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¿Es posible saber el día y hora del rapto? Según la Biblia, la respuesta es NO. Y eso es lo que sostenemos quienes defendemos el rapto pre tribulación. Sin embargo, según la doctrina del rapto a mitad de la tribulación y según la doctrina del rapto al final de la tribulación, la respuesta es que SI se puede saber el tiempo del rapto. Veamos por qué razón no es posible saber el tiempo del rapto y, consecuentemente, por qué razón la doctrina del rapto pre tribulación es la única bíblicamente correcta. El rapto necesariamente debe ocurrir cómo mínimo 7 años antes de la segunda venida de Cristo. ¿Por qué? Porque Cristo enseñó que hay una venida suya que no será precedida por ninguna señal. Cristo enseñó que hay una venida suya que sería totalmente sorpresiva. Cristo enseñó que hay una venida suya que no podríamos prever ni calcular bajo ningún concepto. Cristo enseñó que hay una venida que no estará precedida de ningún hecho que indique que tal venida sucederá. ¿Donde enseñó eso? Pues aquí en estos versículos: A. “Por tanto, también vosotros estád preparados; porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no pensáis” Mateo 24:44 B. “Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del Hombre ha de venir” Mateo 25:13 C. “Pero el día y la hora nadie sabe, ni aún los ángeles de los cielos, sino sólo mi Padre” Mateo 24:36 D. “No os toca a vosotros saber los tiempos o las sazones, que el Padre puso en su sola potestad” Hechos 1:7 Si decimos que el rapto sucederá a mitad de la tribulación o después de la tribulación, entonces todos estos versículos (A a D) carecen de sentido, no serían verdad, ya que sabríamos perfectamente cual sería el tiempo del rapto (la mitad de la tribulación, después de tal o cual evento profético, o al final de la tribulación). * Si Cristo fuera a venir a mitad de la tribulación o al final de la tribulación, todos estaríamos “pensando”, la hora de su venida (Mateo 24:44), lo cual no es bíblicamente posible. * Si Cristo fuera a venir a mitad de la tribulación o al final de la tribulación, estaríamos “sabiendo” los días de su venida (Mateo 25:13), lo cual no es bíblicamente posible. * Si Cristo fuera a venir a mitad de la tribulación o al final de la tribulación, entonces habríamos sido beneficiados con el conocimiento del momento o tiempo en el cual Cristo vendrá (Hechos 1:7), lo cual tampoco es bíblicamente posible. * Si Cristo fuera a venir a mitad de la tribulación o al final de la tribulación, todos estaríamos “pensando” la hora de su venida (Mateo 24:44), lo cual está reservado sólo al Padre. En definitiva, si Cristo fuera a venir a mitad de la tribulación o al final de la tribulación, estaríamos yendo contra lo que dicen Mateo 24:44, Mateo 25:13, Mateo 24:36, Hechos 1:7. Si la iglesia estuviera sobre la tierra cuando comience la tribulación, todos los cristianos conocedores de las profecías advertirían sin ningún problema el comienzo de la tribulación. ¿O acaso los mid tribulacionistas y los postribulacionistas no conocen cuál será el comienzo de la tribulación?. Claro que lo saben y claro que los sabemos todos los cristianos. El comienzo de la tribulación estará marcado por la firma del pacto del cual habla Daniel 9:27 y Salmos 55:20-21 y será un hecho que –en el caso que la iglesia esté en la tierra- dicho comienzo no pasaría para nada desapercibido para ningún cristiano conocedor de profecía. No es de descartar que haya mid tribulacionistas o postribulacinistas que lleguen inclusive a negar (obviamente en contra de lo que dice la Biblia) que el comienzo de la tribulación efectivamente está marcado por Daniel 9:27 y Salmos 55:20-21. Hay algunos de ellos que niegan que el comienzo de la tribulación esté marcado en estos pasajes y que por lo tanto sea identificable. Pero aún si ellos llegan a negar que el comienzo de la tribulación está marcado en Daniel 9:27 (pacto anticristo – Israel), no podrán negar bajo ningún concepto que los eventos de la gran tribulación serán públicamente conocidos por todos. Es imposible desconocer la ocurrencia de los eventos mundiales que estarán dados por los sellos, las trompetas y las copas del Apocalipsis (estos eventos no pasarán desapercibidos para nadie y por tanto la tribulación será notoria). Entonces, aún si el comienzo de la tribulación fuera desconocido, nunca lo serían los eventos de la tribulación. Si la iglesia estuviera sobre la tierra, fácilmente advertiría que la tribulación comenzó en algún momento. Y entonces la iglesia que está sobre la tierra comenzará a pensar, a saber, a conocer, que la venida del Señor será inminente en alguno de los próximos meses. Esto último obviamente también está en contra de Mateo 24:44, Mateo 25:13, Mateo 24:36 y Hechos 1:7. Por tanto, según Mateo 24:44, Mateo 25:13, Mateo 24:36 y Hechos 1:7, no es bíblicamente posible que la iglesia esté en la tierra al momento de la tribulación porque en tal caso esos versículos que vengo de citar no se cumplirían. Esto coloca al rapto necesariamente antes de la tribulación. Otra alternativa no hay. Colocar el rapto luego del comienzo de la tribulación, a la mitad, o al final, es negar Mateo 24:44, Mateo 25:13, Mateo 24:36 y Hechos 1:7. La segunda venida de Cristo sí está rodeada de señales previas y no es a esta venida que se refiere Mateo 24:44, Mateo 25:13, Mateo 24:36 y Hechos 1:7. ¿Cuáles son esas señales previas de la segunda venida de Cristo? Pues echen un vistazo a los sellos, las trompetas y las copas de Apocalipsis. Pero repito, el rapto es anterior a la segunda venida y diferente a esta. Es inevitable que el rapto ocurra antes de la tribulación. Eso es lo que dice la Biblia. No hay segunda opción. Decir que el rapto ocurre luego del comienzo de la tribulación, a la mitad, o al final, es negar Mateo 24:44, Mateo 25:13, Mateo 24:36 y Hechos 1:7. Y a esto se suman decenas y decenas de argumentos más que confirman que el rapto ocurre antes de la tribulación. Recuerden: “Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del Hombre ha de venir” (Mateo 25:13) y “el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no pensáis” (Mateo 24:44). Cristo vendrá a la hora que no pensáis ¡!!! No vendrá por la iglesia a mitad de la tribulación ni después de ésta ¡!!! Vendrá antes ¡!! Cristo vendrá por su Iglesia en un momento que no pensemos y que no sabremos y que no podremos calcular ni predecir¡!! Vendrá en un momento, en un tiempo, que no podrá ser predecido ni identificado ¡! Vendrá cuando no pensemos (Mateo 25:13) Vendrá a la hora que no pensáis ¡!!! La hora que no pensáis nunca puede ser algún momento de la tribulación ni el final de la tribulación porque la tribulación será un tiempo con un principio y un fin y que según la Biblia será perfectamente reconocido por quienes habiten la tierra ¿O acaso los sellos, las trompetas y las copas pasarán inadvertidas? Obviamente que NO. Por tanto, “a la hora que no pensáis” significa indudablemente eso mismo: “a la hora que no pensáis”. Si ubicamos el rapto en algún momento durante la tribulación o al final de ésta, entonces sí sabremos el tiempo del rapto y ello está en contra de Mateo 24:44, Mateo 25:13, Mateo 24:36 y Hechos 1:7. La única forma de respetar la Biblia (Mateo 24:44, Mateo 25:13, Mateo 24:36 y Hechos 1:7) es ubicar el rapto antes de la tribulación.
A
continuación verán que efectivamente –y tal como se dijo en el mensaje #1 de
este tema- la posición del rapto a mitad de la tribulación, rapto preira y la
del rapto postribulación, desconocen Mateo 24:44, Mateo 25:13, Mateo 24:36 y
Hechos 1:7 y por tanto no son doctrinas bíblicas.
SEGUNDA PARTE (Haga CLICK AQUÍ)
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