parte de la Escritura y
tomar literal otra. Hago la anotación para recordar los comentarios hechos más
arriba respecto a las reglas de interpretación, las cuales imponen la
literalidad y las que veremos como juegan en este capitulo que ya comenzamos a
ver.
Nada escapa a Su control sino que todo es según su voluntad, tanto en la
historia de la humanidad como en nuestras vidas diarias. Esa es la paz que trae
estudiar profecías
Parte 1
Apocalipsis 6:2 "Y miré, y he aquí un caballo blanco; y el
que lo montaba tenía un arco; y le fue dada una corona, y salió venciendo y para
vencer".
Abordemos la
apertura del primer sello, siempre recordando que el análisis de cada versículo
debe hacerse en contexto y teniendo en cuenta todo lo anterior.
Son muchísimos y fascinantes los aspectos que deja el análisis de este primer
sello y también son bastantes los pasajes bíblicos que debemos considerar en
paralelo, por lo que avancemos por partes.
"Y miré",
nos dice el apóstol Juan. Esto confirma lo dicho en el último post respecto a
que
"ven"
en Apocalipsis 6:1
era una orden dirigida al primer jinete y que solo
"mira"
estaba dirigido a
Juan.
El versículo 6:2 es consecuencia del 6:1 y no vemos que Juan haya ido a ningún
lado, sino que hizo lo que efectivamente se le dijo a él que hiciera: "miré".
Por otra parte, vemos que como consecuencia del "ven" del 6:1 sale ahora un
jinete en un caballo blanco, que será el que ocupará nuestra atención.
Me parece interesante señalar cuales han sido las interpretaciones mas conocidas
que se han hecho sobre este jinete en el caballo blanco y anotar cuales son los
errores en los que incurren tales interpretaciones, para así llegar a mostrar
cual es la verdadera.
Evidentemente, corresponde también aquí hacer aplicación de las reglas de
interpretación señaladas anteriormente y considerar que este "caballo blanco" es
un símbolo que no puede ser interpretado literalmente. No obstante ser un
símbolo, este símbolo como veremos más adelante está representando algo es que
literal. Todos los símbolos representan verdades literales, solo que se recurre
a un símbolo para transmitir con mayor fuerza lo literal. No corresponde hacer
como hacen los espiritualistas o simbolistas, que interpretan los símbolos
dándoles un significado también simbólico, pues así encubren la verdad que el
símbolo transmite.
Pero, antes
de eso, veamos cuales han sido las interpretaciones más conocidas y sus fallas,
para luego considerar la interpretación correcta.
A.- Se ha dicho erróneamente que este jinete en el caballo blanco es el
Señor Jesucristo. Señalo que tal interpretación es errónea por cuanto si la
adoptamos, el análisis del versículo no resiste el contexto bíblico.
Las razones para considerar errónea tal interpretación son:
A.1.-Vimos al estudiar Apocalipsis 6:1 que "ven", es una orden de que
salga a la escena apocalíptica dada por uno de los cuatro seres vivientes al
jinete del caballo blanco.
No es admisible que uno de los cuatro seres vivientes, por más cercanos al Trono
que estén, le den una orden a Cristo quien es Rey de Reyes y Señor de Señores
(Apo 19:16) y quien tiene toda potestad en el cielo y en la tierra (Mateo
28:18).
Los seres vivientes forman parte de la creación de Dios, y no sería lógico que
un ser creado le diera ordenes al creador, por lo que también por esta razón no
es correcto identificar al primer jinete con Cristo.
A.2.- En Apocalipsis 19:11 (paralelo a Mateo 24:29-30) vemos a Cristo en
un caballo blanco en el momento de su futura segunda venida. Pero el hecho de
que Cristo monte un caballo blanco allá en Apocalipsis 19 no es argumento
suficiente para sostener que el jinete de Apo 6:2 sea también Cristo, máxime
siendo que no coinciden las descripciones que se hacen del jinete en ambos
capítulos.
A.3.- Cristo es quien abre los sellos, tal como surge de Apo 6:1 cuando
dice "Vi cuando el Cordero abrió uno de los sellos". Resultaría ilógico que
Cristo aparezca abriendo el primer sello y al mismo tiempo aparezca saliendo a
la escena apocalíptica en el caballo blanco.
No tiene sentido que se nos muestre al mismo Cristo en el mismo pasaje (versos 1
y 2) con dos imágenes diferentes: como Cordero y como jinete del caballo blanco.
Está claro que por lo menos en Apocalipsis 5 y 6, Cristo es el Cordero que está
abriendo los sellos.
Parte 2
Continúo con el análisis de las razones por las cuales NO es correcto
identificar a Cristo con el primer jinete:
A.4.-
No encajaría en la estructura o cronología profética ver a Cristo a esta
altura de la revelación montando sobre un caballo blanco. Los sellos tienen su
efecto directamente en la tierra como veremos más adelante, y Cristo volverá a
la tierra en el futuro cuando se cumpla Apocalipsis 19 (Mateo 24).
Por lo que Apo 6:1 no es momento aún para que Cristo aparezca en la tierra en la
forma que prometió regresar, es decir literal, fisica y visiblemente tal como se
fue (Hechos 1:9 al 11). Otra razón entonces para rechazar la identificación del
primer jinete con Cristo.
Notaremos al ir avanzando en el estudio de Apocalipsis que cada versículo, cada
juicio, cada sello, cada trompeta, cada copa, es preparación para el mayor
momento en la historia de la humanidad y la tierra, la segunda venida futura de
Cristo. Por lo que, como dije, Apo 6:1 no es momento para que Cristo se muestre
según la cronología profética.
A.5.- No hay ningún pasaje bíblico que sirva de respaldo a tal
interpretación.
Hay quienes han invocado Habacuc 3:9 para defender esta interpretación por
cuanto dice ese pasaje "Se descubrió enteramente tu arco; los juramentos a las
tribus fueron palabra segura". Señalan que siendo esta profecía de Habacuc para
la tribulación y señalándose allí que en ese periodo se podrá ver el arco del
Señor a través de los juicios apocalípticos, entonces hay suficiente razón para
identificar al Señor con el primer jinete que porta el arco.
Sin embargo, debemos señalar que el arco es utilizado en muchos otros pasajes
bíblicos como un signo de poder militar, indicándose que cuando Dios rompe el
arco de tal o cual nación es porque vence su poder militar.
Ver por ejemplo Jeremías 49:35; 51:56; Ezequiel 39:3. En todos esos pasajes
vemos que cuando se usa "arco" es un símbolo del poder militar que es derrotado
por el Señor. En el caso de Habacuc 3:9 "arco" está hablando del poder del
Señor, el cual será derramado en ira sobre la tierra, pero no constituye base
sólida para defender una identificación del primer jinete con Cristo. El arco en
Apo 6:2 podrá ser símbolo en todo caso del poder o la victoria del jinete pero
no habilita a identificarlo con el Señor.
¿Por que razón entonces no identificar al Señor con Rusia siendo que Ezequiel
39:3 habla del arco de Gog y Magog y también al igual que Habacuc es una
profecía futura?. Además, nótese que en Apocalipsis 19 el Señor se nos muestra
con la espada que sale de su boca, y no con un arco.
A.6.- Veremos más adelante que a este primer jinete se le da una corona.
Cristo no necesita que se le den coronas, puesto que El ya es y siempre fue el
Soberano, el principio y el fin, el Todopoderoso (Apocalipsis 1:8), por lo que
ese primer jinete no puede ser Cristo tampoco por esta razón.
A.7.- El análisis de los sellos que siguen a la aparición del jinete del
caballo blanco también sirven de argumento para descartar la identificación con
Cristo. En efecto, si el jinete del caballo blanco fuera Cristo, no se entiende
como Cristo es vencido en su intento de traer paz (Apo 6:4 dice que el segundo
jinete quita la paz que la salida del primer jinete trajo sobre la tierra.
Como vemos, existen abundantes razones para rechazar de plano cualquier intento
por identificar al primer jinete con Cristo.
Parte 3
Analicemos ahora la interpretación también errónea que sostiene que este primer
jinete es el Evangelio.
Quienes defienden esta interpretación, recurren a la profecía dada por Cristo en
Mateo referente a que el evangelio sería predicado en todo el mundo antes que
venga el fin.
Estos intérpretes ven necesario para que se cumpla esta profecía una fuerte
manifestación del Evangelio en los últimos días que estaría representada
precisamente por este primer jinete.
Esto es un error por las siguientes razones:
B.1.- Hemos establecido en anteriores párrafos que la interpretación
correcta indica que la apertura del primer sello coincide con el inicio de la
semana 70 de Daniel, es decir un periodo de 7 años en los cuales Dios volverá a
tratar con Israel y probar y castigar al mundo mediante el derramamiento de su
ira.
Daniel 9:27, versículo que describe este periodo de 7 años, NO dice que tal
periodo de comienzo con la predicación del evangelio o similar, por lo que mal
podemos decir que este primer jinete es el evangelio. Por el contrario, el
periodo de 7 años o semana 70 comienza con paz, con un pacto que el anticristo
habrá de celebrar con Israel y del cual vemos en los noticieros en estos días
los que pueden ser ya sus primeros borradores.
B.2.- No hay razón de texto para hacer una identificación en esos
términos, asimilando el Evangelio con un jinete sobre un caballo blanco.
B.3.- La profecía pronunciada por Cristo en relación a la predicación del
evangelio en todo el mundo previo al fin, se cumplirá durante la tribulación a
través de 3 nuevos agentes predicadores que serán:
a) los 144.000 judíos sellados (Apocalipsis 7);
b) el ángel que predica el Evangelio (Apocalipsis 14) y
c) los dos testigos (Apocalipsis 11).
Como ya he señalado en otros párrafos, estos 3 agentes predicadores hacen su
aparición precisamente a lo largo de Apocalipsis porque este libro trata de la
tribulación y siendo que la iglesia (natural portadora de la comisión de
predicar según Mateo 28:19) no estará durante la tribulación, se vuelve entonces
necesario que sea sustituida en la tarea de predicar y se cumpla así Mateo
24:14.
B.4.- El contexto bíblico no permite identificar el evangelio con este
primer jinete puesto que el evangelio se viene predicando desde el nacimiento
mismo del cristianismo (Mateo 28:19) y nunca en todo este tiempo y en toda la
escritura se usó un caballo blanco para identificarlo.
B.5.- Vemos que el efecto de la aparición de este primer jinete en la
escena apocalíptica es "paz".
Esto se deriva del hecho de que cuando aparece el segundo jinete se dice "le fue
dado poder de quitar de la tierra la paz".
Si el segundo jinete tiene poder de quitar de la tierra la paz, es porque el
primer jinete había traído paz.
No resultaría lógico identificar a este primer jinete con el evangelio y decir
que sale "venciendo y para vencer" y ver que luego fracasa en su intento de
establecer paz.
Por tanto, este primer jinete no es ni Cristo ni el evangelio.
Una tercera corriente de interpretación ha intentado identificar erróneamente
a este primer jinete con emperadores romanos.
Como hemos visto en anteriores párrafos, la interpretación correcta de
Apocalipsis es la futurista, siendo Apocalipsis 6 una profecía de cumplimiento
futuro al igual que los capítulos que le siguen.
Las razones por las cuales esta profecía es futura, se cumplirá durante la
tribulación y luego del rapto de la iglesia, están abundantemente expuestas más
arriba y no considero oportunas desarrollarlas nuevamente aquí.
Una cuarta corriente de interpretación ha intentado identificar este jinete
con diferentes movimientos militares ocurridos en el pasado.
El principal argumento de esta interpretación reside en que el primer jinete
posee un "arco" y según algunos pasajes del AT esta arma representa el poder
militar (Jeremías 49:35; 51:56; Ezequiel 39:3; y Habacuc 3:9).
Esta interpretación debe descartarse por las mismas razones antes señaladas (el
carácter futuro de Apocalipsis 6, el cual junto con l os
capítulos que siguen forman parte de "las cosas que han de ser después de estas
(era de la iglesia)".
Además, debe descartarse por cuanto "arco" en Apocalipsis 6:2 bien podría estar
representando -como veremos- el poder militar o victoria que precisamente
seguirán a este primer jinete, sin que ello haga que tal jinete tenga conexión
alguna con movimientos militares del pasado que no forman parte de Apocalipsis
por ser este de cumplimiento futuro.
Parte 4
Del análisis hecho en los anteriores post sobre este mismo versículo surge
entonces que en consecuencia, el primer jinete no es ni Cristo, ni cumplimiento
de Habacuc 3:9, ni tampoco la predicación del evangelio ni tampoco
representación de algun evento, personaje o campaña militar del pasado.
Llegamos al punto donde debemos comenzar a desarrollar la interpretación
correcta de Apocalipsis 6:2, para lo cual es necesario recurrir al contexto
bíblico como siempre corresponde hacer con todo pasaje, si se quiere llegar a la
verdad.
Había señalado y fundamentado en anteriores párrafos que la apertura de los
sellos -concretamente la apertura de este primer sello- coincide con el comienzo
de los últimos 7 años de reino humano que preceden a la futura segunda venida de
Cristo, periodo éste también conocido como semana 70 de Daniel 9:27, o también
la futura gran tribulación a la que refiere Mateo 24:21.
Entonces, corresponde recurrir a Daniel 9:27 para determinar que serie de
eventos son los que dan comienzo al periodo de tribulación o semana 70 de Daniel
y así podremos interpretar correctamente Apocalipsis 6:2 y entenderemos mejor
que es lo que realmente acontecerá en la historia de la humanidad cuando se abra
el primer sello.
Daniel 9:27 comienza diciendo que
"Y por otra semana confirmará el pacto con muchos; a la mitad
de la semana; hará cesar el sacrificio y la ofrenda. Después con la muchedumbre
de las abominaciones vendrá el desolador"..
Esta
ultima semana de la profecía de Daniel 9 o semana 70 -como vimos en
anteriormente, está temporalmente desconectada de las primeras 69 semanas,
siendo la era actual que vivimos un intervalo que durará hasta el arrebatamiento
de la iglesia. También habíamos visto que bíblicamente no existe ningún
inconveniente en colocar un intervalo entre la semana 69 y la 70.
Esto porque que existen muchas profecías que reconocen intervalos en su
cumplimiento que ya se van extendiendo por cientos de años y además porque es la
misma profecía la que establece en Daniel 9:26 los hechos que ocurrirían en tal
intervalo y que nos ayudarían a identificar este periodo (muerte de Cristo,
destrucción de Jerusalén por los romanos en el 70 DC). La semana 70 aparece así
claramente en desconexión temporal respecto de las primeras 69, con un
cumplimiento previsto para LUEGO de la muerte de Cristo, pero sin que se
establezca cuanto tiempo LUEGO comenzaría a cumplirse la semana 70.
¿Quien es el que "confirmará el pacto con muchos"?
La respuesta a esta interrogante está en Daniel 9:26 que dice
"y el pueblo de un príncipe que ha de venir destruirá la
ciudad y el santuario".
Es decir que quien confirmará un pacto con muchos (es decir con
Israel, que es el destinatario exclusivo de la profecía según
Daniel 9:24)
es el príncipe del pueblo que destruiría Jerusalén en el intervalo que estamos
viviendo. Quien destruyó Jerusalén fue el imperio romano, por lo que de allí
(hoy actual Unión Europea) será que vendrá un príncipe que establecerá un pacto
con Israel en el futuro que será lo que dé comienzo a la tribulación.
Es decir que hasta ahora tenemos que:
A) la semana 70 o gran tribulación de Mateo 24 o últimos 7 años de reino
humano de Daniel 9:27 darán comienzo con un pacto que un líder europeo celebrará
con Israel.
y
B) Este príncipe -según Daniel 9:27- será quien se se encargará de romper
o violar dicho pacto mediante la profanación del templo judío que para ese
periodo de tribulación habrá de construirse.
El contenido esencial de ese pacto que dará inicio a la tribulación es
PAZ,
pero una paz que no será duradera por dos razones:
a)
porque la única paz duradera solo puede tener lugar cuando venga a reinar el
Príncipe de Paz (Isaías 9:6) y
b) porque
según la profecía, transcurridos 3 años y medio de esa tribulación, dicho pacto
será transgredido por el líder europeo y profanados los ritos religiosos judíos
que se habrán reinstaurado en el próximo templo judío a construirse.
La aparente PAZ con la cual comenzarán estos 7 años de tribulación explica que
el caballo que monta este primer jinete sea
blanco.
Y es el hecho de que esa paz sea meramente aparente lo que explica también que
luego de este primer jinete solo
sigan guerras y muerte,
según surge de Apocalipsis 6:3 que es el verso que describe la apertura del
segundo sello.
El significado del
"arco"
que este primer jinete porta también se nos aclara ahora que hemos recurrido a
Daniel 9:27.
La paz o el pacto de Daniel 9:27 supone una victoria para el príncipe que lo
celebre pues estará consiguiendo algo que nunca nadie ha logrado y que será una
paz que a simple vista parecerá permanente en medio oriente entre judíos y
palestinos
Debe notarse que el primer jinete posee un arco, pero no se
hace mención a flechas. La presencia del arco bien referir a que el
primer jinete hace su aparición en una situación de guerra o conflicto -medio
oriente no tiene paz y ésta es buscada a través de distintas formulas que
fracasan una y otra vez- y la ausencia de flechas muestra que la solución viene
a través de medios pacíficos.
Precisamente, la apertura de este primer sello supone la celebración de un pacto
de paz en medio oriente con la participación de un lider europeo.
Ese logro del principe que parecerá excepcional a los ojos del mundo catapultará
a este personaje políticamente en una carrera politico, económico, militar, que
terminará con la obtención del poder sobre toda nación, tribu y lengua según
establece Apocalipsis 13:7b. Es por ello que Apo 6:2 dice "le
fue dada una corona, y salió venciendo y para vencer".
Uds. recordarán que en unos cuantos posts he señalado que Mateo 24 y Apocalipsis
6 son capítulos paralelos, que ambos hablan de un periodo futuro en el que la
iglesia no estará y en el cual se desatarán los juicios de Dios sobre la tierra.
Pues bien, Mateo 24:5 habla de que "vendrán muchos en mi
nombre diciendo: Yo soy el Cristo; y a muchos engañarán" y precisamente
este príncipe o lider del viejo imperio romano hoy Europa aparecerá como el gran
proveedor de soluciones para la humanidad al punto de que será considerado una
suerte de mesías. Lo blanco del caballo nos habla del intento
de este líder de parecerse a Cristo, que es quien monta realmente un
caballo blanco según veremos en Apocalipsis 19:11 y el único que es verdadero
hacedor de paz según Isaías 9:6.
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